Escucho a muchos seleccionadores, jugadores y gurús del fútbol internacional hablar maravillas de la Nations League. Esa competición de formato un tanto complicado que la UEFA acaba de poner en marcha y que convivirá con la fase de clasificación para la Eurocopa 2020. Que se juegan menos amistosos intrascendentes, que permite ver partidos entre selecciones de un nivel parejo y demás argumentaciones similares. Todo verdad, pero opinable.
¿Cómo es el formato de la Nations League?
La Nations League separa a las selecciones europeas en cuatro divisiones por su ránking (A, B, C y D) y dentro de cada uno de ellos divide a las selecciones en subgrupos que se enfrentan entre sí como si de una liga se tratara con partidos de local y visitante. Es decir, los grupos de selecciones A y B, de tres selecciones, han empezado en septiembre y acabarán ya en noviembre, al jugarse los cuatro partidos de cada equipo nacional en los tres parones. Luego los cuatro campeones de la división A se disputarán el título en una Final Four en junio, mientras que las restantes divisiones también tendrán su campeón, y se clasificará de manera directa para la Eurocopa. Las 20 plazas restantes se conseguirán, como viene siendo habitual, a través de la fase de clasificación. A grandes rasgos, así es el formato de la Nations League.
Posibles ventajas de la Nations League
Evidentemente, hay razones totalmente válidas para estar a favor y entiendo que haya gente que lo considere un acierto. Se entiende que a los seleccionadores les sirve para medir su trabajo contra equipos de un nivel parecido. También hay que reconocer que la Nations League es innovadora. El hecho de que permita clasificarse a selecciones que lo tendrían imposible en una fase de clasificación al uso puede ser atractivo. También, por ejemplo, que las selecciones más débiles compitan contra otras de su nivel y puedan progresar. Por ejemplo, Gibraltar acaba de ganar su primer partido oficial contra Armenia.
Opinión personal sobre la Nations League
Pero, sinceramente, tengo que decir a mí no me gusta. No le veo mayor utilidad ni interés porque me parece que el título que se otorgará será muy menor comparado a un Mundial o a una Eurocopa. Más allá de que a España le pueda venir bien, porque salvo los cuatro años mágicos (2008 a 2012), se ha caracterizado por ser una selección de entreguerras que no da su máximo en las fases finales.
Pero el motivo por el que más me opongo a la Nations League es por la saturación del calendario. Me parece que este fútbol tan mercantilístico está exponiendo a los futbolistas hasta límites insospechados y, no solo eso, está haciéndoles jugar partidos que sirven para poco y que carecen de interés. Cada vez hay más lesiones, y es bien sabido que se dan con más frecuencia cuando los jugadores se van con sus selecciones (por algo existe el virus FIFA). El espectáculo necesita que los jugadores con talento estén en el campo, no en la enfermería. Como aficionado no me gustan los continuos parones para las selecciones: tres en tres meses de septiembre a noviembre. Impide que las ligas y las competiciones europeas ganen vuelo. Cuando empiezan a coger ritmo, parón, luego otro… y así sucesivamente.
¿Es posible otro calendario?
Creo que en vez de inventar engendros para exponer a los jugadores habría que replantearse de una vez por todas reformar seriamente el calendario en el mundo del fútbol. A los dirigentes a menudo se les llena la boca hablando de cuidar a los jugadores y de hacer calendarios más humanos pero luego nunca renuncian a más partidos y, sobre todo, a más ingresos.
Estas temporadas tan sobrecargadas a la larga son perjudiciales y me atrevo a pronosticar que insostenibles. Una manera muy sencilla de reducir carga de partidos (además de los viajes y cambios de rutinas que conlleva) sería reducir los parones internacionales y los partidos que juegan las selecciones. Si la UEFA se ha inventado esta nueva competición es porque sobraban fechas, ¿por qué no reducimos los parones y vaciamos un poco el calendario? En este fútbol mercantil prima el dinero, y nos están dejando claro que lo demás importa poco.
¿A vosotros qué os parece? ¿Os gusta la Nations League?