Decepciones de la temporada 2019-2020 en la NBA

Tras un tercio de temporada NBA, se pueden ver ya a los equipos que están decepcionando respecto a las expectativas con las que partían tras una agencia libre muy movida. En este artículo trataremos dos del este y dos del oeste. La teoría dice que el equilibrio entre conferencias es ahora mayor, y vaya si lo es.

Chicago Bulls, una nueva decepción

Como el objetivo también es evitar a los Knicks, un clásico ya en estos rankings de peores equipos NBA, nos vamos a ir a la franquicia con el mejor jugador de la historia del baloncesto. Tras una temporada que parecía el aviso de lo que podían llegar a ser, los Bulls son un fracaso. Las cosas no funcionan, los veteranos no están felices, y todo eso se traduce en resultados pésimos.

Este verano con la adquisición de Thad Young, y el añadido de Coby White desde el Draft, los Bulls estaban predispuestos a competir. Estaban. Porque cuando llegó el momento de jugar partido, nunca parecieron preparados. Rotaciones cuestionables, jóvenes que no solo no crecen sino que reducen su aportación… y un sinfín de problemas.

Lo dramático de la situación es que, de vez en cuando, dejan esa sensación de poder ser un gran equipo. LaVine tiene partidos para estudiar, Wendell Carter Jr es el chaval con más cabeza de ese vestuario, y sorprenden varios registros defensivos, entre ellos, encabezar la NBA en robos.

Plantilla Chicago Bulls 2019-20

Entonces, ¿qué está pasando en los Bulls? El drama está en los despachos: pocos movimientos de los directivos tienen sentido, y cuando parece que aciertan con el rumbo, lo cambian con un volantazo. Boylen en el banquillo tampoco aporta otra cosa que no sean problemas. No es un líder, el vestuario no le quiere, y su solución son castigos y malas prácticas.

Mucho deben cambiar las cosas en Chicago para enderezar el rumbo este año. Recuperar a jugadores como Markkanen para la causa es clave. Finalmente, conseguir un buen entrenador y planificar las cosas al medio/largo plazo también ayudaría.

Atlanta Hawks, ¿la gran decepción del Este?

Sucede en Atlanta que las expectativas fueron demasiado elevadas tras un año muy positivo. Trae Young apunta a crack generacional, y tampoco está completamente solo. El problema viene cuando se obliga a un grupo de jóvenes de primer y segundo año a ganar sí o sí. Y claro, cuando la presión aumenta, la respuesta puede ser muy positiva o todo lo contrario.

Además, Atlanta ha enfrentado una racha de partidos durísimos con su segundo mejor jugador suspendido por coquetear con sustancias prohibidas. Young se cargó el equipo a la espalda, pero un solo jugador no es suficiente para ganar a equipos de Playoffs. Huerter, Hunter, o especialmente Reddish, están muy verdes, y no tienen todavía ese nivel competitivo.

Las prisas no son buenas, y aunque los objetivos eran ambiciosos, una temporada así también es comprensible en un proyecto joven. Sin embargo, eso no los excusa: están siendo una decepción tremenda, y se esperaba bastante más de ellos. En una Conferencia Este con una clase media-baja muy débil, el objetivo de Atlanta era colarse en Playoffs, y a día de hoy están prácticamente descartados.

Trae Young Atlanta Hawks 2018-19

Golden State Warriors, cuanto todo sale mal

Más de uno lleva años esperando este momento, y finalmente ha llegado: los Warriors son el peor equipo de la NBA.

Vaya un cambio tan inesperado, porque, aunque la temporada pintaba muy mal sin Klay Thompson, la suma de Curry, Green, Russell, y una serie de jugadores de rol, debía ser suficiente para colarse en la post-temporada. Es cierto que no iban a ser los claros favoritos, pero, por nombres, la plantilla estaba lista para seguir peleando por cosas grandes.

¿El problema? Evidentemente, la plaga de lesiones que poco más y afecta a los aficionados también. Curry está lesionado para todo el año. Green y Russell se han perdido ya muchos partidos. Con Klay no hay prisas. Así, Golden State se ha visto con quintetos más propios de la G-League que de un equipo NBA. Jugadores como Poole o Paschall han encontrado su oportunidad en la gran liga de baloncesto, cosa que en unos Warriors “sanos” no hubiese sucedido.

Aquí la solución simplemente es la paciencia. Las lesiones son cuestión de tiempo, y Golden State volverá arriba más temprano que tarde. Esto recuerda mucho a los Spurs de la temporada 96-97, que aprovecharon las lesiones para transformar esos 82 partidos en un año de transición. En ese proceso lograron obtener un jugador generacional que aportaría éxitos durante casi 20 años: un tal Tim Duncan.

New Orleans Pelicans, la gran decepción del Oeste

La decepción de los Pelicans empezaba antes de la propia temporada regular: Zion Williamson caía lesionado y todavía no ha debutado. El mayor objeto de hype de la franquicia de New Orleans, y uno de los mayores productos del Draft de los últimos años, aún no ha debutado. Con muchos partidos televisados a nivel nacional (fenómeno Zion), los resultados no pueden ser más decepcionantes.

Ball, Hart, Ingram, Zion y Okafor forman la young-core de los Pelicans.
Ball, Hart, Ingram, Zion y Okafor forman la young-core de los Pelicans.

En NOLA lo intentan, pero están muy lejos de competir. Las pocas buenas noticias se llaman Brandon Ingram, que ronda los 25 puntos por partidos… y hasta ahí. Nada más. Ni los veteranos sirven para mantener rachas en los partidos, ni los jóvenes logran cierta regularidad. Lonzo Ball está decepcionando un año más. Hart cumple, pero no es nada del otro mundo. Y otros como Hayes u Okafor aportan, pero no es suficiente.

Esto ha llevado a la franquicia a la situación de poner en el mercado a casi todos los jugadores no jóvenes. Gente del nivel de Redick o Jrue Holiday no solo no casan con el momento en el que se encuentra el equipo, sino que sobran directamente. No son malos jugadores o veteranos, todo lo contrario. Pero el proyecto se encuentra en una fase muy embrionaria, y están perdiendo la oportunidad de competir.

Como en el caso de los Warriors, la solución aquí es ser pacientes, esperar a Zion Williamson, y rezar todo lo que sepan para que no se lesione y la jugada les salga bien. En esas rodillas y esos casi 130KGs está el futuro de toda una franquicia. Casi nada.

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