Stephon Castle ha estado proyectado como top 10 del Draft durante toda la temporada, evitando la caída que han sufrido muchos de sus compañeros de generación, pero tampoco alcanzando los puestos más privilegiados.
El exterior nacido y formado en Covington (Georgia) abandonó su casa el pasado verano para jugar en la prestigiosa universidad de Connecticut, con la que se acabó coronando campeón de la NCAA en abril.
Su etapa colegial no ha podido ser más productiva, pues ha sido pieza clave en un fantástico equipo y se ha podido curtir en grandes escenarios. Ahora, ante los mejores del planeta, deberá hacer buena esa experiencia.
Cómo juega Stephon Castle
Castle construye su juego a partir de un físico y un carácter competitivo perfectamente trasladables a la NBA de forma inmediata. Con 197 cm de altura y 206 cm de envergadura, sus 95 kg de peso le ayudan a hacerse muy fuerte en ambos lados de la cancha.
Pese a tener un margen de crecimiento grande en varias facetas del juego, probablemente sea uno de los proyectos de este Draft más preparados para ser un buen exterior de rotación en su campaña de novato. Además, visto el compromiso colectivo mostrado en los Huskies, no tendrá problemas a la hora de adaptarse a diferentes roles.
Cómo juega Stephon Castle en ataque
El jugador estadounidense no parece ser un proyecto destinado a liderar un buen ataque en la mejor liga del mundo, pero sí cuenta con algunas características necesarias para establecerse como generador secundario o, en el peor de los casos, como un gran complemento.
No suele ejercer mucha presión en las defensas con el balón en la mano, especialmente en situaciones de dos contra dos, y tampoco es demasiado creativo. Tal vez, en una NBA con muchos más espacios, sí pueda tener más impacto en esta faceta.
Acostumbra, eso sí, a aprovechar las ventajas que le generan sus compañeros. Es un muy buen penetrador y finalizador, e incluso ha demostrado ser productivo en las continuaciones tras bloqueo directo —puede llegar a convertirse en un gran jugador de short roll, algo poco habitual en jugadores de menos de dos metros (Draymond Green, Bruce Brown…)—.
Pese a sus limitaciones como creador, Stephon Castle se ha mostrado fiable en la toma de decisiones durante su campaña en Connecticut. Es paciente con la pelota y raramente arriesga, tal y como resaltan sus apenas 1’5 pérdidas por choque. Lee realmente bien los cortes de sus compañeros y ejecuta correctamente los pases.
Transmite tranquilidad en situaciones de presión, levantando la cabeza y buscando al jugador liberado. También es sumamente responsable sin el esférico. No se desactiva en ningún momento y se mantiene pendiente del juego, ofrece una línea de pase cuando es necesario y no duda en plantar bloqueos indirectos para liberar a sus compañeros.
Se hace fuerte para ganar la posición cuando queda emparejado con un exterior más liviano, especialmente en contraataque, y aprovecha esa superioridad. Precisamente, corre de manera excelente en transición. Su amenaza en campo abierto es enorme.
También lo es, pese a su tamaño, en el rebote ofensivo. Lo ataca con hambre y fuerza, regalando varias segundas oportunidades por encuentro (1’7) a su equipo.
Si Stephon Castle pretende convertirse en una estrella, debe trabajar mucho su lanzamiento. No tiene una mala mecánica y, de hecho, ha demostrado ser capaz de anotar a pies parados. Sin embargo, no parece tener ninguna confianza de cara al aro.
No amenaza desde la larga distancia cuando tiene espacio para hacerlo y, en ocasiones, duda mucho antes de ejecutar. Esa inseguridad lo lleva a renunciar a buenos tiros e incluso a penetraciones aparentemente cómodas.
Sus intentos desde la media distancia han reflejado cierta falta de tacto, pero desde el tiro libre se ha mostrado relativamente fiable (75’5%). Si no traslada esa fiabilidad más allá del triple, puede experimentar un calvario que ya han vivido otros grandes jugadores.
Cómo juega Stephon Castle en defensa
El joven talento natural de Georgia es, sin ninguna duda, uno de los mejores defensores exteriores de esta camada. Desde unas piernas privilegiadas, un desplazamiento lateral muy trabajado y una intensidad extrema, este campeón universitario es capaz de ensuciar ataques presionando al jugador con balón.
Suele dejar poco espacio para que éste, normalmente el mejor exterior rival, opere con comodidad. Aunque ello pueda provocar que se vea superado sobre bote, se mantiene en la jugada y en muchas ocasiones logra recuperar a su par.
Si no es capaz de hacerlo, reajusta rápidamente y completa las rotaciones pertinentes. Si bien no ha alcanzado el robo por partido, sus buenas manos han provocado muchas pérdidas rivales.
A lo largo de esta campaña ha tenido problemas para superar de forma limpia bloqueos, tanto directos como indirectos. Si es capaz de aprender a anticiparse, no sólo los podría pasar bien, sino que podría provocar un buen número de faltas en ataque a interiores NBA.
Pese a este pequeño defecto, su concentración constante y su privilegiado físico le permiten llegar casi siempre a puntear y molestar lo máximo posible a los lanzadores rivales. En definitiva, y teniendo en cuenta que todavía hay detalles que pulir, la defensa será la primera razón por la que Castle encontrará minutos en la competición más exigente del mundo.
Principales puntos fuertes de Stephon Castle
Stephon Castle destaca por su:
- Físico privilegiado.
- Buen lector del juego. Se equivoca poco con el balón.
- Actividad y competitividad altas.
- Gran defensor en 1 vs 1.
- Jugador de equipo.
Principales puntos débiles de Stephon Castle
Stephon Castle debe mejorar en:
- Poco creativo y resolutivo con balón.
- Inconsistencia y mucha inseguridad de cara al aro.
- Indefinido ofensivamente.
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