Italia intenta renacer de la mano de sus jóvenes talentos

Con el segundo parón de las competiciones domésticas, ha llegado el turno para que los combinados nacionales disputen partidos de clasificación para la próxima Eurocopa. En este caso, Italia comanda el Grupo J con mucha solvencia. Ocho victorias, en los mismos encuentros disputados hasta el momento, ya otorgan a la Nazionale un lugar en la Euro 2020.

Sin embargo, Italia no siempre ha rendido igual de bien, y en la anterior fase clasificatoria todo fue muy distinto. La Azzurra se quedó fuera de la fase final del Mundial de Rusia, algo que no sucedía desde hace sesenta años. Durante los partidos de clasificación, fueron muchos los que alzaron la voz ante el bajo rendimiento de la selección. Algo que se acentuó pasado el 13 de noviembre de 2017, día en el que Suecia dejó a Italia definitivamente sin billete a Rusia’18.

En la búsqueda desenfrenada de causas y culpables, se señalaron diferentes situaciones. Desde la pérdida evidente de calidad en el fútbol italiano, hasta la falta de oportunidades a los jóvenes talentos de los equipos Primavera. Todo ello va ligado, y ha supuesto un problema para el fútbol italiano. Problema que, pese a las irrupciones de talentos como Zaniolo o Chiesa, sigue latente.

La competitividad buscada en la mezcla de jóvenes y jugadores consagrados

Los principales problemas de competitividad de la selección italiana han estado estrechamente relacionados con su fútbol local. En los noventa, la mejor competición europea era la italiana, y todas las estrellas querían probar suerte en la Serie A. Pese a ello, el Calcio no pudo evitar verse afectado por la crisis económica. Los jugadores encontraron mejores salarios en otras competiciones, y el atractivo del fútbol transalpino se desvaneció.

Con la devaluación de la Serie A frente a otras competiciones europeas, los dirigentes trataron de sostener el nivel de competitividad con la contratación de jugadores de menor categoría, pero con una experiencia contrastada. Hace cuatro años, la Serie A (27’3) era la competición europea con la edad media más alta. Hoy, es la cuarta en la misma clasificación, justo por detrás de LaLiga española, la Premier inglesa y la Premier rusa.

Competición

Media Edad 2019/20

La Liga – España

26,77

Premier League – Inglaterra

26,74

Premier League – Rusia

26,5

Serie A – Italia

26,38

Primeira Liga – Portugal

25,75

Bundesliga – Alemania

25,57

Ligue 1 – Francia

25,26

Erevidisie – Holanda

24,15

La mejora en este dato se debe a la irrupción de jóvenes talentos como Chiesa, Sensi, o Zaniolo. Su inclusión en la competición no solo aporta aire fresco, si no también la facilidad para introducir planteamientos tácticos, habilidades técnicas, y en definitiva, un fútbol contemporáneo que atrae e identifica a aficionados, y que otorgan un factor de imprevisibilidad a los equipos.

El curso pasado, el Chievo Verona fue el equipo mayor edad entre las grandes ligas (31’59 años). Esta temporada, los equipos italianos que disputan competición europea están sobre la media de la Serie A, destacando la Juventus, que con 28,8, es el equipo con la edad media más alta, lejos de la más joven, la Fiorentina de Montella, con 25,1 años de media.

¿Qué importancia tiene la ausencia de filiales en el fútbol italiano?

En España estamos habituados a ver equipo filiales. Estos hacen las veces de enlace entre el equipo juvenil y la primera plantilla. Su presencia permite que los jugadores no se vean obligados a abandonar su club, y puedan seguir su progresión dentro del mismo y en una categoría profesional. Aún así, no todos los países tienen equipos B. En Italia, por ejemplo, el equipo sub 23 de la Juventus debutó el pasado año en Serie C, mientras que la Fiorentina plantea la creación de su equipo filial en un plazo máximo de dos años.

La normativa actual exige que la plantilla esté formada por jugadores que lleven un mínimo de siete temporadas inscritos en alguna federación regional dependiente de la FIGC. Además, en cada encuentro solo se pueden alinear un máximo de cuatro jugadores con edad superior a los 23 años. Si un jugador juega un mínimo de 30 minutos en cinco partidos con el primer equipo, este ya no podría volver a la disciplina del equipo sub 23, y sería considerado jugador de la primera plantilla a todos los efectos.

