El gol de Bergkamp

Pocos goles merecen un artículo completo. El gol de la manada contra el Compos del primer Ronaldo, la carrera de D10S ante los ingleses en el 86, el zurriagazo de Mendieta o la volea de Van Basten en toda una final de la Euro. Goles que marcan una época, una vida. Goles que significan cosas, más allá de un +1 para el autor y su equipo. Goles que borran de un plumazo cualquier cosa que ha sucedido antes de un partido. Y lo que sucederá después. Goles que merece la pena ver una y otra vez, en bucle, sabiendo que nunca más volverán a repetirse. Goles que encumbran la carrera de un futbolista y que incendian las redes sociales hoy, después de años, incluso décadas. Así fue el gol de Bergkamp, así sigue siendo.

Sobrevalorado para algunos, incomprendido para otros, Dennis Bergkamp siempre fue un futbolista diferente. Se la pegó como tantos otros en ese triturador de futbolistas que era el Calcio de principios de los 90 y la rompió sin contemplaciones en el Arsenal de Arsene Wenger. Frío como el hielo, el holandés vio deslucida su carrera por su fobia a volar, algo que le hizo recorrer una infinidad de kilómetros en automóvil por Europa y que obligó al Arsenal a buscar alternativas a sus múltiples ausencias en competición europea. El bueno de Dennis nunca llegó a superar dicho miedo e incluso obligó al club inglés a aceptar dicha circunstancia por contrato.

Bergkamp fue otro rarito de esos que tanto nos gustan en esta página. Con un físico poco explosivo y un carácter muy retraído, el que fuera jugador del Ajax tuvo que usar su talento más de la cuenta, pues al fin y al cabo no tenía muchas armas más. Su tendencia a desaparecer de los partidos desesperaba a muchos futboleros, que nunca vieron en él a un jugador top, quizás porque tampoco fue nunca su destino, ni su intención. A Bergkamp le faltó ambición y le faltó trabajo, le sobró mucha comodidad y sosiego. Pero si de algo iba sobrado el neerlandés era de imaginación, si no no se explica como pudo marcarle aquel gol al Newcastle. Su gol. El gol de Bergkamp.

Aquí os dejamos el vídeo de la obra de arte: El gol de Bergkamp

Venía Bergkamp de perderse tres partidos por sanción en un Arsenal que luchaba por alcanzar los primeros puestos de la Premier, una jornada en la que el equipo londinense visitaba un estadio complicado como St. Jame´s Park, feudo de Alan Shearer y los suyos. Corría el minuto 11 de partido cuando Patrick Vieira, siempre Vieira, recuperó la bola en su propio campo para combinar con Bergkamp, que a su vez abrió a la izquierda hacia el galo Robert Pires, que había llegado aquella temporada a Londres proveniente del Metz de la Ligue 1. El ex del Marsella y Villarreal entre otros mandó un balón fuerte a la frontal del área hacia su compañero Dennis Bergkamp, que ya se había incorporado a las inmediaciones del arco local. Previsiblemente iba a recibir de espaldas, en una jugada que se intuía de muy difícil solución para los gunners. Pero en ese instante, justo ahí, Dennis sacó la varita y haría una de esas jugadas que perviven en la memoria de cualquier fanático por los siglos de los siglos: con la zurda Bergkamp levanta ligeramente el balón al tiempo que se da la vuelta y su marcador, el griego Dabizas, ve pasar la pelota por su derecha, sin que pueda hacer nada por extinguir el hechizo. Segundos más tarde el delantero mandaría suavemente el balón a la red para firmar una de las mayores obras de arte de la primera década del siglo XXI. El gol de Bergkamp.

Aquel gol fue el primero de los dos goles que el Arsenal le endosaría al Newcastle. Del segundo, obra del Shawn Campbell, no se acuerda nadie. Como dato recordar que aquella temporada el Arsenal acabaría conquistando la Premier League enamorando a propios y extraños con un juego preciosista llevado a cabo por jugadores de la talla de Ljunberg, Vieira, Pires, Wiltord, Henry o el propio Bergkamp. A día de hoy, el antiguo 10 gunner tiene una estatua en su honor a pocos metros del Emirates Stadium y es un ídolo para una afición que siempre le ha mostrado su cariño.

El gol de Bergkamp
El gol de Bergkamp

Años después de aquel del gol de Bergkamp, el que fuera su entrenador aquel 2 de marzo 2002, todavía lo recuerda.

«Admiramos la habilidad, por supuesto, pero cuando la habilidad está relacionada con la creatividad y la eficiencia es cuando hay que ponerse de rodillas y decir: muchas gracias.

Olvidamos a veces la rapidez con que se tiene que tomar decisiones alrededor del área y lo preciso que tienes que ser. Cuando todo eso se junta sabes que vas a contemplar todavía cosas mejores, más aún cuando es algo que tú no eres capaz de hacer.

Podría haber renunciado a esa jugada, ni siquiera intentarla. No sólo es un acto de gran calidad técnica, si no también sorpresivo. En ese punto de encuentro, cuando una cosa y otra convergen, es cuando llega la admiración”. 

Arsene Wenger, entrenador del Arsenal desde 1996

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