«¿Creen que yo soy bueno? Pues entonces esperen a ver a Fabio Paim«
Son declaraciones de Cristiano Ronaldo en el verano de 2003, nada más aterrizar en Manchester, donde jugaría para los Red Devils de Sir Alex Ferguson. Aurelio Pereira, el responsable del descubrimiento de jugadores como Figo, Nani, Simao, Quaresma o Ronaldo, entre otros, también afirmó que el joven Fabio Paim era mucho mejor que el jugador luso del que se habló mucho aquel verano.
Los prometedores inicios de Fabio Paim
El habilidoso extremo derecho, que ingresó en la academia del Sporting de Portugal con 6 años, fue el punto de mira de ojeadores y entrenadores que se acercaban a los entrenamientos de la cantera de una de las fábricas de jugadores más prolíficas del mundo. Fabio Paim, tres años menor que el actual jugador del Real Madrid, siempre jugaba con chicos de uno o dos años más mayores que él, por lo que cuando tenía 15 años en Portugal ya apostaban fuerte por él para ser el líder de la nueva generación lisboeta de fútbol. Y es que, con 16 años, fue incluido en la preselección de jugadores para la Eurocopa de 2004, aunque al final se quedó fuera.
Fabio Paim, al igual que otros muchos jugadores profesionales, no tuvo una infancia muy fácil, y es que, con 7 años, muchas noches se quedaba a dormir en el estadio del club puesto que sus padres no podían llevarle siempre a entrenar. Con 11 años ya atraía a cientos de aficionados que iban a verle jugar, incluso en varios pueblos portugueses se contrataban autobuses para poder llevar a sus ciudadanos a los partidos de la joven promesa lusa, partidos que no acababan sin uno de sus goles más típicos: regateándose a todo el equipo rival.
“No me costaba hacerlo. Lo recuerdo muy natural. Incluso lo llegué a hacer en derbis con el Benfica, ya con 15 años, donde está todo más ajustado y es más difícil que cuando eres pequeño”, declaró en una entrevista.
Dos años después, Francia y Angola llegaron a ofrecer dinero a sus familiares para que la joven promesa jugara para sus selecciones, dinero que fue rechazado por que el sueño del joven luso siempre fue jugar para su país natal, Portugal.
Fabio Paim y una carrera destrozada por el dinero
Por extraño que nos parezca después de haber leído todo esto, Fabio Paim nunca llegó al fútbol profesional, y es que tampoco llegó a debutar en el Sporting de Portugal. Fue criado en un barrio peligroso y conflictivo, y su adolescencia no fue muy diferente a la de muchos de sus amigos, los cuales acabaron muertos por sobredosis o encerrados un largo tiempo en cárceles de Portugal. A los 16 años Fabio Paim firmó su primer contrato profesional con el que ganaba 20.000€ mensuales (más primas). El joven no pudo soportar tanta presión de la fama y su dinero se fue consumiendo por los que le querían solamente por interés y fueron llegando los coches, las fiestas y las mujeres a su vida, y es que en cuatro años ya se había comprado diez coches de lujo de la marca Ferrari y Lamborghini, entre otras.
Fabio Paim no siempre acudía a los entrenamientos y cuando acudía no era precisamente de los que más se esforzaba. Hasta los 18 años el fútbol portugués le siguió dando tregua, pero nunca pudo dar el salto definitivo al fútbol profesional pese a haber jugado en todas las categorías inferiores de su club y de la selección lusa, desde la sub15 hasta la sub21.
«Yo no podría tener la vida de Cristiano Ronaldo. Es demasiado buena para mi», declaró el futbolista en otra entrevista.
Pese a que él es consciente de que los problemas que tuvo fueron por decisiones suyas, también culpa a quienes no estuvieron con él cuando tenía 16 años y no sabía qué hacer. Sí que había gente que le aconsejaba y le ayudaba, pero no lo suficiente.
«Por poner un ejemplo, yo era un adolescente al que le había tocado el Euromillón», cuenta el futbolista.
Con 19 años se fue cedido a equipos de Segunda, donde no contaba con minutos y eso lo desanimaba todavía más. Un año después, tras disputar apenas 7 encuentros con un club luso de la primera categoría, su camino se cruzó con el de Jorge Mendes y Scolari, que se lo llevaron a Londres para jugar con el Chelsea, donde jugó con el equipo reserva.
«Allí no tenían Liga para el segundo equipo y yo necesitaba jugar. Estuve cuatro meses, pero me sentía impaciente. Entonces era muy inmaduro», admite.
Al volver de Londres, el Sporting lo mandó cedido a la Tercera División portuguesa. Un cambio demasiado grande, difícil de asimilar para un jugador que apuntaba ser la mayor promesa nacional y europea.
«Salía de noche, bebía demasiado, no iba a entrenar…”, se sinceraba, casi arrepentido.
Aunque defiende que no ha fumado nunca, que nunca se ha drogado.
“Vivía en un barrio donde veía todo eso a diario y sabía que ese no era buen mundo, aunque fuera parte de mi entorno”.
“Tengo talento y eso es lo más importante, pero no físico. Y nunca nadie me ayudó a mejorarlo. Querían que saliera y jugara, nada más”.
También declara que nunca recibió las oportunidades necesarias cuando de verdad se lo merecía, y es por eso por lo que el club de la capital portuguesa en parte se siente culpable por dónde ha ido a parar el jugador después de todo lo que prometía, y es que el club luso nunca ha llegado a declarar acerca del caso «Fabio Paim».
“No quiero morir de viejo. Con 50 años estaría bien. Incluso ya he dejado escrito cómo quiero que sea mi funeral. Una gran fiesta”, se sincera el jugador.
La vida actual de Fabio Paim
A día de hoy ya no sueña con el fútbol ni le pierde en la ambición, y es que ha llegado a rechazar ofertas de clubes profesionales que confiaban en que fuera a recuperar su nivel jugando para ellos.
Hoy en día Fabio Paim juega para un equipo local de su país, donde no cobra. Se gana la vida en Reality Shows y programas de televisión, que no son lo que le llena, pero como él dice, a veces hay que buscarse la manera de ganarse la vida, guste o no guste. Compró su primer coche a los 15 años harto de ir en metro, y a día de hoy va andando a casi todos lados, ya que su Mini Cooper fue destrozado en un accidente, aunque no le corre prisa arreglarlo.
Fabio, que ha sido dos veces acusado por violación (ambas han quedado en nada) sabe que pronto deberá dejar de jugar al fútbol, y ha empezado a sacarse el carnet de entrenador. El Sporting de Portugal, en deudas con él, le comunicó que tiene las puertas abiertas para entrenar en las categorías inferiores una vez se saque la licencia.