Holanda, o Países Bajos, ese país mágico donde abundan los tulipanes, los molinos, los canales, pero sobre todo el arte. Ese arte que lleva años maravillándonos cuando lo vemos por primera vez y que nos enamora para siempre. No, no estoy hablando de la pintura flamenca del S.XVII, sino del fútbol. Hoy quiero repasar a los mejores jugadores holandeses de la historia.
Holanda es una de las mejores selecciones nacionales de fútbol de la historia, a pesar de que nunca hayan ganado la Copa del Mundo. En 1974, 1978 y 2010 se quedaron a un paso de levantar el trofeo, pero Alemania, Argentina y España lo evitaron. Es por eso que solo tienen la Eurocopa de 1988 en sus vitrinas.
Top 5 mejores jugadores holandeses de la historia
Es por esto por lo que me dispongo a mostrar cuáles son, para mi, los cinco mejores futbolistas holandeses de la historia.
Johan Neeskens
Una leyenda a la sombra de un mito todavía mayor, que además tenía su mismo nombre. Johan Neeskens es recordado como el lugarteniente de Johan Cruyff. Pero el maravilloso centrocampista fue mucho más que eso y sus estadísticas y el palmarés lo demuestran. El holandés jugó cuatro temporadas en el Ajax, cinco en el Barça y finalmente una última en el Groningen.
Johan es conocido principalmente por su aportación ofensiva, con sus grandes pases y su capacidad goleadora. Pero también hay que destacar que era un jugador muy sacrificado, ya que realizaba largas carreras para ayudar y recuperar balones.
Su mejor momento como futbolista lo vimos en el Mundial de 1974, donde Holanda perdió en la final ante Alemania. En aquel torneo fue donde dejó actuaciones memorables como aquel gol de vaselina ante Brasil. En este mundial acabó como máximo goleador de su selección, a pesar de ser centrocampista.
Tras este torneó también fue subcampeón del Mundial de 1978 ante Argentina. Pero no todo fueron derrotas ya que ganó 3 Copas de Europa consecutivas con el Ajax, entre otros muchos trofeos.
Dennis Bergkamp
Bergkamp ya prometía desde su infancia, ya que fue llamado Dennis en honor a la leyenda de Manchester, Denis Law.
Aunque su trayectoria se desarrolló principalmente en las islas, no fue en la ciudad mancuniana, sino en el norte de Londres bajo las órdenes de Arsène Wenger. Allí se convirtió en uno de los mejores jugadores holandeses de la historia.
Pero hay que retroceder a sus inicios, concretamente a 1987, para encontrar su primer gran título europeo. La Recopa de Europa que ganó con el Ajax rodeado de auténticas leyendas como Rijkaard o Van Basten. Ahí disputó siete temporadas antes de viajar a la que por entonces era la mejor liga del mundo. A la Serie A italiana de la mano del Inter, donde estuvo dos temporadas.
Tras esas dos temporadas en Milán, “Iceman” fichó por el Arsenal, donde hizo historia en las once temporadas que estuvo. Con los gunners anotó 111 de sus 276 goles que anotó a nivel de clubes, destacando el que es considerado el mejor gol de la historia de la Premier League ante el Newcastle en 2002.
Fueron 11 los títulos que logró en Inglaterra (3 Premier Leagues, 4 FA Cup y otras 4 Community Shields). Además de haber recibido otros muchos reconocimientos individuales a lo largo de su carrera.
Ruud Gullit
“El tulipán negro”, como era conocido fue el líder de una de las mejores camadas de jugadores holandeses de la historia. Gullit no se desarrolló en la cantera de “un equipo grande” holandés, sino que lo hizo en el ya desparecido HFC Haarlem. Pero desarrolló su carrera principalmente en el Feyenoord, el PSV, el AC Milan, la Sampdoria y finalmente en el Chelsea, donde se retiró como entrenador-jugador.
