Hoy vamos a recordar a los mejores jugadores retirados en la última década. Aquellos de los que es imposible no recordar varios de sus momentos estelares.
Muchos grandes jugadores nos deleitan con su fútbol cada fin de semana en muchos rincones del planeta. Pero para los que vamos cumpliendo unos años, muchos de los que marcaron nuestra infancia, adolescencia o juventud van colgando las botas.
Los mejores jugadores retirados en el último lustro
Desde SportBall queremos hacer nuestro pequeño homenaje a aquellos jugadores retirados famosos. Así que os presentamos nuestro ránking de los 10 mejores jugadores retirados leyendas.
10. Francesco Totti
Santo y seña de la Roma, uno de los pocos one man club que resistieron a la hipermercantilización del fútbol en los últimos tiempos. Estuvo 28 años, desde 1989 hasta 2017, en el club de su vida, 24 de ellos en el primer equipo. Sus cifras son de récord.
En el Olímpico fue el ídolo de una hinchada muy identificada con los jugadores que además son aficionados del equipo. Con la Roma ganó una Serie A, dos Coppas de Italia y dos Supercopas. En los primeros años del nuevo siglo, era uno de los mejores jugadores del mundo y llegó a estar nominado al Balón de Oro y a ganar dos temporadas seguidas el premio al mejor jugador italiano.
De 1997 al 2011 promedió 17,5 goles por temporada entre todas las competiciones. Ya fuera de delantero centro o como segunda punta, Totti destilaba clase, elegancia y tenía mucho gol. Después reconocería que, en esos años dorados “el Real Madrid tocó a mi puerta y fue el único que me hizo dudar para irme”.
Pero se quedó y se convirtió en una leyenda romanista. No podemos olvidarnos de que es campeón del mundo: ganó el Mundial 2006 con Italia. Su participación no fue muy destacada, pero pone el broche a un bonito palmarés de este símbolo giallorossi.
9. Frank Lampard
Continuamos nuestro ránking de jugadores retirados famosos con un caballero del fútbol inglés con antecedentes familiares futbolísticos. Creció en la prolífica cantera del West Ham, club del que su padre había sido leyenda.
Además, el entrenador del equipo aquel entonces era Harry Rednkapp, que da la casualidad que también era su tío político. Pronto cambió los recelos por aplausos, y tras cinco temporadas el Chelsea se fijo en él. El multimillonario Roman Abramovich, cargado de billetes, estaba armando un proyecto ganador.
Con Mourinho, desde 2004, vimos al mejor Lampard, que como futbolista destacaba sobre todo como llegador, marcando unas cifras de goles sorprendentes en un centrocampista.
Durante años se le resistió la Champions League, que finalmente levantaría en 2012 con Roberto Di Matteo en el banquillo y una buena dosis de fortuna. Tres Premier League, dos Copas de la Liga, dos Community Shield, cuatro FA Cups, una Europa League y una Champions League engrosan el palmarés de este fantástico futbolista.
En Inglaterra coincidió durante años en el centro del campo con Gerrard, pero no pudo llevar a los pross a grandes cotas. Dejó el Chelsea en 2014 para irse a la MLS estadounidense, pero volvió a la Premier para recalar en el Manchester City en 2015. Stamford Bridge, su casa, le recibió con muestras de cariño. Se retiró en 2017, pero será blue para siempre.
8. Steven Gerrard
Un nombre ligado a un club, el Liverpool y uno de los jugadores retirados leyendas.
La tragedia de Hillsborough, un estadio donde fallecieron 96 hinchas reds, entre ellos un primo suyo, marcaron su infancia y le alentaron a unirse a unos colores. Con 9 años el niño Gerrard ingresó en las categorías inferiores del Liverpool, club donde estuvo 26 años, 17 de ellos en el primer equipo.
Pronto el niño se hizo mayor, debutó con el primer equipo y empezó a ganar títulos. Entre ellos, la Copa de la UEFA de 2001, en la famosa final contra el Alavés que el Liverpool ganó 5-4 en la prórroga con un gol suyo.
