El camino italiano hacia la orejona

22 de mayo de 2010. Esa es la fecha en la que un equipo italiano levantó el trofeo de la Champions League por última vez. Fue el Inter de Milán de José Mourinho, que con jugadores como Zanetti, Cambiasso, Sneijder, Eto’o y Diego Milito, consiguieron derrotar 2 a 0 al Bayern de Munich en el Santiago Bernabéu.

Desde entonces ha llovido mucho, y solo en dos ocasiones un equipo italiano ha vuelto a ser finalista. Tanto en 2015 como en 2017, el representante transalpino fue la Juventus de Turín, quién fue derrotada por el Barcelona, en el primer caso, y por el Real Madrid en el segundo. Se da el caso que el equipo bianconero, con siete derrotas, es el equipo que mayor número de veces ha perdido una final de la máxima competición europea.

A lo largo de las 64 ediciones que contemplan la extinta Copa de Europa, y la Champions League, varios han sido los equipos italianos que han intentado levantar el trofeo. La Fiorentina fue el primero de ellos, disputando la segunda final del torneo. Tras los viola, Milan, Inter, Juventus, Roma, y Sampdoria, han llegado a la final de la máxima competición continental. Ahora, completada la tercera jornada de la fase de grupos de esta edición 2019/20, son Juventus, Napoli, Inter y Atalanta, quiénes tratan de sumar una Champions más para Italia.

El Calcio y Europa, una historia de amor

La época dorada del Calcio tuvo su réplica europea. Durante la década de los años 90, hubo un equipo italiano en 8 finales, siendo siete de ellas consecutivas entre el 1992 y 1998. Sin embargo, solo alzaron el trofeo en tres de dichas finales. Algo que por desgracia para el fútbol italiano, podría llegar a considerarse una tónica.

Es cierto que el Milan es el segundo equipo con mayor número de orejonas en su Museo. Pero también lo es, que los rossoneri suman más títulos que los otros dos equipos italianos que han ganado alguna vez el trofeo. Milan en 7 ocasiones, Inter en 3, y Juventus en otras 2, suman la docena de cetros europeos para Italia.

Tras España (18), e Inglaterra (13), Italia es el tercer país con mayor número de títulos. Ha estado representada en un total de 28 finales, solo por detrás de España, con una presencia más. ¿Cuál es el dato negativo en todo esto? Su índice de éxito. Los equipos italianos han disputado el 42% de las finales de la máxima competición europea, pero su porcentaje de victoria solo es superior al de los equipos franceses, quiénes han ganado la competición en una ocasión, habiendo sido finalistas en un total de seis.

Los equipos italianos en la Champions League 2019-2020

La Atalanta de Gasperini busca seguir haciendo historia

¿Dónde nos hemos metido? Algo así debieron pensar los jugadores, técnicos, y aficionados de la Atalanta tras la primera jornada de su histórica participación en Champions League. En ella, la squadra de Gian Piero Gasperini fue barrida del campo por el Dinamo Zagreb. Algo similar a lo ocurrido en Manchester. En ambos encuentros sufrió enormemente debido a las transiciones rápidas del rival. Ante el City pudo anotar desde el punto de penalti, pero el balance de las dos salidas es de nueve goles encajados y solo uno anotado.

Diferente fue la historia del partido en San Siro. Debido a la remodelación del Stadio Atleti Azzurri d’Italia para conseguir albergar partidos europeos, la Dea disputa sus partidos como local en el mítico estadio milanes. Allí fue donde recibió al Shakhtar, y donde Duván Zapata anotó el primer gol bergamasco en Champions League. El delantero colombiano adelantó a su equipo en el 28′, y tras el gol de Junior Moraes a pocos minutos del término del primer tiempo, se llegó al descanso con empate en el luminoso. El partido evolucionó con ligero dominio local, pero el destino no pudo ser más cruel, y en el 95′, con el tiempo extra ya cumplido, Solomon dio la victoria al equipo ucraniano.

En un grupo con ManCity, Shaktar, y Dinamo, todo hacía pensar que los bergamascos podían clasificarse para la Europa League, y por qué no, asaltar la segunda plaza con rumbo a octavos de final. Nada más lejos de la realidad. El pasado curso, los de Gasperini evidenciaron una fragilidad defensiva (segundo equipo de los ocho primeros clasificados en Serie A con más goles encajados -46-), algo que siempre contrarrestó con solvencia y contundencia ofensiva. Europa no es Italia, y de ello ya dan fe en Bérgamo.

Persiste el sueño de la Champions en Turín

No se puede decir que la Juventus de Turín no sea persistente. La Vecchia Signora es firme candidata al título todos los años, y es un habitual de las últimas rondas. Este año ya lidera la clasificación del Grupo D junto al Atlético de Madrid. Ambos no deberían tener problemas para alcanzar los octavos de final con tranquilidad. Aunque es justamente eso, tranquilidad, lo que le viene faltando al equipo de Sarri. En lo que va de temporada oficial, la Juve solo ha ganado dos encuentros por una diferencia superior a un gol: ante la SPAL y el Leverkusen.

