Corrían los últimos meses de los años 80. En Laval (Francia) nacía un chaval de procedencia gabonesa con apellido Aubameyang, el que hasta hoy día es el mejor jugador que ese país ha llegado a dar. A sus 30 años, el actual jugador del Arsenal goza de una gran trayectoria y un sueño en sus manos que en su familia nadie pudo cumplir, aunque curiosamente no faltaron intentos.
Pocos saben que detrás del franco-africano hay una historia de fútbol, probablemente causante de gran parte de su éxito. Por ello, hoy vamos a conocer la historia de los Aubameyang, una familia de fútbol gabonés.
Pierre Aubameyang, el origen
La historia futbolística de esta familia comienza con el bueno de Pierre-François “Aubame-Eyang”, que tras adquirir la nacionalidad francesa pudo fusionar los dos apellidos y pasó a llamarse “Aubameyang”. Más tarde sería conocido como Yaya Aubameyang.
Nació en 1965 y, contrariamente a su hijo, jugaba como defensa central. Marchó pronto de Gabón hacia Francia, donde no debió tener dificultad alguna con el idioma. Comenzó en la humilde ciudad de Malakoff, donde demostró tener el nivel para jugar en la Ligue 1.
Así, en 1985 fichaba por el Stade Lavallois, un equipo que por aquel entonces estaba ligado a la máxima élite francesa, aunque en este momento se encuentra en competiciones inferiores. En su primera temporada jugó en 13 ocasiones, y marcó 2 goles, los dos únicos que llegó a marcar en el club durante las cuatro temporadas que disputó.
En 1989, tras quedar el equipo penúltimo en la competición liguera, se marchó a Le Havre, donde pasó otras tres temporadas y cobró mucha más importancia. Su última temporada en plena forma fue la que disputó en Toulouse, en la 1994-95, ya con 29 años. A partir de ahí fueron muy breves sus pasos por el Libreville, el equipo más importante de Gabón. Después pasó por el Atlético Junior de Colombia, por el Triestina italiano y por el Niza, de nuevo en Francia, donde apenas llegó a jugar. Su última temporada oficialmente fue la 2001-02, en el FC Rouen, ya prácticamente sumergido en su retiro.
Catilina Aubameyang, el primogénito
El primer hermano de la saga Aubameyang nació en Libreville, Gabón. Mientras su padre echaba sus últimos años de carrera, él empezaba la suya, jugando como medio izquierdo. Comenzó el Reggiana italiano, estando junto a su padre, aunque sin jugar en el mismo equipo.
En el año 2000 jugó en el Milán de Abiatti, Maldini, Rui Costa o Shevchenko entre otros. En el que por entonces era uno de los mejores equipos de Italia llegó a disputar muy pocos minutos. Aun así, puede presumir de haber jugado tanto la entonces UEFA como la gran Champions League. Es más, el 13 de noviembre de 2002 jugó poco más de 5 minutos del partido que ganó el Deportivo de A Coruña contra el propio Milan.
Pronto se vio que el primogénito de los Aubameyang no era un gran talento, y del Milan pasó a rodar por equipos como el Triestina, de la Serie B, y por el Rimini, de la Serie C. Después marchó hacia la Segunda División Suiza, al Lugano y al Chiasso. Tuvo breves pasos también por su ciudad natal, y fue a Francia para jugar también brevemente en el Paris y en los dos equipos de Ajaccio. Ahí acabó su carrera profesional, pero siguió jugando para equipos gaboneses. Como dato, hay que decir que llegó a ir convocado con la Selección Francesa Sub 19, pero finalmente acabó jugando para Gabón.
Willy Aubameyang, el otro hermano
El segundo hermano de Pierre-Emerick siguió los pasos del primogénito, empezando en Italia. También jugó en Triestina y el Milán volvió a apostar por un miembro de la familia. Allí solo pudo jugar un partido como oficial, contra el Catania. Su carrera como profesional comenzó verdaderamente en sus cesiones. Primero en el Avellino (Serie B), después en el Eupen (Segunda División Belga) y finalmente en el Monza (Serie C).
En el mercado de invierno de 2011 fue traspasado al Kilmarnock escocés, lo que fue una etapa muy efímera. Igual de efímera fue la que pasó en el Saint-Étienne II, hasta pasar al Kray de la Regionalliga alemana. Fue en suelo germano donde su carrera llegó a su predestinado fin, ya en 2015.
Pierre-Emerick Aubameyang, el gigante de la familia
El pequeño de esta familia de futbolistas ha resultado ser el jugador más importante que Gabón ha dado. Todo un orgullo, además, para su país, porque, al igual que sus demás parientes, pudo jugar para la Selección Francesa (siendo probablemente titular) y eligió jugar para el país africano.
Su carrera profesional comenzaba cuando, en 2008, dejaba la cantera del Milán y se marchaba a Francia, al Dijon. Poco duró allí, donde pudo marcar 8 goles, y a la siguiente temporada se marchó al Lille. Siguió rodando por Francia, llegando al principado de Mónaco, donde repartió la temporada jugando también para el Saint-Étienne. En este equipo, a la siguiente temporada, ya con 22 años, dio un paso de gigante en su carrera, marcando para su club 18 goles en una temporada, y dando 8 asistencias.
Explosión en el BVB
Pierre-Emerick Aubameyang se empezó a hacer un nombre en su tercera temporada en el club francés. Mejoró sus números, y todo un Borussia Dortmund que venía de ser subcampeón de la Champions se lo llevó. Tan solo les costó 13 millones de euros. En Alemania pasó 5 temporadas, en las que, aunque no llegó a poder desbancar al Bayern Múnich, fue un jugador imprescindible. Llegó a marcar hasta 43 goles en una misma temporada, creando una relación «amorosa» con su compañero Reus y formando una de las mejores asociaciones de Europa. Durante esos 5 años se convirtió en toda una institución del club germano.
En el mercado invernal de la temporada 2017-18, un Arsenal necesitado de jugones se lo llevó por 63 millones. 35 goles y 9 asistencias son sus números en su primera temporada, y en la actual ya ha marcado hasta en 12 ocasiones. Junto a Lacazette, y ahora Pépé, forma una gran delantera. Es de los pocos jugadores a los que no se le puede reprochar algo en un equipo bastante criticado generalmente, a pesar de haber llegado a la final de la Europa League la pasada campaña. De hecho, ha sido incluso nominado al premio ‘The Best’.
Con el gran Pierre-Emerick ponemos punto y final a una saga de futbolistas que, de una u otra manera, tienen más fútbol en los pies de lo que la mayoría pensábamos. He aquí la familia más importante de la historia del fútbol gabonés, y quién sabe si la saga continuará.