La cumbre de su carrera fue la final de la Champions League de Estambul en el 2005: su Liverpool remontó con otro gol suyo un partido que perdía 3-0 contra el Milan y el capitán alzó la Orejona al cielo.
Era el referente del equipo, un centrocampista con mucha llegada que veía portería con facilidad. Rafa Benítez lo ubicaba de media punta, pero con el paso de los años se fue reciclando y retrasó su posición a medio centro.
En 2014, con Brendan Rodgers en el banquillo, su equipo aspiraba a ganar la Premier League 24 años después, pero un mal control y una pérdida (el famoso resbalón) provocó una derrota ante el Chelsea que se lo impidió. Un año después dejó el Liverpool y recaló en la MLS antes de retirarse en 2017.
7. Arjen Robben
Futbolista neerlandés a los que se decía de cristal por sus lesiones, pero que dejó sus gotas de calidad en todos los clubes por los que pasó: Groningen, PSV, Chelsea, Real Madrid y, sobre todo, Bayern Münich. Extremo desequilibrante como pocos que caracterizó una jugada en el fútbol europeo: recibir pegado a la cal de la banda derecha, conducir hacia el centro y soltar el latigazo con pierna izquierda para marcar.
Los rivales ya sabían que lo haría, pero aún así no podían detenerle. Su mejor rendimiento fue en el Bayern, al que llegó en 2009 procedente del Real Madrid. Desde ese momento hasta su retirada diez años después (en 2019) Robben se convirtió en una auténtica estrella del fútbol.
Su nombre y el de su compañero Ribéry, que actuaba por la banda contraria, formaron la sociedad conocida como Robbery y que marcaría, junto a otros futbolistas alemanes, una época dorada para el Bayern: 8 Bundesligas, 5 DFB Pokal (Copa Alemana) y, sobre todo, la anhelada Champions League.
En la final de 2013 contra el Borussia Dortmund, Robben marcó el gol decisivo que dio la victoria a los suyos. Tras dar varias veces al palo, al fin lo conseguía. Porque también había dado al palo con su selección, Países Bajos, con la que perdió la final del Mundial 2010 tras el recordadísimo mano a mano que le arrebató Casillas.
Fue subcampeón del mundo y, cuatro años después, tercero. También había ganado títulos con PSV, Chelsea y Real Madrid. Parecía que su carrera podía truncarse, pero al final es la de un futbolista sobresaliente.
6. Philip Lahm
Un futbolista discreto, de hecho seguramente no sea el que más recordemos de este ránking de los 10 jugadores retirados famosos. Pero su importancia era demoledora. Ya fuera de lateral izquierdo, lateral derecho, medio centro o incluso interior, su lectura y su inteligencia táctica sobrepasaban lo común.
Su trayectoria está unida al Bayern Münich, pese a que en su juventud se marchó dos años consecutivos cedido al Stuutgart. Regresó en 2005 y labró una carrera más que exitosa. Pronto fue a la selección, de hecho fue quien perdió la carrera con Fernando Torres el gol que le dio a España la Eurocopa de 2008 en Viena.
Formaba parte de la base de jugadores alemanes del Bayern, era un futbolista con ascendencia y en 2011 se convirtió en capitán del equipo. Acostumbrado a ganar la Bundesliga casi cada temporada, en 2013 levantó por fin una Champions League que se le resistía.
Un año después, posiblemente en el mejor momento de su carrera, alzó al cielo la Copa del Mundo. Alemania se proclamó campeona en Brasil tras barrer a la anfitriona 2-7 en unas semifinales históricas. Así consiguió el título con Alemania que tanto se le resistía. Guardiola le ubicó varias veces de medio centro, pero su posición más habitual fue el lateral derecho. Se retiró en 2017, recibiendo el cariño de su gente del Bayern y de toda Alemania.
