Análisis Premier League: El Chelsea de Conte
Llámenlo como quieran. Este equipo de Londres, hace justo un año intentando alejarse de puestos de peligro tras haber ganado el campeonato el año anterior, ha vuelto a enseñarnos su cara buena. Una transformación notable que ha tenido en el banquillo el cambio más importante, para bien. La temporada pasada vimos el hundimiento de Mourinho en el Chelsea, que tras ganar la Premier en su segunda llegada a la casa ‘blue‘ se marchó por la puerta de atrás a mitad de temporada tras un inicio de campaña terrible, en la que las tensiones en el vestuario acabaron por mermar el nivel de los jugadores a unos niveles impensables teniendo en cuenta que son profesionales. Se pusieron fin a casi tres años con luces y sombras y se decidió desde la directiva traer a un entrenador con personalidad (otro más), con un estilo de juego marcado. No valoraron traer a una especie de marioneta que pudiese ser controlada por los jugadores para que estos hicieran y deshicieran a su antojo, les presentaron al señor Conte y les pusieron en vereda.

El plan les está funcionando
Si hay algo claro es que el entrenador italiano está dando unos resultados inmediatos. La temporada anterior no fue muy benévola con los entrenadores, tras ver fracasar a todas las potencias y ver como los grandes clubes se traían a sus filas a entrenadores de la élite y a jugadores muy valorados en el mercado (Guardiola, Mourinho, Klopp (a mitad de la temporada anterior) /Pogba, Ibra, Gundogan, Stones…). Los equipos de Manchester parecían los claros favoritos, vistas sus ya de por sí grandes plantillas y su aumento de nivel en la dirección de la misma. Pero nada más lejos de la realidad, ambos equipos han acabado mostrando carencias que han permitido al conjunto de Conte auparse en el campeonato, pasando por delante también de un Arsenal que lleva tiempo dando bandazos, a un Liverpool que le falta un plus de calidad y regularidad y a un Tottenham que se mantiene siempre un peldaño por debajo en cuanto a calidad que los demás nombrados (aunque en cuanto a juego están por encima de casi todosnuevo estilo, muestra de ello su posición, segundos). Ahora mismo el Chelsea lleva la delantera a falta de 10 jornadas. Son 13 puntos los que le saca a Tottenham y City, aunque a ambos les falta un partido, y 14 a Liverpool, este con los mismos partidos jugados. Tiene todos los números para llevarse la Premier.
Recuperar a los jugadores ha sido la clave
La gesta era imposible si los jugadores clave del equipo seguían mostrando una actitud apática. Hazard, el buque insignia, vio varios partidos desde el banquillo el curso anterior. Eso dice mucho del nivel que mostró. Lo mismo se puede decir de Matic, que en su primer año deslumbró como uno de los pivotes más potentes de Europa y el año pasado se diluyó. Costa se pasaba los partidos perdido en el campo entre disputas, poco ayudado por el nivel paupérrimo del equipo. La defensa hacía aguas por el lado de Ivanovic, Cesc jugaba con 3 marchas menos de lo que requería el partido. Y así podemos seguir con casi todos los jugadores.

