A día de hoy, es de sobra conocido el nombre del pívot serbio en toda la NBA. Pero hace unos años la historia era distinta. Jokic era un pívot recién llegado a la NBA, sin apenas repercusión en la liga, y sin un nombre de estrella. Sin embargo, en tan solo 3 temporadas esto ha cambiado. Repasemos su trayectoria.
Mega Viruza, el equipo de Jokic en Europa
La aventura profesional de Jokic comenzó en el equipo serbio Mega Viruza. Equipo en el que jugó únicamente 2 temporadas, acumulando un total de 42 partidos. Pese a no jugar en una de las principales ligas europeas, su corta andadura por la liga serbia y la liga del Adriático le bastó para hacerse un nombre. Gracias a sus actuaciones en el Mega Viruza, los Denver Nuggets pusieron sus ojos en el pívot de cara al Draft de 2014.
Durante su estancia en Europa, fue convocado por primera vez con la Selección Juvenil de Serbia. En su primera convocatoria la ayudó a conquistar la plata en el Campeonato Mundial de Baloncesto Sub-19, en el año 2013. En dicha competición jugó sólo 8 encuentros, en los que promedió 7.1 puntos, 5 rebotes y 1.5 asistencias en 17 minutos de juego por partido.
El camino de Nikola Jokic a estrella de la NBA
Fue elegido nada más y nada menos como el Pick Nº 41 del Draft. Quién iba a pensar que llegaría a ser el jugador que es hoy en día. Aun siendo drafteado en el año 2014, estuvo una temporada completa jugando en su filial, el Sioux Falls Skyforce.
Pasado un año pasó al primer equipo. Debutando así en la NBA. En su primera temporada disputó un total de 82 partidos. De ellos 55 como titular. Le costó un poco afianzarse como pívot titular del equipo. Pero finalmente lo logró. Acabó la temporada con unos promedios de 10 puntos, 7 rebotes y 2.5 asistencias. Números que les sirvieron para colocarse entre el mejor quinteto de rookies.
Comenzó la segunda temporada en la NBA para Jokic. Temporada en la que se mostraba, a priori, más maduro y experimentado. Pero seguía teniendo únicamente 21 años. Aún tenía muchas cosas por aprender. Aumentó sus números hasta los casi 17 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias. Pero ni con sus nuevos promedios y su nuevo juego más maduro, los Nuggets conseguirían entrar a PlayOffs. Finalizaron la temporada en el noveno puesto. A tan solo un partido del octavo clasifica de la conferencia oeste, Portland Blazers.
Durante la temporada 2016/2017 la actitud de los Nuggets era otra. Todos querrán jugar la post-temporada después de quedarse a tan solo un partido de ello la anterior campaña. El compromiso de Nikola se plasmó en la cancha. Aumentó sus promedios – por tercer año consecutivo – situándose en los 18.5 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias. A todo esto, sumándole un acierto de +40% en triples. Comenzaba a sonar el nombre de Nikola Jokic por toda la NBA.
Pero aun con todo este esfuerzo colectivo e individual, los de Denver sufrieron una especie de “Déjà Vu”. Volverían a quedar novenos en la conferencia Oeste, a tan solo una victoria del octavo clasificado. Esta vez los Minnesota Timberwolves.
Jokic aparece en los playoffs con los Nuggets
Tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe. Un refrán hecho a medida para los Denver Nuggets. Después de 3 temporadas quedándose a las puertas de los PlayOffs, finalmente lo consiguieron. Además, con un increíble récord de 54-28 en temporada regular. Finalizando la temporada como segundos clasificados de la conferencia Oeste.
Jokic también se ha visto recompensado durante la temporada. Pese a solo haber aumentado 2 puntos y 1 asistencia a sus promedios respecto a la última, esto le ha servido para ser All-Star por primera vez en su carrera. Premio más que merecido para “El Joker”.
Esta gran temporada refleja el enorme sacrificio de los jugadores. Así como el trabajo táctico del entrenador. Michael Malone ha sabido compenetrar a sus jugadores y rodear a su súper estrella, Nikola Jokic, de grandes complementos. Tales como Jamal Murray, Gay Harris o Paul Millsap.
No sólo hay físico en la NBA
Aunque muchos de los jugadores gozan de un físico envidiable y unos músculos muy desarrollados. También hay jugadores de opuesto físico. Y el mejor ejemplo es Jokic. El pívot serbio de 2.13 de altura, pesa nada más y nada menos que 113 Kg. Puede parecer un peso normal, pero no lo es.
Otros pívots de la NBA como Joel Embiid o Dwight Howard, tienen un peso y altura de gran parecido con el serbio. El primero de ellos pesa 116 Kg, acompañado de sus 2.13 metros de altura. Mientras que el estadounidense asciende hasta los 120 Kg, por 2.11 metros de altura. Sin embargo, la principal diferencia entre los tres pívots es su musculatura. El serbio no tiene un cuerpo excesivamente musculado. Al contrario que él, Embiid y Howard son dos de los jugadores con más envergadura y músculo de la NBA. Queda claro en las imágenes.
Pero esto no parece importar a Jokic lo más mínimo. Sin un gran músculo del que fardar, puede hacer gala de impresionantes números y técnicas de juego que otros pívots no tienen. Como él mismo reconoce, no cree ser un gran ejemplo para los niños. El serbio siempre se negaba a entrenar y terminaba asistiendo antes las insistencias de su padre. De no ser por su padre, probablemente hoy no disfrutaríamos del juego de uno de los mejores pívots del mundo.