Duncan Ferguson logró ante el Chelsea salir victoriso por primera vez como entrenador interino del Everton. Pero su relación con el club toffee no se limita al apartado técnico. El escocés es leyenda viva del club, y en Goodison Park se le considera como tal.
Los inicios en Escocia 1990 – 1995
Dundee United 1990-1993
Sus primeras experiencias en el mundo del fútbol fueron en su tierra natal, concretamente a noventa kilómetros al norte, en el Dundee United. Fue en este club donde debutó en el fútbol profesional y empezó a marcar goles.
En su segunda temporada, se estableció como uno de los titulares de la plantilla y se convirtió en el máximo anotador del equipo con 16 goles en 41 partidos. Estas cifras le valieron para dar el salto a uno de los grandes de la liga. El Rangers preguntó por él.
Rangers 1993-1995
El natural de Stirling hizo las maletas para Ibrox. Sus registros durante su estancia, de dos temporadas, en Glasgow fueron bastante decepcionantes, anotó solo 5 goles en 21 partidos.
La etapa de esplendor en Inglaterra 1995 – 2006
Everton 1995-1999
Pese a su mal temporadas, un club, que vestía también de azul, se fijó en él, y Ferguson abandonó así su tierra natal. Lo hizo para aterrizar en las orillas del río Mersey, concretamente en Goodison Park, la casa del Everton.
Fue en este club dónde jugó su mejor fútbol. Además de anotar un número considerable de goles, logró ponerse al bolsillo toda la afición toffee. Lo hizo demostrando garra en el terreno de juego y cercanía fuera de él. Fue justamente esa empatía con la afición lo que hizo de él un ídolo absoluto de los hinchas. Su idilio en el Everton solo se vio truncado cuando fichó por el Newcastle la temporada 98-99.
Newcastle 1999-2000
Llegó a St. James Park con la misión de congeniar con uno de los mejores delanteros ingleses, sino el mejor, de la historia, Alan Shearer. Pero su periplo en Newcastle fue corto. No tuvo participación en el equipo debido a problemas físicos, solo jugó 41 partidos en una temporada y media. Estos problemas, tanto de adaptación como físicos, le empujaron a cambiar de escenario de nuevo en la temporada 00-01.
Everton 2000-2006
Como no podía ser de otra manera, regresó a su casa futbolística, Goodison Park, para retirarse al cabo de seis temporadas. Al final de su carrera en el Everton el ariete escocés había anotado ni más ni menos que 65 goles en 253 partidos. Aunque por sus números quizá no le hicieron destacar en exceso, sí lo hizo por la entrega que mostró en cada uno de los partidos que disputó con la camiseta azul.
Colgó las botas finalmente en la temporada 2005-2006, pero siguió, y sigue, vinculado al club de su vida, el Everton.