Michael Jordan es una figura única en la historia del baloncesto. Nosotros no vamos a entrar en comparaciones (con LeBron, Kobe, Magic…) y hacer como hacían en 1992 en Estados Unidos: equivocarse. Porque de eso va este artículo. Un artículo que será el primero de un serial con diversas anécdotas de Michael Jordan y sus años en la liga. Un artículo, que va de una rivalidad creada por los medios, pero que era insostenible.
El «Shrug«, la primera de las anécdotas de Michael Jordan
Porque hubo un momento en que Clyde Drexler era uno de esos jugadores que rivalizaba con el 23 según los medios (quedó 2º en la votación para el MVP). Y nada más lejos de la realidad (+10 puntos por partido para MJ), como se demostró el primer partido de la serie. El famoso partido del «Shrug» de Jordan (Shrug=encogerse de hombros). Pero es necesario poner un poco de contexto.
La temporada 1991-92 acabó con «His Airness» en el top de anotadores (30 puntos), el de Win Shares, y el de votos para el MVP. Además en el primer equipo de la NBA y el defensivo. Y con el mejor récord de la NBA para los Bulls, con los Blazers con el segundo mejor. Además, el camino hacia las Finales de ambos equipos fue similar, al igual que la temporada, ya que únicamente llegaron con una derrota más los de Illinois. Pero Jordan seguía muy por encima de Drexler (35 puntos por 27, 27 de PER por 22…).
Michael Jordan, naufragando desde el triple
A pesar de esta anotación, solamente un 3’3% de sus puntos a lo largo de la temporada llegaron desde más allá de la línea de tres. 27 aciertos de 100 intentos (un 27% «perfecto»). Y la cosa no mejoró mucho en los PlayOffs, ya que de los 16 partidos previos a las Finales, solamente realizó lanzamientos de 3 en 5 de ellos, con un 31% de acierto (5 de 16). Esto suponía que los rivales le dejaban realizar tiros desde el arco exterior con cierto espacio y comodidad, ya que con sus porcentajes compensaba más que tirara de tres a dejarle penetrar y que con su tiro en suspensión y sus rectificados sacara petróleo (como acababa haciendo de todas maneras). Y con esto llegamos al partido en cuestión.
El encuentro iba 17-9 para Portland a la mitad del primer cuarto, Michael Jordan había anotado solamente 2 puntos y cada vez que recibía en el triple le daban varios metros de distancia, para poder frenar la penetración y porque no era un buen triplista, como ya hemos dicho… o al menos eso creyó Rick Adelman. Al 2º intento desde la línea de 3 metió el tiro. Y entonces tiró el siguiente, y entró, y siguieron entrando durante toda la primera parte. Y así hasta llegar a un total de 6, y 35 puntos, batiendo el récord de más triples (4, por Danny Ainge, Isiah Thomas y Michael Cooper) y más puntos en una mitad de las Finales (anteriormente 33, conseguidos por Elgin Baylor), siguiendo vigente el segundo, ya que el primero lo ostenta Ray Allen, con 7.
Anécdotas de Michael Jordan: una acción para la historia
Las reacciones fueron muy diversas, comenzando por el propio Michael Jordan, que no sabía que estaba pasando.
«Mis triples parecían ser tiros libres. No puedo explicar qué sucedió, pero las estaba metiendo todas. Es un momento que nunca olvidaré«.
Y más aún, cuando llegó el 6º, se giró hacia la grada, a donde estaba su ex-compañero del Dream Team Magic Johnson. Además realizó una de las acciones más memorables de la historia: encogerse de hombros, demostrando que ni siquiera él sabía cómo estaba siendo posible todo eso. Este gesto supone una de las mejores anécdotas de Michael Jordan.
Las series continuaron su curso, y su majestad acabó con el 2º anillo de los 6 que conseguiría. Firmó promedios de 36 puntos por encuentro. Y un 43% en acierto desde su mayor flaqueza, el triple. Además de la sensación de que era imbatible, y que todo lo que se le retara a hacer podría conseguirlo. Y a partir de esta demostración, en los 5 años siguientes consiguió un 38% de efectividad.
Y esto no quedó aquí, ya que la acción fue tan icónica que muchos jugadores le han imitado al anotar un tiro complicado. Iguodala, Derrick Rose, Durant o John Wall son algunos de ellos.
Drexler, descolocado
Y no solamente Michael Jordan fue el que se sorprendió al verlo. El propio Drexler no podía creer qué acababa de suceder, como demuestran sus palabras al finalizar el encuentro.
«No contábamos con eso, por lo menos desde la línea de tres puntos. Ni siquiera incluimos esa posibilidad en nuestros esquemas defensivos. Lo que Jordan hizo sucede tan sólo de vez en cuando. Es algo extraordinario».
De esta manera Michael demostró que las distancias entre él y el resto de jugadores de la competición eran insalvables. Y que casi nadie estaría nunca a su nivel. Pero esto no quitaba que la gente lo siguiese intentando, y que él cada vez fuese mejor.