Michele Uva, directo ejecutivo de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC)
Michele Uva, directo ejecutivo de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC). Imagen de TUTTICITTI.

Estas cuestiones legales, junto con las económicas que suponen la creación y mantenimiento de un filial, genera una ausencia casi total de equipos ascensor que ayuden a los jugadores juveniles a dar el salto al fútbol profesional de una forma progresiva. En Serie C y Serie B, los equipos están muy curtidos en la batalla, y los juveniles llegan a ellas con mayor calidad técnica de la que se puede encontrar en la competición, pero con un ritmo de juego y de competitividad muy distinto.

La FIGC mueve ficha para mejorar la formación de jugadores y entrenadores

En los últimos años, varios clubes han aumentado la inversión destinada a la mejora de infraestructuras y equipamientos. No obstante, los resultados aún no están llegando. Italia es de los países con menor porcentaje en número de jugadores post juveniles que acceden a la máxima categoría. La pasada temporada, ningún equipo italiano logró clasificarse para la disputa de eliminatorias en la Youth League. De los 24 partidos disputados en dicha competición entre Juventus, Roma, Napoli e Inter, sumaron 10 derrotas, 9 victorias y 5 empates.

Que cada año, más de 200 jugadores no logren dar el salto de un equipo Primavera a uno profesional, evidencia una problemática en cuanto a entender una parte del deporte como etapa formativa. La gestión de la promoción de dichos jóvenes no es adecuada. Salvo excepciones, los jóvenes no tienen opciones reales en sus clubes, y los entrenadores de las primeras plantillas optan por jugadores contrastados que aporten una madurez y una competitividad inmediata.

Ante esta situación, y la duda sobre la calidad en la formación que reciben los futbolistas en edades tempranas, la FIGC (Federazione Italiana Giuoco Calcio) lanzó un sistema formativo basado en las federaciones belga y alemana. En estos países se realizó una fuerte inversión en la creación de instalaciones, innovaciones para los entrenamientos, y capacidad de scouting de jugadores jóvenes. El objetivo que persigue la FIGC es crear órganos territoriales que monitoricen los talentos de regionales, y así controlar la principal parte formativa. La inversión italiana es de unos 18 millones de euros, mientras que en Alemania se invirtieron 300 en quince años. Con una inversión tan distinta, y el trabajo focalizado en una sola sesión semanal, parece difícil que la Federación Italiana sea capaz de lograr resultados similares a los de su homóloga germana.

El salto del Primavera al primer equipo

La temporada 2018/19 debutaron en la Serie A jugadores como Zaniolo y Luca Pellegrini (Roma), Matarese (Frosinone) y Sottil (Fiorentina). Los cuatro hicieron su esordio en la máxima categoría del Calcio, aunque Zaniolo y Matarese ya lo habían hecho en Serie B. A los cuatro jugadores italianos, se suman Lautaro Martínez, Kluivert, Kouamé, Romero, o Lafont, entre otros. Todos ellos forman parte de los 16 jugadores sub 23 que disputaron por primera vez partidos en Serie A.

443 jugadores finalizaron su etapa en equipos Primavera. De ellos, un 34% continuó su carrera deportiva fuera de las fronteras italianas, y menos del 3% tuvieron la oportunidad de engrosar la rosa de un equipo de Serie A. Stefano Vecchi, actual entrenador del Südtirol de Serie C, y ex entrenador del Inter Primavera entre 2014 y 2018, habló hace pocos meses sobre el físico de los jugadores juveniles. El técnico bergamasco nombró a Zaniolo y Pinamonti como jugadores diferentes a nivel de maduración física. Según él, al termino de la etapa en el Primavera, los jugadores no han tenido el tiempo necesario para asumir la madurez física que se necesita para conseguir minutos en la máxima categoría.

