El VAR de los penaltis

El Video Assistant Referee (VAR) puede considerarse un fracaso, un éxito, un avance, una modernización… Pero no se puede negar su contribución en esas jugadas decisivas en las que a veces no se actuaba correctamente por miedo a la equivocación. Gracias al sistema en el que un equipo arbitral visualiza por distintas cámaras el partido, el colegiado puede estar seguro en la mayoría de los casos de que con su decisión no va a cambiar el devenir de un encuentro.

Una de las decisiones más extremas de un árbitro o asistente en un partido es el penalti. Por algo es llamado la pena máxima. El tiro desde 11 metros enfrenta a un jugador contra el portero cara a cara, y es la ocasión más clara que se puede tener para marcar gol. Por ello, los árbitros llegan a ser demasiado cautelosos con sus decisiones en las áreas.

Ahora que tienen la posibilidad de ver la jugada detalladamente tienen menos ‘pelos en la lengua’. En el momento de dictar sentencia en los momentos difíciles se agradece la seguridad que da el VAR. Esa facilidad para pitar penaltis se está viendo reflejada en numerosos partidos.

El VAR en el Mundial de Rusia

El Mundial de Rusia 2018 fue la primera prueba de fuego para el VAR. Con sus fans y sus detractores, el sistema de videoarbitraje fue protagonista en la máxima competición internacional a nivel de selecciones. A priori parecía que sería un fracaso, tal y como se había visto en sus primeras apariciones. Se perdía mucho tiempo, no terminaba de resolver los partidos y quitaba esencia de nuestro fútbol. En Rusia fue todo lo contrario: dinámico, decisivo y mejoraba nuestro fútbol.

Los penaltis fueron en gran parte decisivos en toda la competición. Un gran número de partidos fueron resueltos por la pena máxima. Si comparamos con el Mundial de Brasil la diferencia es gigantesca: 17 penaltis. Si en Brasil se pitaron 12, en Rusia de superó el doble de esa cantidad, y se pitaron 29.

Selecciones como Suecia metieron un tercio de sus goles (6) gracias al máximo castigo, y España fue primera de grupo por un penalti a favor de Irán en el minuto 93 ante Portugal. En partidos como el Francia – Australia (2 – 1) hubo un penalti para cada equipo, dato que da fe de la igualdad del encuentro. Precisamente, Australia marcó su segundo y último gol también de penalti, en el partido contra Dinamarca (1 – 1). Estos son solo algunos momentos señalados, pero hay muchos más, además de los que pararon los porteros. Todo el mundo quedó encantado; nos dio la justicia que pedíamos.

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El árbitro argentino Pitana señalando un penalti en el Mundial de Rusia tras consultar el VAR.

El VAR en LaLiga

La otra cara de la moneda del VAR se encuentra en LaLiga. Después del gran resultado en Rusia, en LaLiga ha creado igual o más polémica que si no estuviese. Incluso haciendo todo lo posible para que los aficionados entendamos su uso, con folletos e indicaciones, aún cuesta saber cómo va el sistema.

La actuación de los árbitros españoles no está siendo la mejor. En lo que llevamos de campeonato estamos viendo muchas dudas e imprecisiones en las jugadas clave. Además, también nos podemos quejar de omisión en jugadas merecedoras de sanción o, al menos, de revisión. La imagen del colegiado sujetándose el pinganillo de la oreja está siendo famosa.

Para más inri, las líneas del fuera de juego han sido criticadas por el programa El Chiringuito. Y Javier Tebas no hace más que huir antes que dar explicaciones. El aficionado al fútbol español ya no confía tanto en el novedoso sistema que iba a extinguir la polémica.

A pesar de todo, ha supuesto un pequeño avance, y una vez más podemos verlo en los datos. Volviendo al tema de la pena máxima, en los números podemos ver reflejado el cambio que supone el VAR. En la jornada 6 de esta campaña de LaLiga se han pitado 17 penaltis. La pasada temporada, en sus 38 jornadas, se pitaron 45. Si seguimos a este ritmo, en solo la primera vuelta habrían superado al curso anterior. Volvemos a ver el aumento de penaltis y salta a la vista un aumento de seguridad de los árbitros. No todo podía ser malo.

El VAR supone un claro avance

Si tuviésemos que hacer un balance de este sistema que tanto ama a los penaltis, se podría decir que es un diamante por pulir. En las demás grandes ligas no parece suponer tanta diferencia, y la UEFA ha decidido implantarlo en Champions la próxima temporada, y en la Europa League para la siguiente, lo que demuestra su éxito. Sobre todo es en España donde la polémica está reinando. Tampoco es nada nuevo.

Mirando las estadísticas de los penaltis no podemos quejarnos, aunque siga habiendo jugadas dudosas. Con el resto de medidas también se sigue diciendo «¿Dónde está el VAR?», pero va a mejor. Cada vez se escucha menos palabras o expresiones como el famoso «Robo». Parece romperse la protección a los equipos grandes, o los tópicos, como el del Madrid con los penaltis o el del Barcelona con las expulsiones. Si sigue mejorando su funcionamiento pronto la polémica pasará a segundo plano. Una pena que su extinción sea una utopía.

El proyecto VAR está dando y dará muy buenos resultados. Se puede comprender que los árbitros sintiesen miedo en muchas situaciones a lo largo de un partido. Pero ahora el VAR está ahí, y se puede pitar sobre seguro si es penalti, o seguir el partido si no es. Si es roja, aunque sea el minuto 1, hay que echar al jugador, y no echar al que está al lado porque haya confusión, sino al que verdaderamente hizo la falta. Si es fuera de juego, ya sea por metros o milímetros, se pita, y si el balón ha entrado, aunque salga después, es gol. Por todas estas situaciones que se están erradicando, vuelvo a decir que el VAR me parece un avance en el fútbol.

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