Con la llegada de un entrenador curtido en mil batallas y con un carácter apabullante, rasgo compartido con Mou, se podía predecir que el vestuario acabaría crispado de nuevo. Si bien es verdad que ha habido alguna pelea (especialmente entre Conte y Costa, aunque ambos le han quitado hierro pese a que la prensa metió cizaña), en general el bloque se ha mostrado bastante unido, y los jugadores esenciales han vuelto a recuperar su nivel. Vemos de nuevo a Hazard hacer magia, algo de lo que nos privó gran parte de la temporada pasada. Matic vuelve a ser una roca en el medio. Costa ha reducido los piques con defensas y ha aumentado su capacidad goleadora (lleva 17 goles, a 4 de Lukaku que es el máximo anotador). Cesc ha asumido un puesto de suplencia, pero de esos que tiene importancia. Y además, hemos visto como Pedro, que se fue de Barcelona con un nivel muy bajo, ha vuelto a nacer y está siendo muy importante en los planes del Chelsea.
El sistema también ha cambiado muchas cosas
Nuevo entrenador, nuevo estilo. Escuela italiana, fútbol práctico, aguerrido y desde la defensa. No vemos un auténtico autobús en el campo de los blues, pero a Conte ya le hemos conocido (y sufrido) como un gran estratega. En el europeo, sin una plantilla como la de las otras potencias, se cargó a España y llegó a los penaltis con Alemania. Todo gracias a un planteamiento táctico prácticamente impoluto y que se le atragantó a todos los que se enfrentaron a ellos. Desde allí se trajo la defensa de cinco, clave esta temporada para el Chelsea de Conte. Marcos Alonso y Moses actúan como carrileros de una defensa que actúa como el mejor ataque, que complementan en el centro David Luiz, Cahill y Azpilicueta. Por delante tienen a dos recuperadores natos, Kante y Matic, y arriba están Hazard y Pedro en bandas y Costa de punta jugando mucho de espaldas y esperando los pases de los extremos.
Los carrileros que se ha inventado Conte están siendo de lo más destacado esta temporada. Marcos Alonso, llegado de la Fiore, ha pegado un salto de calidad brutal, y está siendo un filón importantísimo por la izquierda. Lo mismo se podría decir de Moses, y más si se tiene en cuenta que él era extremo. Dos motores por banda ensanchan un campo que cubren por el medio Matic y Kante. El serbio y el francés se complementan a la perfección. El que fuera pieza clave (y en mi opinión el MVP de la pasada temporada) del Leicester se vino a Londres a seguir oficiando de escoba por el césped de Stamford Bridge. Sus capacidades de recuperación y colocación no son lo único que dispone este centrocampista que se presupone defensivo, no es precisamente cojo con el balón en los pies. Matic tampoco, y además acompaña perfectamente los movimientos de Kante para no dejar al equipo demasiado plano por el centro. Si Kante sale, él se hunde; si Kante se hunde, él sale. Y David Luiz actúa de líbero si alguno se descoloca. El compás perfecto del bloque central del Chelsea de Conte.

Fabregas y Willian son los revulsivos. Suena raro juntar al primero con la palabra ‘revulsivo’, pero Conte lo usa así desde el banquillo. Si le falta el último pase, si le falta pausa, si le falta movimiento de balón, echa un ojo al español y este sabe que le toca salir. Esto también ayuda al propio Fábregas a no estar sobrepasado por el ritmo del partido, ya que sufre tras más de 60 minutos de ida y vuelta, algo común en la Premier. Desde el banquillo pilla a todos con las piernas pesadas y sus carencias físicas ya no son un problema. El brasileño también sale con esa ventaja. Suele ser cambiado en lugar de Pedro, y a veces se turnan la titularidad. Jugadores de corte similar, aunque tal vez Willian de algo más trabajo defensivo.
Conte ha construido a un Chelsea peligroso
Si fuera entrenador no me gustaría enfrentarme a este conjunto. No son los que despliegan el fútbol más brillante, ni siempre ganan como una apisonadora, no tienen los números goleadores de equipos como Barça, Madrid, Bayern… Pero son un peligro, porque saben competir como nadie, saben sufrir. Ya van varios partidos esta temporada en los que tienen que defender resultados contra equipos que sobre el papel no les deberían causar grandes problemas, pero a ellos no les importa. Saben que son un buen bloque, defensivamente son duros de roer (los segundos menos goleados del campeonato) y salen bien a la contra. El sistema de cinco defensas siempre les arropa para no quedarse desnudos atrás. Si jugasen competición europea, al Chelsea de Conte le podríamos colocar el cartel de aspirante.
Buen análisis de lo que es este Chelsea de Conte. A mí me gustaría añadir un matiz táctico que me parece importante: un extremo como Moses sufriría siendo carrilero en defensa de 3, pero está muy bien compensado porque el central por la derecha es un lateral de origen como Azpilicueta, que siempre le cubre la espalda y corrige cuando es debido. Así Conte frena la única posible vía de agua del equipo. El Chelsea no tiene fisuras, es muy difícil meterle mano aunque no practique un fútbol vistoso que enamore.
Juega como tiene que jugar un equipo competitivo,algo que por desgracia se ve cada vez con menos frecuencia,Conte sigue demostrando lo gran entrenador que es,me pregunto si podrá poner rectos y en vereda a los del Madrid.