Carlos Soler, como un destello de luz en un callejón oscuro

Hace más de año y medio, os hablamos de un surgimiento que le cambió la cara a un Valencia hundido. En dicho artículo os comentamos de qué manera había influenciado Carlos Soler al Valencia. Cómo había logrado apaciguar los ánimos tan tensos que cubrían la capital de Turia debido a los preocupantes resultados cosechados.

Fue Prandelli quién le hizo debutar, pero Voro quien le dio continuidad. Y, cuando le surgía una oportunidad, la aprovechaba. Con tan solo veinte años, se convirtió en uno de los referentes del equipo y uno de los ídolos de la afición. Por su valentía, su desparpajo y su desborde. Un destello de luz en un callejón oscuro.

El papel de Carlos Soler en el Valencia

Han pasado dos temporadas y nada ha cambiado. Carlos Soler sigue estando a un alto nivel. Y eso que, a día de hoy, la plantilla está decepcionando. Pese a tener grandes nombres, los engranajes no terminan de cuajar. Falta de actitud o mala suerte. Llámenle como quieran. El caso es que solo dos o tres jugadores se salvan este año. Y uno de ellos es Carlos Soler.

Desde que Marcelino llegó al banquillo valencianista, el canterano se ha visto obligado a modificar su demarcación. El técnico asturiano emplea un esquema que no favorece demasiado a Carlos Soler. El 4-4-2 le obliga a ocupar el extremo. Donde más había encajado era en la media punta, pero esta formación rehúsa de esa posición. De hecho, opta por tan solo dos mediocentros más defensivos que están bien cubiertos por jugadores como Parejo, Kondogbia o Coquelin.

Y, aunque a veces Marcelino opta por ubicar a Soler en el doble pivote, acostumbra a instalarse en el carril derecho. De hecho, no solo se instala, sino que se apodera de él. Y eso que no es un jugador con una velocidad determinante. Con sus cualidades, favorece al juego del equipo en distintos aspectos. No solo por su juego, sino por su compromiso, por la manera en que entiende el fútbol.

Las estadísticas de Carlos Soler demuestran que es vital para el Valencia

En lo que llevamos de temporada, Carlos Soler es el jugador que más balones recupera, 60, y el que más duelos individuales ha superado, 37, del equipo.

Pasos agigantados en un corto periodo que hacen de su rol, algo fundamental. Y esto parece solo el principio de algo grande. Además, es de la Terreta y valencianista de nacimiento. Todos le quieren. Y se lo ha ganado a pulso. Por ahora, solo le rodean adjetivos positivos. Presente brillante y futuro prometedor.

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