5. Andrea Pirlo
Un auténtico genio del balón. De los futbolistas a los que encantaba ver con la pelota en los pies. Era elegante en todo. Sus inicios no fueron sencillos, pero finalmente triunfó en dos de los equipos grandes de Italia.
Salió de la cantera del Brescia, pero en su origen jugaba de media punta. Le fichó el Ínter, pero no cuajó y encadenó cesiones a la Reggina y al Brescia, hasta que llegó al Milan. Ancelotti le situó como medio centro único, es decir, el centrocampista más retrasado que viene a recibir de la defensa para iniciar el fútbol ofensivo. Lo que en Italia se conoce como regista.
Y ahí Pirlo empezó a ser Pirlo. Su inseparabale Gattuso (actual entrenador del Napoli) le escoltaba, hacía el trabajo sucio para que Andrea pudiese brillar. Su capacidad para retener el balón y elegir siempre la mejor opción para la jugada era fantástica.
Aquel Milan ganó Coppa de Italia y Champions League (en la final por penaltis a la Juventus) en 2003, Serie A en 2004, perdió la final de Estambul en 2005 y volvió a levantar la Orejona en otra final contra el Liverpool en 2007. Ese año fue nominado al Balón de Oro.
Antes había ganado el Mundial 2006 con Italia, en la final del cabezazo de Zidane a Materazzi, resuelta por penaltis. Fue el mejor jugador del partido. La magia de Pirlo era incontenible. Pero no le bastó. Cuando perdió fuelle el Milan, se marchó a la Juventus.
Los 32 años no le impideron seguir ofreciendo su mejor nivel: contribuyó a ganar los siguientes cinco Scudettos, para cerrar su etapa perdiendo la final de la Champions contra el Barcelona. Se marchó a la MLS, hasta retirarse en 2017. Simplemente, un virtuoso del balompié.
4. Ronaldinho
Una estrella del fútbol a la que su falta de disciplina y, por qué no decirlo, a veces también de cabeza impidió que pudiéramos disfrutarle durante mucho más tiempo. Su sonrisa era contagiosa y calaba, tanto como sus filigranas y regates dentro del campo.
Tras crecer en Gremio de Porto Alegre y recalar en el Paris Saint Germain, se dio a conocer al gran público en el Mundial de Corea y Japón 2002 que se llevó Brasil. Un año después, Joan Laporta, recién llegado a la presidencia, le reclutó para el Barcelona.
Era un equipo deprimido al que Ronaldinho transformó con su sonrisa y sus goles. Todavía se recuerda aquel trallazo a la escuadra que marcó en un partido nocturno contra el Sevilla en su primera aparición en el Camp Nou.
Sus exhibiciones se sucedieron, se ganó los aplausos del Bernabéu, el Barça de Rijkaard ganó dos Ligas y la Champions en la final de París contra el Arsenal en 2006. Después llegaron sus desconexiones, sus entrenamientos «en el gimnasio» (así rezaban las crónicas entonces) y el declive del equipo hasta su salida en 2008.
Guardiola quería una disciplina imposible para Ronaldinho. Se marchó al Milan, pero ya nada volvería a ser lo mismo. Su talento solo aparecía a cuentagotas, hasta que finalmente regresó a Sudamérica para terminar su carrera en varios equipos cariocas y mexicanos.
Se retiró en 2018. Recientemente ha sido noticia por su detención en Paraguay acusado de tener un pasaporte falso. Ronaldinho siempre tiene sus luces… y sus sombras.
3. David Villa
La selección más exitosa, la que ganó más torneos seguidos en este siglo XXI, fue la España del 2008 al 2012. Por eso los tres primeros puestos de este ránking de los 10 mejores jugadores retirados en el último lustro están reservados a tres de los mejores exponentes de la generación de oro del fútbol español. Por algo son campeones del mundo y de Europa.
