La psicología del líder: la autoridad y la influencia dentro de un vestuario

La psicología del líder en el deporte: los casos de Jürgen Klopp y Marcus Smart

Cuando Stanley Milgram (1933-1984) propuso a la Universidad de Yale su estudio sobre la obediencia a la autoridad, seguro que esperaba otros resultados. Seguro que pensaba, o al menos quería pensar, que las personas tenemos mayor influencia sobre nuestros propios actos. Pero los resultados fueron muy clarificadores de lo contrario. Bajo ciertas premisas, la voluntad de las personas prácticamente se anulaba.

Este estudio tiene su origen en la sentencia contra Adolf Heichman por sus crímenes contra la humanidad. Alegó que solo cumplía órdenes. Por este motivo, la tendencia ha sido valorar negativamente los resultados obtenidos por Milgram. Pero, ¿también pueden aplicarse de manera positiva?

La psicología del líder en el deporte

Esta interpretación positiva de la voluntad humana, podemos relacionarla con dos acontecimientos de gran relevancia deportiva esta semana. Por un lado, el partido Liverpool-Roma de las semifinales de Champions. En segundo lugar, el Game 5 entre Boston Celtics y Milwaukee Bucks. Vayamos por partes.

La psicología del líder y la obediencia: Jürgen Klopp

¿Qué relación tiene el estudio con el Liverpool? La figura clave de Jurgen Klopp y en menor medida de Mo Salah. Lo que ha conseguido el entrenador alemán con este equipo es digno de admirar desde el plano deportivo. Pero más digno de admiración se podría considerar desde el plano psicológico. Las sensaciones que trasmite este equipo son apabullantes. Transmiten una total confianza de poder batir a cualquiera. Dejan sobre el césped toda su alma. Es fácil imaginarse a Jurgen Klopp, ordenando a sus jugadores, “seguir aumentando la intensidad de sus descargas eléctricas”. Al más puro estilo Milgram cuando van ganando 5-0, como así fue. Hecho que probablemente les perjudicó, pues permitió a la Roma hacer dos goles.

Jurgen Klopp y la psicología del líder
Jurgen Klopp y la psicología del líder. Vía medium.com

Esa capacidad para hacer jugar a los suyos como auténticos “kamikazes”. Ese convencimiento pleno en las ideas de su entrenador. Establecen una perfecta analogía entre la anulación de la voluntad, el sometimiento a la autoridad del experimento y el carisma de un líder. Jurgen consigue aumentar las prestaciones de muchos jugadores. Con Salah como gran artífice, a partir de hacerles creer, indudablemente, en que son capaces de lograr lo que se propongan.

La influencia en la psicología del líder: el caso Marcus Smart

La otra figura a analizar es la el 36 de Boston Celtics, Marcus Smart. El perfil del texano responde al del más puro estilo de líder ejemplificador. Con su manera de actuar marca el camino. Y así se le ha reconocido dentro de su propio vestuario, por parte de figuras como su entrenador Brad Stevens y la estrella del equipo Al Horford, (Irving y Hayward no están disponibles estos Play Offs).  Las dos cabezas más visibles que han salido a certificar a Smart como líder espiritual del equipo.

Marcus Smart y la psicología del líder
Marcus Smart y la psicología del líder. Vía Sports Illustrated

Viendo los hechos, ¿cómo no va ser líder un hombre que levanta a un pabellón como el TD Garden solo con aparecer? ¿Qué clase de autoridad puede despertar un jugador que regresa de una lesión en la mano y en su primera jugada se lanza a por un balón dividido sobre esa misma mano? La autoridad y el liderazgo que hace creer ciegamente en sus posibilidades. Que se pone en manos de su mayor representante para entregarse a la causa, para creer que cualquier victoria es posible.

Estos son los resultados de una autoridad y un liderazgo bien consumados. Arrastran a todo un equipo. Provocan un 5-0 en 70 minutos para certificar una de las mayores exhibiciones, por parte de un jugador, en la mejor competición europea. Una victoria por parte de los Celtics que consiguieron bajar, gracias a su alma defensiva, a 87 puntos la anotación de un equipo. Liderados por un descomunal Antetokoumpo, promediaban 107,75 puntos contra ellos en la serie y habían dejado su mínima de un partido en 102. Una influencia abismal.

Deja un comentario