El nuevo técnico juventino ha puesto en el campo su habitual 4-3-3, pero el juego no es bueno, por momentos, aburrido y carente de automatismos. Con ya unos meses de competición, el equipo turinés solventa partidos por calidad individual. Caso del último de Champions ante un más que correoso Lokomotiv. Los rusos se pusieron por delante con un gol en la única jugada que pisaron el área de Szczesny en la primera parte. Pero el juego dei gobbi fue lento y poco incisivo. Solo dos zarpazos de Dybala salvaron los tres puntos

Ligeramente aburridos de su dominio en Serie A, el equipo piamontés relegó del banquillo a Max Allegri para darle otro aire al equipo y tratar de levantar la orejona por tercera vez en su historia. Por el momento, ya le ha salido un competidor en la competición doméstica, y en la europea debe mejorar su juego si quiere tener posibilidades ante los mejores equipos del continente. La plantilla es más que competitiva, pero la baja de larga duración de Chiellini se nota y mucho en el campo. Con Ronaldo como estandarte, y con Higuaín y Dybala creciendo exponencialmente, veremos hasta donde es capaz de llegar esta Juventus.

Napoli: objetivo Cuartos de Final

No puede haber mejor carta de presentación que iniciar la competición obligando al vigente campeón a morder el polvo. Así es cómo el equipo partenopeo comenzó la Champions League 2019/20. Después de derrotar al Liverpool, cualquiera no viaja por Europa con la cabeza alta. Quizás ese fue el problema en Bélgica. La segunda jornada dejó un partido en el que cualquiera de los dos equipos pudieron llevarse el gato al agua. El equipo de Ancelotti no supo aprovechar sus oportunidades, y dada su superioridad sobre el papel y sobre el campo, se dejaron dos puntos en el Luminus Arena.

El partido disputado en tierras austriacas tuvo su miga. Ganando 2 a 3, el Napoli ha conseguido mantenerse en la cabeza del grupo E. Después de adelantarse dos veces en el marcador, los azzurrini vieron cómo una de las sensaciones de esta Champions League, Erling Haaland, les empataba el partido en ambas ocasiones. Fue Insigne, quién tras varias paradas determinantes de Alex Meret, anotó el tercer gol del Napoli y cerró una victoria importantísima. Los dos tantos de Mertens, hacen que el belga supere a Maradona en la clasificación de máximos anotadores históricos del Napoli, y se sitúe a tan solo cinco de Marek Hamsik.

El techo en la máxima competición europea del Napoli son los octavos de final de las temporadas 2011/12 y 2016/17. Restan tres encuentros de la fase de grupos, y dos de ellos serán en San Paolo, por lo que tiene muy de cara para estar en la primera ronda eliminatoria. Un equipo liderado por Fabián, Mertens, Insigne y Koulibaly, y con la ayuda de Hirving Lozano, Eljif Elmas, Alex Meret, o Kostas Manolas, sin duda, tiene plantilla capacitada para alcanzar los cuartos de final de la Champions League, y el objetivo no puede ser otro.

Una Champions para crecer

De todos los equipos italianos de esta Champions League, quizás el Inter de Milán fue al que menos opciones de acceder a octavos se le concedió. Incluso menos, que a la Atalanta de Bérgamo. El  cuadro de Conte se presenta en esta Champions con el único objetivo de crecer. Y lo hace de la mano de su mejor fichaje, el propio Antonio Conte. El técnico italiano ha dotado de una identidad reconocible al equipo nerazzurro, y lo más importante, de una constancia que necesita todo equipo campeón. Su competitividad y claridad en la idea de juego hace que el grupo obtenga resultados pese a las lesiones o cambios de piezas.

En Serie A solo ha hincado la rodilla ante la Juventus, el resto de encuentros los ha ganado. Algo que ha conseguido con solvencia, y de forma habitual, con muy buena imagen. Por contra, en esta Champions, ha sido mejor la imagen del equipo que los resultados. En la primera jornada se vio sorprendido por una presión y bloque alto del Slavia de Praga. El equipo checo salió sin complejos al césped del Meazza, y los italianos no fueron capaces de contrarrestar el planteamiento táctico de los visitantes. La cosa cambió con la visita al Camp Nou. Pese a la derrota cosechada, la beneamata fue superior al Barcelona en gran parte del encuentro, y solo en su tramo final no pudo acometer las embestidas de Messi y Luís Suárez.

Con todo ello, el Inter recibió al Dortmund en el Meazza. La necesidad de ganar para no quedarse descolgado en la clasificación era evidente. Sin embargo, el encuentro fue lento, y cómodo para el Inter, que pudo ganar 2 a 0 sin apenas sufrir o verse inquietado.

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