Se trata del clásico artículo que ningún amante de este deporte quisiera escribir. Porque la del fútbol es como una gran comunidad de personas: profesionales, aficionados y periodistas. Y cuando muere alguien de esta gran comunidad de personas, muere uno de los tuyos. No importan los colores ni la carrera que ha podido tener. Y cuando la muerte es de un hombre de 31 años, querido y apreciado por todos por su forma de ser personal y profesional, que deja una novia y una niña de 2 años, pues duele más. El capitán de la Fiorentina Davide Astori ha sido hallado fallecido en la habitación del hotel «Là di Moret» en Udine donde se encontraba concentrado el equipo para jugar en el Dacia Arena contra el Udinese. El defensa, con toda seguridad, ha fallecido en el sueño por un paro cardiocirculatorio, lo que algunos llaman «muerte súbita».
Los jugadores de la Viola tenían las 9:30 como horario límite para desayunar. Astori era siempre el primero en llegar. Al no verlo y llegando las 9:30, pensaron en un fallo del despertador o algún retraso y le llamaron. Como no contestaba a las llamadas, un masajista subió al cuarto. El staff médico ni siquiera ha intentado reanimarlo porque no había nada que hacer. El cuerpo ha sido trasladado al hospital Santa Maria della Misericordia de Udine para la autopsia. Astori, como todo el equipo, había sido sometido a visita de control el miércoles, algo rutinario para cada equipo de Serie A: el electrocardiograma no había mostrado nada raro.
El equipo ha permanecido en el hotel hasta las 14 cuando se han ido al aeropuerto Ronchi para volver a Florencia. En Udine se ha quedado Giancarlo Antognoni, club manager viola e histórico 10 de la Fiore y campeón del mundo con Italia en 1982. La última persona que vio a Astori vivo ha sido el portero Sportiello, a las 23:30. Habían jugado juntos a la Playstation. Los directivos han llamado a sus padres en Bergamo para darles la terrible noticia mientras que los directivos que se habían quedado en Florencia fueron a casa de su novia para avisarla directamente. Todos han partido de inmediato para Udine. Los padres han llegado primero, seguidos por el presidente viola Della Valle que ha dejado la morgue junto con Antognoni después de las 19. A las 18:40 había llegado la novia de Astori, Francesca Fioretti. Las muestras de cariño han sido muchas desde todos los equipos. Jugadores que habían compartido vestuario en los clubes y en la selección italiana dejaron mensajes de pésames en las redes sociales. También jugadores de clubes extranjeros. Y en el Camp Nou se guardó un minuto de silencio para Astori y Quini. Nada más conocerse la noticia muchos aficionados de la Fiorentina fueron al estadio Artemio Franchi a dejar escritos, fotos, recuerdos y flores para su capitán.
Trayectoria de Astori
Astori creció en la cantera del Milan. Después de unas cesiones a equipos de Tercera, la gran oportunidad fue el Cagliari. Debuta en Serie A el 14 de septiembre de 2008 con 21 años. En Cerdeña construye su carrera, obtiene la convocatoria para partidos de la selección italiana y se convierte en el primer jugador del Cagliari en marcar con la camiseta azzurra después del mítico Gigi Riva. En el verano de 2014 pasa a ser un jugador de la Roma. Esto le permite debutar en Champions League aunque no tenga mucha suerte en su paso por el club giallorosso. No ha tenido muchas oportunidades y no se ha creado un gran feeling con los aficionados. La Roma lo cede a la Fiorentina que luego lo compra definitivamente en agosto de 2015. Firma un contrato de cuatro años. Contrato que, dice el presidente Della Valle, habría renovado hoy mismo si no nos hubiera dejado.
Todos los que se han cruzado con él recuerdan a Astori como un chico maduro, de gran sensibilidad y sentimientos. Siempre listo para iniciativas benéficas. Para echar una mano a quien, según él, había tenido menos suerte que él. Con todos creaba una relación que duraba en el tiempo. Un ejemplo de los mejores valores que debe tener un futbolista y una persona en general. El Astori futbolista era un jugador que no traicionaba nunca, muy fiable. No era un crack pero tenía gran técnica y sentido táctico. Esa zurda delicada y «educada» a lo sudamericano que le permitía dar inicio a las jugadas desde atrás. Como se diría hoy, un defensa moderno. Así era Astori a pesar de no ser ya un jovencito. En su cabeza dos sueños: terminar su carrera en la Fiorentina y volver a vestir la camiseta de la selección italiana en el nuevo proyecto como «hermano mayor» y guía de los Caldara, Rugani, etc. No ha podido ser. Astori se ha ido en el sueño como se van los soñadores. Te recordaremos con tu bonita sonrisa. Descansa en paz. Ciao Davide.