Un estudio del CIES que tomó en cuenta datos desde el año 2009 hasta el 2017, desveló un decrecimiento significativo en la promoción de jugadores en las principales competiciones europeas. En 2009, un 23,2% de canteranos eran debutantes en las primeras categorías del fútbol europeo; mientras que en 2017 el dato cayó hasta el 18,4%. Por lo tanto, dicho estudio nos sitúa apenas una temporada y media atrás. Por entonces, los datos que reflejó fueron los siguientes:

  • España 23,6%

  • Francia 23,2%

  • Holanda 22,9%

  • Alemania 15,1%

  • Bélgica 14,5%

  • Inglaterra 14,1%

  • Rusia 13,9%

  • Portugal 10,1%

  • Italia 9,1%

  • Turquía 8,8%

¿Qué equipos de la Serie A aportan más canteranos a la competición?

Según la UEFA, un canterano es un jugador formado por el club cuando ha permanecido en él al menos tres temporadas entre los 15 y los 21 años de edad. En Italia, los jugadores pasan del Campeonato Primavera al primer equipo, así que, ¿en qué situación están algunos de los destacados del pasado Campeonato? Solo Dejan Kulusevski, cedido por la Atalanta al Parma, ha disputado las siete jornadas promediando 78 minutos por encuentro. Por ejemplo, ni Salcedo, Millico, Riccardi o Vlahovic, tienen participación en sus equipos.

145 jugadores de la Serie A han sido formados por equipos que disputan dicha competición. Sin embargo, de todos ellos, solo 49 están disputándola con la zamarra del equipo en el que se han formado. La Atalanta es la squadra con más canteranos en la categoría, y multiplica por dieciséis a la SPAL, quién sólo aporta un jugador. El equipo de Ferrara y el Parma, son los únicos que no tienen canteranos propios en plantilla. Por contra, el Brescia es quién cuenta con más canteranos, un total de seis. También resulta llamativo el caso del Empoli, quién ha formado a ocho jugadores que ahora mismo disputan la Serie A, lo que supone un número mayor a otros 13 equipos que sí compiten en la máxima categoría del Calcio.

Equipo

Canteranos Formados en Serie A 19/20

Canteranos en Equipo Temporada 19/20

Atalanta

16

2

Inter

15

5

Roma

12

3

Milan

12

3

Cagliari

10

4

Fiorentina

9

4

Lazio

9

3

EMPOLI

8

Brescia

7

6

Torino

7

4

Juventus

7

1

Genoa

6

2

Sassuolo

5

2

Napoli

5

2

Udinese

5

1

Parma

5

0

Lecce

4

3

Hellas

4

2

Bologna

3

1

Sampdoria

3

1

SPAL

1

0

Una nueva generación capaz de llevar a Italia a lo más alto

Después de una travesía por el desierto, parece que la Selección Italiana está de vuelta. Para ello, es evidente que se apoya en jugadores jóvenes de un gran potencial. A los Donnarumma, Barella, Pellegrini o Chiesa, se suman Tonali, Meret, Sensi, Kean o Zaniolo. La última hornada del calcio rebosa calidad. Sin ir más lejos, en los azzurrini han cosechado un cuarto puesto en el Mundial U20 de 2019, y el segundo lugar de la Euro U19 de 2018.

Cabe esperar que el trabajo de la FIGC y el empeño de los clubes permitan una mejor formación de los entrenadores y jugadores. El número de canteranos es muy bajo en los equipos de Serie A, y esta cuestión más cultural que circunstancial, solo se revierte creyendo y apostando en ellos. Una mayor presencia de chavales de las canteras no está reñida con la pérdida de calidad o competitividad. Es más, trabajándose de forma óptima, existen más casos de éxito que de fracaso.

En Italia han habido muchos ejemplos de jugadores de nivel mundial que debutaron a edad temprana en sus clubes de formación. Casos como los de Buffon (Parma – 17 años), Nesta (Lazio – 18 años), Maldini (Milan – 16 años), Totti (Roma – 16 años), o Del Piero (Juventus – 19 años), son solo una muestra de ello. Cierto es que se trata de jugadores con una calidad que no todos los días aparece en los sectores juveniles, pero alguien decidió ponerlos sobre el césped en lugar de contratar a otro jugador. Ojalá aquello del One Club Man no sea cosa del pasado. ¿O no firmarían ahora mismo los seguidores de la Fiorentina poder contar con Chiesa durante toda su carrera?

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