Un No por respuesta

El fútbol es un deporte muy fácil de practicar, solamente hace falta un balón y un poco de imaginación para recrear un terreno de juego. Que la portería sea el espacio entre dos bancos, que los palos sean dos piedras, dos mochillas, etc. Y por eso los niños lo juegan en el colegio, en el parque, en un campo, e incluso en la playa. E imaginan que ese espacio es en realidad un gran estadio y que sus goles son coreados por miles de aficionados. Y no es raro escuchar: ¡Yo soy Iniesta! ¡Pues yo Robben! Nombres que emulan a personajes famosos como los Ronaldo, Maradona, Beckenbauer, de hace unos años… no hemos cambiado nada.

Muchos niños sueñan con ser futbolistas y ganar un Mundial. Con defender la camiseta que representa a los tuyos y conseguir el trofeo más romántico de todos. Pocos son los que tienen la suerte de llegar a cotas tan altas y tener la oportunidad de ponerte la elástica de tu selección. Muchas veces entendemos que poder representar a tu país es una especie de mérito por tu rendimiento individual. Pero también hay más factores que entran en ese examen, unos ayudan a conseguirlo y otros son un impedimento. Aunque sean causas extradeportivas.

Repaso a jugadores de fútbol rebeldes

Muchos son los futbolistas que, por diferentes razones, han tenido circunstancias que les han apartado del combinado nacional. Algunos, incluso, han sido piezas claves que han mermado generaciones magníficas. Son claros ejemplos de jugadores de fútbol rebeldes.

Bernd Schuster

El alemán fue un futbolista descomunal que las lesiones privaron de convertirlo en una leyenda histórica. Sin embargo, su aportación siempre fue muy positiva en todas sus experiencias como jugador, salvo con Alemania. La historia con su selección empezó obteniendo la Eurocopa de 1980. Schuster, con 20 años, fue uno de los jugadores más importantes de ese conjunto. Su futuro con la mannschaft parecía brillante. Pero después de rechazar una convocatoria para ir a jugar un amistoso contra Albania, la relación con la federación alemana se truncó para no arreglarse jamás.

En 1984 se retiraba oficialmente y su carrera internacional terminaba ahí. Seguiría ganando trofeos a nivel de clubes, pero se quedó sin disputar un mundial. Quizás con él, esa selección alemana que aglutinaba nombres como Littbarski, Rumennigge y Matthäus hubiera tumbado a la Argentina de Maradona en la final del ’86.

Michael Laudrup

El danés es protagonista indirecto de una de las historias más bellas del fútbol internacional. La selección de Dinamarca se presentaba en la Eurocopa de 1992 sustituyendo a Yugoslavia. Esta había sido descalificada por el conflicto bélico de los Balcanes. Una decisión que fue aprobada dos semanas antes de empezar la competición. Los daneses llegaban a Suecia, la sede, sin apenas preparación y sin su estrella, Michael Laudrup. Este venía rechazando las convocatorias por conflictos con su seleccionador, Möller-Nielsen. Dinamarca, rompiendo todos los pronósticos, se llevó el título ante un combinado potentísimo como era la primera Alemania reunificada. Un torneo que escribió en la historia el nombre de Peter Schmeichel con letras de oro. Y que Michael se perdió por ser uno de los jugadores de fútbol rebeldes que da este deporte.

jugadores de fútbol rebeldes: Breitner
jugadores de fútbol rebeldes: Breitner renunció momentáneamente a jugar con Alemania por causas políticas.

Fernando Redondo

Otro caso más excéntrico fue el de Fernando Redondo, el cuál desestimó representar a su país al negar recortarse la melena, consigna mandada por el seleccionador Daniel Passarella.

Riquelme y Carlos Vela

Casos más recientes de jugadores de fútbol rebeldes son Juan Román Riquelme y Carlos Vela. Ambos jugadores rechazaron las convocatorias para los Mundiales de 2010 y 2014 al tener conflictos extradeportivos con su selección. Riquelme no estaba de acuerdo con los métodos de Diego Maradona y renunció viajar a Sudáfrica. El mexicano estuvo tres años sin enfundarse la elástica tricolor por desavenencias con la federación de su país. Se perdió el Mundial 2014.

Jugadores de fútbol y política

Johan Cruyff

Otro caso es el de Johan Cruyff, el mito de la Naranja mécanica de los 70. No quiso asistir a la Copa del Mundo de 1978 en Argentina, porque estaba en contra de la dictadura del presidente Jorge Rafael Videla. Aunque otras lenguas cuentan que en realidad su rechazo a ir al Mundial fue por temas de marketing. La marca que vestía su selección era Adidas, y él tenía su propia marca de equipación, Cruyff. Un buen motivo para ser calificado como uno de los jugadores de fútbol rebeldes. La final la disputaron los anfitriones contra Holanda y el gol de Kempes en la prórroga hizo que el trofeo se quedara en casa.

Paul Breitner

Causas políticas que afectaban decisiones de futbolistas, como el caso de Paul Breitner. El jugador alemán estaba muy concienciado con la actualidad social. Por eso, en su día, abandonó el Bayern de Múnich y fichó por el Real Madrid, motivado por la curiosidad de vivir en un país con una dictadura. En 1978 renunció a asistir al Mundial de Argentina como forma de protesta por la violación de derechos humanos del mandato argentino. Así pues, no formó parte de la Alemania que defendía el título mundial, después de obtenerlo 4 años antes en el Olímpico de Múnich.

3 comentarios en «Un No por respuesta»

  1. Por cierto, yo de pequeño siempre me pedía ser el "Piojo" López, y eso que nos vacunaba pero bien en cada visita a Mestalla ^^

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  2. Un momento,que yo recuerde Holanda no disputó el Mundial de 2002,se la pegaron en la fase de clasificación y fracasaron en ella,si por eso es que Van Gaal se fue de la Oranje y pudo volver al Barça.

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