El primero es David Villa, máximo goleador histórico de la selección española, máximo goleador de la Eurocopa 2008 que ganó España y (empatado con Müller) del Mundial 2010 que también conquistó La Roja en Sudáfrica. Por decirlo claro, era el que marcaba los goles de la selección. Jugaba a menudo tirado a la banda izquierda, pero recibía, encaraba y tenía la portería entre ceja y ceja. Y siempre sabía moverse al filo del fuera de juego.
También destacó en sus clubes: Sporting, Zaragoza, Valencia, Barcelona, Atlético de Madrid, New York City, Melbourne City y Visel Kobe disfrutaron de sus goles. Ganó la Copa con Zaragoza y Valencia, dos Ligas y una Champions League (con gol en la final) con el Barcelona, y una Liga de valor histórico con el Atlético de Madrid.
Siempre se mantuvo humilde y pegado a su gente de Tuilla (Asturias). Después emprendió su aventura norteamericana, y acabó su carrera ganando el día de su retirada la Copa del Emperador japonesa. Un referente del fútbol español.
2. Íker Casillas
Su infarto en la primavera de 2020 le ha impedido volver a los terrenos de juego. Es un auténtico emblema del fútbol español: el jugador que levantó al cielo las Eurocopas de 2008 y 2012 y el único Mundial conseguido por España, en Sudáfrica 2010. De hecho, podría ser perfectamente el número 1 de nuestro ránking de los 10 mejores jugadores retirados en el último lustro.
Desarrolló casi toda su carrera en el Real Madrid, donde ganó la Octava Champions en 2000 contra el Valencia y la Novena dos años después. En ese momento era suplente de César Sánchez, quien se lesionó. Casillas salió e hizo grandes intervenciones que le permitieron contrastarse en una cita de máximo nivel.
Con el Real Madrid ganó cinco Ligas españolas, y, muchos años después, en 2014, otra Champions League en la final de Lisboa. Falló en el primer gol del Atlético, pero Sergio Ramos empató en el 93 y su equipo acabó ganando en la prórroga. Había sido designado el mejor portero del mundo durante 5 años seguidos.
Su presencia dentro del equipo estuvo viciada desde que el polémico José Mourinho le relegó a la suplencia y le menospreció en algunas ruedas de prensa. Su mensaje caló en cierto sector del madridismo.
En 2015 terminó abandonando el club para recalar en el Porto, donde ganó una Liga lusa. Allí estaba en el momento del infarto. Fue un portero fantástico capaz de realizar intervenciones propias de felino, como la efectuada al sevillista Perotti. Leyenda del fútbol español.
1. Xavi Hernández
Futbolista maravilloso, que veía el fútbol como pocos, y fue el símbolo del estilo que reinó durante muchos años tanto en su club, el Barcelona, como en la selección. Crecido en La Masía, discutido en sus inicios y sin terminar de dar con su posición, fue un jugador de explosión tardía, pero rutilante.
Empezó a brillar en el Barcelona de Rijkaard, con el que ganó dos Ligas, y la final de la Champions 2006, pero no fue hasta los éxitos de España y la llegada de Guardiola cuando reprodujo todo su potencial. Centrocampista con una visión de juego enorme, que era capaz de retener el balón dando sus característicos giros, y capaz de filtrar pases donde nadie los veía.
Fue el MVP de la Eurocopa de 2008 que ganó España, y fue pieza clave tanto de los siguientes éxitos de la selección como del Barça campeón del sextete con Guardiola, además de otras dos Ligas y la Champions de Wembley.
Más que eso, representó el triunfo de una manera de entender el fútbol y de un tipo de jugador desprestigiado años atrás: pequeño, sin dotes en el juego aéreo ni en los duelos individuales. Pero para el fútbol que pretendía practicar, los bajitos habilidosos y escurridizos fueron los más capaces.
Xavi cerró su etapa en el Barcelona con otro triplete en la época de Luis Enrique antes de emprender su aventura catarí, de la que saltó directamente a los banquillos.