A más de uno sorprendió Zinedine Zidane el martes pasado con los once que saltaron al césped del Parc des Princes en el juego de vuelta ante el PSG. Por esos infortunios que tiene el fútbol, ni Kroos ni Modrić estuvieron en condiciones de jugar desde el inicio en un partido de semejante calibre. Por tanto, y ante la evidente necesidad de cerrar las bandas con un 4-4-2, Zidane alineó a Mateo Kovacic junto a Casemiro en el centro del campo, y mal no le fue.
Casemiro y Kovacic, la pareja que formó Rafa Benítez
Casemiro y Kovacic. Pocos recordarán que fue Rafa Benítez quien trajo de vuelta al brasileño tras su cesión en el Oporto y fichó al croata, de entonces 20 años, que era de lo mejor que tenía un Inter de mitad de tabla. 30 millones de euros costó el traspaso del joven volante que se sumaba, en el verano de 2015, a un equipo que ya tenía a Modrić y Kroos asentados en el mediocampo pero sin sustitutos de calidad. A pesar de la pobre primera parte de la temporada del Madrid en general, Mateo contó con una considerable cantidad de minutos en los que ya dejaba destellos de calidad que auguraban un futuro brillante.
Para enero del siguiente año, Rafa Benítez, el director técnico que lo fichó, fue destituido por malos resultados y asumió el equipo Zinedine Zidane. Con el francés, la situación de Kovacic no cambió mucho puesto que se sabía (y se sabe) que si Kroos y Modrić están bien, juegan. Y por lo tanto fue el cuarto mediocampista central después de ambos y un Casemiro que se hizo un espacio en el once completando el triángulo que Zidane disponía en centro del campo blanco.
Esta temporada es la tercera como merengue para él, pero no le han faltado ofertas para dejar Madrid y tener más protagonismo vistiendo otra camiseta. La más importante ocurrió en agosto del año pasado: después de la exhibición del Real Madrid en la Supercopa de España, en la que anuló a Messi en la ida, la Juventus de Allegri se lanzó a por el volante y ofreció, según el AS, hasta 75 millones de euros. Siempre consciente de lo que puede conseguir en el futuro, Mateo ha preferido un rol secundario en el Real Madrid a uno titular en cualquier otro equipo, en parte, porque siente el respaldo del club y de su actual entrenador. Hace un par de meses, José Ángel Sánchez lo dejaba tan claro como el agua:
“Nunca le venderemos. Si hay alguna oferta por él en enero, la rechazaremos. Mateo es inteligente. Sabe que sería titular en cualquier club de los que le quieren, pero también es consciente de que contamos con él».

Mateo Kovacic, el relevo de Modric está en casa
Con Luka Modrić, su compatriota y compañero en la selección, comparte más de una característica en general. Ambos son croatas, juegan en el mediocampo y llegaron al Real Madrid como proyectos a futuro. Cuando Luka arribó a Madrid, en 2013, tenía por delante a Xabi Alonso y Khedira pero su evolución no tardó tanto, en parte porque tenía ya 27 años y desde el principio se notaba que el puesto era suyo. Modric cumplirá en septiembre 33 años. Parece que está perfectamente hilado el plan de su relevo en el centro del campo en una o dos temporadas, cuando Mateo alcance una estabilidad considerable en su juego que le permita ganarse, si no lo ha hecho ya, un puesto en el once de del Real Madrid.
Tiene que ser Mateo Kovacic el llamado a dar el paso al frente en un futuro inmediato. Su club lo necesita. De a poco tiene que irse metiendo en el once del equipo y cuando tenga minutos, tendrá que demostrar que puede con la responsabilidad de ser titular en este equipo. Hoy, a diferencia de cuando recién llegó, es mucho más fácil la tarea. Conoce a sus compañeros, sabe lo que es jugar en el Bernabéu y ya ha tenido actuaciones con nota muy alta. Es la hora de Mateo, es ahora. El relevo natural de Luka Modric es Mateo Kovacic, porque ya no es una revelación -aunque sí lo fue en Italia-, ahora hay que calzarse el puesto y decir presente.