El holandés era lo que se conoce como un “todocampista», ya que, aunque su posición natural era la de centrocampista ofensivo, podía desde salir con el balón jugado desde la defensa hasta a hacer desmarques y finalizar jugada. De hecho, fue el máximo goleador de la Eredivisie en la temporada 85/86 y en su carrera anotó un total de 193 goles, aunque su mayor logro a nivel individual fue el Balón de Oro de 1987.
Además de su portentoso físico, que le permitía realizar largas carreras por la potencia que tenía en sus piernas, Gullit era un jugador dotado de una gran técnica individual y una gran velocidad mental que le permitía tomar la mejor decisión. Por es uno de los centrocampistas más completos de los años 80 y 90 y uno de los mejores jugadores de la historia.
Marco Van Basten
El holandés es, sin ninguna duda, uno de los mejores delanteros centro que se han conocido en la historia del fútbol. Y, por supuesto, uno de los mejores jugadores holandeses de la historia. Fue apodado “el cisne” por la elegancia que desprendía a pesar de su 1’88m de altura. Esa elegancia le permitió marcar una gran cantidad de golazos, ya que era capaz de rematar casi cualquier balón.
Su primer gran club fue el Ajax, como el de tantas otra leyendas neerlandesas, al que llegó con 17 años y de donde se marchó seis temporadas después con 139 goles, una Bota de Plata lograda con tan solo 20 años y una Bota de Oro. Con el club holandés no logró la Copa de Europa como sí que hizo más adelante, pero pudo ayudar a ganar la Recopa en la temporada 86/87 y varios títulos nacionales.
Tras esas seis temporadas fichó por un equipo histórico que llevaba varios años sin levantar ningún título, al AC Milán al que también llegó Arrigo Sacchi. En el equipo italiano fue donde se convirtió en el mejor jugador del mundo, ahí ganó tres Balones de Oro (1988,89,92) y la Bota de Oro, entre numerosos galardones.
A nivel goleador anotó 117 goles en otras seis temporadas, con los que ayudó a ganar dos Copas de Europa y tres “Scudetto” además de otros títulos. Con la selección holandesa, el cisne consiguió levantar la Eurocopa de 1988, donde fue elegido mejor jugador. Van Basten se tuvo que retirar en 1995, aunque su último partido lo disputó en el 1993, con solo 28 años, debido a las numerosas lesiones que había sufrido a lo largo de su carrera.
Johan Cruyff
El mejor futbolista holandés de la historia, Johan Cruyff, es con total seguridad una de las persona más influyentes en la historia del fútbol, tanto como jugador como entrenador. Pero en este análisis nos centraremos en el primer aspecto.
El flaco, como se le conocía, fue el gran emblema de la naranja mecánica que maravilló al mundo en los 70, pero que se quedó sin el ansiado mundial, perdiendo aquella mítica final ante Alemania Federal por 1-2.
Ver jugar a Johan debería ser considerado una de las maravillas del mundo, ya que era un futbolista muy estético. Cuando esprintaba con el balón parecía que lo tenía pegado a la bota, además de sus maravillosas gambetas y su facilidad de encontrar el gol. Consiguió anotar más de 300 goles a lo largo de su larga carrera.
Esa trayectoria arrancó en el club de sus amores, en el Ajax de Amsterdam, donde se formó en las inferiores y jugó sus ocho primeras temporadas como profesional. En el club holandés logró muchísimos trofeos, aunque probablemente los de mayor prestigio sean las tres Copas de Europa que ganó de manera consecutiva, justo antes de fichar por el otro club de su corazón, el Fútbol Club Barcelona.
En el equipo catalán estuvo un total de cinco temporadas como jugador, en las que rindió a un nivel espectacular, a pesar de que los trofeos no le acompañaron en esta etapa. Solo logró levantar una Liga española y una Copa. Tras esta etapa se fue a jugar a Estados Unidos y tuvo un sorprendente y breve paso por el Levante, que militaba en Segunda División. Pero acabó regresando a su país natal para disputar dos temporadas más con el Ajax y colgar las botas en el Feyenoord.
También son muchas las distinciones individuales que le han sido otorgadas, destacando los tres Balones de Oro que logró a lo largo de su carrera y el premio a mejor jugador del mundial 74.
