Portugueses a la conquista de Francia

La Ligue 1 siempre ha sido un torneo que se ha caracterizado por exportar talento. Esa es su especialidad y los equipos nacionales saben sacarle provecho, aunque después noten las bajas. También ha sido un país de grandes campeones, como el Olympique Marsella. Club con más de 20 títulos nacionales y es el único en su zona que puede presumir de tener una Champions League.

Puestos en contexto, hay que destacar el buen trato que recibe el torneo local, pero siempre han tenido un «pero». Y es que los entrenadores nunca (o casi) han logrado estar a la altura de las estrellas emergentes y siempre fracasan tanto en Europa como algunos en el torneo local.

Los entrenadores portugueses no han sido muy exitosos, salvo por la obtención del título liguero conseguido en la temporada 1993-94 por Artur Jorge con el PSG (cuando el jeque no reinaba) y, «recientemente», el sorprendente título de Leonardo Jardim con el Mónaco en la temporada 2016-17.

Viendo las estadísticas, lo que estamos presenciando este año con dos equipos en liga es prácticamente mágico. Y es que la temporada que van cosechando los históricos Olympique Marsella y Girondins de Bordeaux es para tener en cuenta. Ambos saben lo que es ser campeones de Ligue 1, pero no lo consiguen hace ya varios años. Los marselleses desde hace prácticamente una década y del club de Bordeaux son aún peores, ya que no lo consiguen desde la temporada 2008-2009, un año antes que el Marsella.

André Villas-Boas está haciendo un gran trabajo con el Olympique de Marsella.
Imagen de Michel Di Feliciantonio, en Flickr.

Entrenador portugueses a la conquista de la Ligue 1

Como mismo lo logró el Mónaco hace unos años de la mano de un entrenador portugués, así lo están intentado el Marsella y el Bordeaux. Ambos dirigidos por dos portugueses de larga trayectoria y con mucha experiencia en su haber: André Villas-Boas y Paulo Sousa. Los dos llegaron creando bastante incertidumbre y sin darles muchas esperanzas a tales aficiones, que además no están en buenas épocas. Por el momento van logrando asentar las bases para crear dos proyectos increíbles con potencial de destruir la falta de competitividad en Francia.

Los de Villas-Boas, sin hacer prácticamente ningún movimiento llamativo en verano, han logrado plantarse segundos a solo 5 puntos del PSG. Actualmente acumulan unos 5 partidos sin perder en liga. Por otro lado, se encuentran los de Paulo Sousa en la quinta plaza. Quienes también acumulaban varios partidos sin conocer la derrota liguera, habiendo goleado últimamente al Nimes Olympique 6-0.

Las claves de uno y otro

Empecemos por los de Marsella. Desde que Frank McCourt adquirió el equipo en 2016, han tenido más altos que bajos, pero con la espina de todavía no lograr la clasificación a Champions. La plantilla por donde se mire tiene calidad, empezando desde el portero Steve Mandanda, pasando por Dimitri Payet y Florian Thauvin hasta llegar a Darío Benedetto. Pero es que además Villas-Boas ha tenido la capacidad para potenciar a jugadores de la cantera y ya personajes como Boubacar Kamara, Lucas Perrin son importantes. También ha hecho debutar a chicos como Florian Chabrolle o Marley Aké.

El Bordeaux, por su parte, se ha vuelto un club común en los últimos años, digamos que los resultados no acompañan dejando de lado las excepciones, por lo que colocarse arriba y jugando bien es un logro increíble. Paulo Sousa ha mantenido el bloque del año anterior, añadiendo como referencia en defensa al experimentado Laurent Koscielny. Pero también ha armado un mediocentro extraordinario. Cuenta con muchos factores de cambio, gente como Otávio, que se ha asentado, Youssef Aït Bennasser o Yacine Adli se han convertido en vitales y jornada tras jornada nos deleitan con la gran asociación mostrada. En ataque también sobresalen, ya que sus 4 delanteros acumulan un total de 17 goles en total.

Laurent Koscielny, refuerzo de lujo para el Girondins Burdeos.
Koscielny, refuerzo de lujo para el Girondins. Imagen de wonker, en Flickr.

Los sistemas tácticos

Ambos planteles han sabido mejorar en defensa. El Olympique Marsella utiliza un esquema más reconocible, siendo el 1-4-3-3 implementado a la perfección. Y el Bordeaux cambia bastante de rumbo durante los partidos. Empieza con un 1-3-4-2-1 que cambia con el transcurso de este, pasando a veces a la doble punta y dejando un solo media punta.

¿Qué esperar?

Claramente los resultados pueden cambiar y como mismo hoy están arriba en unos meses quizás no sea así. El momento actual es a resaltar, ya que no son las plantillas más escandalosas del torneo y la lucha contra el PSG no se torna fácil. Por el momento, los aficionados disfrutan y los portugueses se van creyendo lo de seguir asaltando Francia, dos de las mejores pizarras del país.

¡Bonne chance à vous deux!

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