Donovan Mitchell, esperanza en Salt Lake City

A principio de curso, y como parte de un conjunto de artículos publicados en la web haciendo un análisis de cada equipo, de las expectativas de su temporada y del funcionamiento del mismo, me aventuré a imaginar cómo sería la temporada de los Utah Jazz, muy marcados por la marcha de Gordon Hayward a Boston, y por la llegada de nuevas piezas. Y entre estas piezas, y casi de pasada, mencioné a Donovan Mitchell. En aquel momento destaqué de él lo que decían los ojeadores de EEUU: que era un «fit» perfecto para el equipo, que iba a ayudar en defensa… en definitiva, lo que se suele esperar de un pick escogido al final de la lotería y que llega a un equipo con las cualidades de los Jazz. Pero entonces llegó él, y demostró que es eso, y mucho más.

Donovan Mitchell en uno de sus mates.
La verticalidad de Donovan Mitchell, uno de sus grandes atractivos. deseretnews.com

Cuando arrancó la temporada NBA, allá por octubre, y los primeros partidos se empezaron a suceder uno tras otro, ya había varios favoritos claros para ciertos premios individuales: James Harden parecía claro favorito para llevarse el MVP, Aaron Gordon y Oladipo sonaban para el Más Mejorado… y Ben Simmons era el «rey de los novatos», por así decirlo. Nadie se esperaba que su dominio se viese cuestionado, hasta que Donovan Mitchell (y Kuzma/Tatum, pero en una posición más secundaria) empezó a destacar.

En octubre el australiano estaba en 18 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias, con ventaja sobre Markkanen, Kuzma o Mitchell, que ni se encontraba en el top-10 de anotación. Llegó noviembre y, aunque Kuzma y Donovan se pusieron a su nivel anotador, el aspecto reboteador, asistente y defensivo (en el undécimo mes del año promedió casi 3 robos y 1 tapón por encuentro) seguía defendiendo la oposición de Simmons a «ROY». Pero en diciembre la cosa cambió: Ben Simmons pegó un bajón considerable unido al bajón de su equipo, y Donovan Mitchell lo único que hizo fue mejorar todavía sus prestaciones y llegar a los 23 tantos por partido, con 2 robos, y porcentajes muy buenos, aspecto que le diferencia también de Kuzma. Y enero ha sido su mes de consolidación.

La clave de esto, de su candidatura a futura súperestrella en la NBA, se encuentra en sus cualidades, tanto físicas como técnicas, y su habilidad para utilizarlas sacándoles el máximo partido posible. Pero antes de nada, toca responder una pregunta que muchos os estaréis haciendo (yo incluido) desde la explosión de Donovan Mitchell: ¿por qué tantos equipos pasaron de él y le dejaron caer hasta la 13º posición del Draft? ¿Por qué Denver le cambió por una ronda y Trey Lyles?

Denver Nuggets cometió el gran error del Draft traspasando a Donovan Mitchell.
Denver Nuggets cometió el gran error del Draft traspasando a Donovan Mitchell. zimbio.com

Mitchell llegaba a la noche del Draft con dos años a las órdenes de Rick Pitino (uno de los entrenadores más gloriosos de la NCAA, hasta que le despidieron por estar relacionado con un escándalo de sobornos) a sus espaldas, y un último año liderando a Louisville al torneo de la NCAA con 16 puntos, 5 rebotes y 2 robos. Y aunque las estadísticas ya daban a entender la clase de jugador que es Mitchell, su escasa altura para poder ocupar la posición de escolta y sus rarezas como base, como su selección de tiro y su porcentaje de acierto en lanzamientos al salir del «pick and roll», muy bajo para su supuesta posición de líder en cancha del equipo, hicieron que los equipos pasaran de él (en NY con Porzingis y Hardaway Jr la cosa podía ser otra historia) y cayera hasta la posición número 13 de entre los novatos, situación que nada tiene que ver con la realidad.

Donovan Mitchell en la universidad con Louisville.
Donovan Mitchell en la universidad con Louisville. dailyknicks.com

Porque tal y como han reconocido los preparadores del cuerpo técnico de los Jazz, Donovan Mitchell quiere oír críticas sobre su juego para mejorar esas flaquezas que le representan. Y en el momento en que le dejaron pasar en el Draft por culpa de sus porcentajes, o sus posibles fallos para ocupar la posición de base, decidió demostrar que en la NBA iba a ser otra historia. Y así ha sido, porque promedia un 54% en efectividad en sus tiros (por el 48% de la Universidad), y aunque la mejoría en porcentaje desde más allá de la línea de tres no se ve a simple vista (no se movió del 35%), es el 4º con mejor porcentaje entre los «rookies» que tiran más de 3 triples por encuentro. Además, ha logrado más de 10 partidos con más de 5 asistencias (mejoría como organizador), y aunque tiene que bajar la cantidad de pérdidas que acumula, se encuentra por debajo de las de Simmons o similares a las de Kuzma. Y todo esto con una estimación de un 28% en jugadas de Utah que realiza Donovan Mitchell, la segunda mayor entre los novatos.

Donovan Mitchell sobre Kuzma y Lonzo Ball.
Donovan Mitchell sobre Kuzma, también en la carrera por el «ROY». deseretnews.com

Por lo tanto, esto unido a su capacidad para defender a jugadores más altos que él y aún así promediar casi 2 robos por partido, gracias a su intensidad defensiva a la hora de frenar el 1 contra 1 o cerrar las líneas de pase, le convierten en un jugador con evidente potencial de estrella en la NBA, líder de Utah durante muchos años, y con ciertos parecidos a Michael Jordan. Sí, al número 23. El primero de ellos es el dorsal del rookie mormón, que utiliza el 45 en su honor. El segundo, su capacidad para anotar tanto en «catch and shoot» como tras bote, además de sus porcentajes de tiro junto con sus promedios. Y el tercero, su habilidad para defender tanto el perímetro como la zona, donde deja al rival en ambas localizaciones en un acierto menor a la media de la liga.

Donovan Mitchell en una de sus entradas.
Donovan Mitchell, como Jordan y su logo: apostando por la elasticidad. nba.lokol.me

Es evidente que las comparaciones siempre suelen ser odiosas y tener sus diferencias, pero que exista tal comparación ya es un primer paso muy importante para Donovan Mitchell. Tiene talento, personalidad y cualidades de estrella, la ética de trabajo necesaria para mejorar año tras año y un sistema que le puede venir bien para explotar, siendo la primera opción en ataque y con una de las mejores defensas (con Gobert en el campo) de la liga. Queda mucha temporada por delante, y las cosas pueden cambiar mucho, pero puede que estemos hablando de alguien capaz de quitarle el «Rookie del año» a Ben Simmons, cosa que hasta hace poco parecía imposible. ¿Será una súper-estrella en la NBA? Solamente el tiempo lo dirá, pero parece que las agujas de su reloj ya están contando el tiempo que falta para que participe en su primer All Star. Hay esperanza en Salt Lake City.

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