Quini, «brujo» en Gijón e ídolo en España

El pasado 27 de febrero de 2018 nos ha dejado el ex-futbolista Enrique Castro González, más conocido como Quini, uno de los mejores delanteros de la historia de España y que se convirtió en un ejemplo para muchos tanto dentro como fuera del campo. Es por ello por lo que he decidido realizar un pequeño repaso a su carrera deportiva, como un pequeño homenaje.

Los comienzos de Quini en el mundo futbolístico

La carrera futbolística de Quini comenzó en el equipo de su colegio, el Grupo Deportivo Bosco. Siendo aún juvenil fue llamado para jugar con la selección española dos partidos de la Eurocopa frente a Alemania, quien apeó a España del torneo.

En 1967, visto ya el olfato goleador del joven asturiano, pasó a jugar para el primer equipo: el C.D. Ensidesa, de Tercera división. Sus comienzos en el equipo no fueron precisamente muy destacables ya que comenzó en la posición de extremo, donde la capacidad goleadora que le caracterizaba parecía desvanecerse.

El Real Oviedo contactó con el delantero para que este jugara con su filial, sin embargo su padre no se lo permitió, pues quería que continuase en Ensidesa, ya que militaba en la misma categoría que el filial del Oviedo y así se ahorraban los desplazamientos a la capital. La llegada de José Luis Molinuevo como nuevo técnico del Ensidesa supuso un despegue para la carrera de Quini, que empezó a jugar de delantero centro, recuperando así su capacidad goleadora, lo que le supuso, tras marcarle 4 goles al filial del Sporting de Gijón, que el conjunto rojiblanco despertase su interés por el jugador.

La carrera de Quini en el Sporting de Gijón

El Real Sporting de Gijón fichó al delantero en noviembre de 1968 y debutó en diciembre frente al Betis, que acabó imponiéndose al conjunto asturiano. Sin embargo, el domingo siguiente, Quini debutó como goleador del club frente al Racing Club de Ferrol.

Su segunda temporada supuso un doble hito: el Sporting, tras 10 años en la categoría de plata consiguió el ascenso a primera división y Quini obtuvo el primero de sus 7 trofeos Pichichi tras marcar 24 goles, consiguiendo además, con la Selección española amateur, el campeonato de Europa.

Enrique Castro Quini durante un partido con el Sporting de Gijón.
Enrique Castro Quini durante un partido con el Sporting de Gijón. 20minutos.es

En la Temporada 73/74, el conjunto asturiano evitó el descenso y Quini obtuvo su segundo trofeo Pichichi, después de marcar 20 goles, por lo que el interés de varios clubes empezó a hacerse patente.

No sería hasta 1980, debido a las negativas del presidente del Sporting, cuando el Barcelona contrataría los servicios del delantero asturiano tras acabar esa misma temporada, de nuevo, como Pichichi de la competición con 21 goles.

La llegada de Quini al F.C. Barcelona

En la primera temporada con el club, Quini obtuvo por sexta vez y cuarta en primera división, el trofeo Pichichi con 20 goles.

El 1 de marzo de 1981, tras disputar un partido contra el Hércules C.F, en el que Quini anotó 2 goles, fue secuestrado en su propia casa por dos individuos que le apuntaban con una pistola, iniciando así un calvario que duró 25 días.

Finalmente Quini fue liberado y declaró públicamente que perdonaba a sus secuestradores. Tras la liberación, el Barça se proclamó campeón de la Copa del Rey, en la que Quini también fue máximo anotador con 11 goles.

Quini durante su paso por el F.C Barcelona.
Quini durante su paso por el F.C Barcelona. fcbarcelona.com

El 24 de enero de 1982, Quini marcó el gol número 3000 en Liga para el Barcelona en el Camp Nou frente al C.D Castellón.

Retirada de Quini y vuelta a los terrenos de juego

Durante su etapa como culé, Quini consiguió todos los títulos en equipo de su palmarés: dos Copas del Rey, una Recopa de Europa, una Copa de la Liga y una Supercopa de España.

Sin embargo, tras la campaña 83-84, decidió retirarse con casi 35 años y el club blaugrana le preparó un partido homenaje para su despedida. Sin embargo, un mes después reconsideró sus palabras y regresó a Gijón, donde militó durante otras tres temporadas.

Su último partido en Liga lo disputó el 14 de junio de 1987 ante el Barcelona. Una vez finalizada su etapa como futbolista siguió vinculado al conjunto asturiano, en el que ejerció las funciones de ayudante técnico, delegado y representante institucional.

Durante su carrera futbolística, el «Brujo» jugó 448 partidos en Primera división, marcando 219 goles, de los cuales 165 los marcó vistiendo la camiseta del Sporting de Gijón, siendo el máximo goleador sportinguista en la máxima categoría.

Paso de Quini por la selección española

Sus éxitos como jugador del Sporting de Gijón hicieron que Ladislao Kubala, seleccionador nacional, lo incluyera por primera vez en una convocatoria en 1970. En octubre de ese mismo año debutó con la selección en La Romareda frente a Grecia, marcando uno de los dos goles de España, que venció a los griegos por 2-1.

Quini disputó 35 partidos con la selección española, siendo el último un partido disputado en Madrid contra la República Federal Alemana el 2 de junio de 1982. Con la selección, Quini participó en los Mundiales de 1978 y España 1982, además de la Eurocopa de Italia 1980.

Quini conduce el balón frente a dos jugadores de la selección alemana durante uno de los partidos disputados con España.
Quini conduce el balón frente a dos jugadores de la selección alemana durante uno de los partidos disputados con España. rtve.es

Como Internacional únicamente anotó 8 goles debido a que no jugaba con la libertad del ‘9’ con la que jugaba en Sporting y Barcelona.

Sin embargo, con la selección vivió uno de los momentos mas amargos de su carrera. El 16 de febrero de 1972 en Inglaterra, la selección española se enfrentó a Irlanda del Norte y cuando Quini se elevó para cabecear un centro, George Best le fracturó el pómulo izquierdo de un codazo, lo que le mantuvo más de un año inactivo y por el cual, la Federación Española de Fútbol ordenó su traslado a Madrid para su operación, lo que le llevó a perderse casi toda la campaña 72-73.

Sin duda, Quini ha sido y continuará siendo símbolo eterno del Sporting, de la ciudad de Gijón y del fútbol español, tanto dentro como fuera de los campos de fútbol y, es por esto que, tras su fallecimiento, el estadio del Sporting de Gijón pasará a llamarse El Molinón-Enrique Castro Quini, tras ser aprobado el nuevo nombre por unanimidad.

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