¿Seguro que son humanos? La locura y la opulencia en la NBA

El dinero no da la felicidad, pero está claro que ayuda. Si eres joven quizá te interese finalizar tus estudios, encontrar trabajo o independizarte. Si eres joven y rico podemos añadirle unos cuantos caprichos más como viajar, vestir bien o comer en buenos restaurantes. Como en cualquier sector, en la NBA hay gustos para todos, pero los hay especialmente llamativos. Analizamos los gustos más caros y extravagantes de los jugadores NBA. ADVERTENCIA: lo que van a leer son comportamientos puramente humanos, aunque no lo parezca.

Los jugadores NBA y los coches de lujo

No eres nadie en la NBA si no tienes un coche de lujo. ¿Qué es eso de ir por la ciudad con un coche del montón? ¿Por qué no vas a fardar de auto si puedes hacerlo? Y, qué digo uno, ¿no será mejor tener una colección?

Charles Barkley comentaba hace algunos años: “el día después de ser elegido en el draft me compré seis coches. Moses Malone y Julius Erving me agarraron en el vestuario y me dijeron que devolviera cinco. Devolví dos Mercedes, dos BMW y uno de los Porsches”.

A ese nivel se mueven las estrellas de la NBA. Jugadores como Kobe Bryant, Dwayne Wade o Kevin Durant son auténticos amantes de las cuatro ruedas y tienen colecciones impresionantes. La palma se la lleva LeBron James, con 15 modelos distintos entre los que se encuentran un Chevrolet Impala de 1975, un Maybach 57s o un Rolls-Royce Phantom, si bien la joya de la corona es su Lamborghini Aventator personalizado, una horterada al alcance de muy pocos. Con este panorama es normal que el genial Allen Iverson le respondiese así a un agente de la ley que le incautó su automóvil tras conducir con evidentes signos de embriaguez:

«llévense mi coche si quieren, tengo 10 más».

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Lamborghini Aventator de LeBron

Y coches de combate, ¿por qué no?

Lo más común si quieres ser una estrella NBA es comprarte un deportivo, pero si ya tienes varios valorados en miles de dólares y te aburres. ¿Por qué no comprarte un coche de combate? Eso mismo debió pensar J.R. Smith cuando compró su Gurkha 5 (450.000 $), utilizado exclusivamente para operaciones especiales del ejército. Claro, que ya sabíamos de lo que era capaz el bueno de J.R., no en vano llegó a tirar hasta ¡22! veces de 3 puntos en un partido, un récord que seguramente ostentará por los siglos de los siglos. También Dwight Howard ha adquirido uno de esos vehículos anfibios, el Knight XV, valorado en medio millón de dólares y cuyo coste de manutención no queremos ni imaginar. Pero, ¿qué me decís de su Can-Am Spider personalizado con los colores de Superman?

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El lujito de Superman Howard

Los jugadores NBA y sus mansiones

Un segundo requisito imprescindible para jugadores NBA es una mansión que quite el hipo. Entre las más caras están la de Kobe Bryant, Dirk Nowitzki o Chris Paul, pero la MANSIÓN es propiedad de Chris Bosh (Miami), valorada en poco menos de 13 millones de dólares. Mansiones de lujo, buenos coches… hasta ahora estamos dentro de los cánones normales, cánones de los que pronto vamos a salir. Agárrate que vienen curvas.

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La choza que se gasta el ala-pívot de los Heat, Chris Bosh

Las mayores excentricidades de los jugadores NBA

Si eres un deportista de élite, te interesará conservar tus accesorios de trabajo lo mejor posible. De hecho, hay quien conserva todo lo que lleva, caso de Jarret Jack, quien guarda más de 1500 zapatos en uno de los armarios de su casa. Al menos lo hace en el armario. lo que no imaginábamos jamás es que a alguien se le ocurriera guardar sus zapatillas en la nevera.

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Las zapatillas de Jamaal Crawford bien fresquitas

Si tienes tanto dinero y tiras de tarjeta puede que se te esfume de un plumazo, empiezas a gastar y gastar y te quedas sin blanca. Pero tampoco es plan de ir a la calle y sacar un buen fajo de billetes, puede ser peligroso con tanto delincuente suelto. La solución a dicho dilema parece haberla encontrado Deshawn Stevenson, que no se le ha ocurrido otra cosa que ponerse un cajero automático en medio del salón. Atentos.

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Stevenson posa junto con su «brillante» fábrica de cash

Las locuras de los jugadores NBA por «cuidar» su salud

Para ser un gran deportista, hay que cuidarse también después de los partidos, el reposo es muy importante. Jacuzzis, baños de sales… todo eso es común en un «millonetis» cualquiera. Y también entre los jugadores NBA, claro. Parece que a Amare Stoudamire se le ha ocurrido una manera más original (y cara) de reparar su maltrecho cuerpo. Mucho efecto no parece hacerle, pues sus rodillas nunca acaban de recuperarse, a pesar de contar con un respaldo de 23 millones de dólares este año.

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Amare Stoudamire bañándose en vino tinto. ¡Casi nada!

Casarse como sinónimo de ruina

Para un deportista de élite es importante cuidarse físicamente, de hecho es primordial hacerlo, sin embargo no es menos importante cuidarse mentalmente, por eso algunos deciden casarse jóvenes y emprender una vida en pareja. Muchos de ellos acaban como el rosario de la aurora tras años de matrimonio, caso de Dwayne Wade, cuyo divorcio tuvo la siguiente factura: 5 millones de dólares para su ex-mujer y 10 millones de dólares en abogados, además de la correspondiente cesión de una mansión y cuatro coches a la susodicha. Otros acaban con su relación mucho antes, pero el récord en el mundo del baloncesto lo tienen a buen seguro las ¡72 horas! de duración del matrimonio de Kris Humphries con la celebrity Kim Kardashian. Y no será por el empeño que le pusieron en su boda, en la que sólo la tarta nupcial ya valía la escandalosa cifra de 14.000 dólares.

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Una de las pocas tomas que podemos ver del matrimonio Humphries-Kardashian

Siguiendo con la voluntad de tener una vida estable y armoniosa fuera de la cancha, muchos de los jugadores NBA optan por compartir su cariño con una mascota. Imaginamos que la mayoría de ellos lo harán con perros o gatos, sin embargo no siempre es así. Algunos optan por compañías más estrafalarias, como Dwight Howard, que tiene una pitón en su casa. Con tanta extravagancia casi ni nos extraña, pero las rarezas no acaban aquí. ¿Recuerdan a Gilbert Arenas? Aquel jugador que se hinchó a cobrar millones sin estar física ni mentalmente apto para la alta competición. Poseía un enorme acuario en el que llegó a tener hasta tiburones. Y si hablamos de mascotas originales, ¿qué me decís del «bicho» del polaco Marcin Gortat?

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Marcin Gortat junto con su «peculiar» mascota

El dispendio de los jugadores NBA

Si eres un buen hombre además de un gran deportista, se supone que tienes que compartir esa felicidad con los demás. Eso es lo que relató Charles Barkley sobre sus inicios:

“cuando eres negro es muy difícil decir que no. Si no lo haces te dicen ‘tío, ya no eres de los nuestros, te crees mejor que nosotros’. Pero al final dejé de ayudarlos cuando uno de ellos me pidió dinero por cuarta vez para el funeral de su abuela. Le tuve que decir, ‘pero ¿cuántas abuelas tienes?’”.

Caso parecido es el de Eddy Curry, aquel pívot que llegaron a comparar con Shaquille O´Neal en sus inicios, quien llegó a albergar en su casa a gente que ni siquiera conocía: «primos, primos de primos. Son mi familia. Yo cuido de mi familia». Llegó a tener, según dicen, una especie de pecera vacía en la que se amontonaba el dinero, cualquiera de los 14 o 15 primos de primos podía cogerlo y gastarlo como quisiera.

Lo cierto es que no está de más un poco de solidaridad hacia el equipo para, entre otras cosas, cuidar bien una lesión y volver en el menor tiempo posible. En ello se esmeró a fondo Kobe Bryant, que asistía a sus sesiones de recuperación en helicóptero cada día para que sus articulaciones no sufrieran, gastándose 2.000$ por viaje. Es lo que sucede cuando tienes tanto dinero que no sabes en qué gastarlo, te afanas en cuidar tu cuerpo, como Kobe, o más bien en mutilarlo, como su enemigo íntimo Shaquille O´Neal, que aburrido de coches espaciosos decidió comprar un Smart, para comprobar como queda tan singular auto en alguien de 2,16 y 147 kg (eso en su etapa saludable).

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Shaq luciendo un Smart, ver para creer

Las celebraciones de los jugadores NBA

En la vida de los jugadores NBA, ganar es muy complicado, quizá sólo pueda hacerlo durante una temporada. El futuro no existe, sólo el presente, tan demoledor y caprichoso como el que más. Lograr un anillo es a lo máximo a lo que todo profesional del baloncesto aspira. Por eso, cuando sucede se tiene que celebrar a lo grande. No sabemos cómo lo hicieron los modélicos San Antonio Spurs del año pasado. Pero sí sabemos cómo se las gastaron en Miami hace dos temporadas LeBron y los suyos. Los Heat gastaron más de 100.000$ en champagne: 100 botellas de Dom Perignon y 3 Jeroboams de 5.000 $. La cuenta, por cierto, corrió a cargo del dueño del local.

Pero la vida profesional de un jugador NBA no dura toda la vida. De hecho, se está poniendo de moda irse a jugar a países exóticos como China. Allí se ofrece una pasta gansa a cambio de una vida más relajada y un baloncesto más liviano. Sin embargo, pese a lo inhóspito del lugar no hay que olvidar que se trata del mismo deporte. Hay que ir bien preparado. El que fuera Ron Artest, luego fue Metta World Peace y ahora se autodenomina «Panda´s Friend» se ha propuesto jugar con unas zapatillas muy especiales. Pasen y vean.

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Las zapatillas del «amigo de los pandas» en China, un tierno horror
¿Hay alguna de estas frikadas que te gustaría hacer? ¿Te gustaría destacar alguna otra locura/estupidez/despilfarro que no hayamos mencionado? Hay muchas, se lo advierto. Es la NBA, un show que trasciende la cancha.

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