Todo buen aficionado al fútbol conoce de sobra el gran jugador del que se trataba Raúl González Blanco. El mítico ‘7’ del Real Madrid ha sido y será siempre recordado como un jugador ilustre, de gran calidad e inteligencia, y un olfato goleador que muchos delanteros quisieran tener. En toda su carrera futbolística, puede presumir de haber jugado más de 1100 partidos y marcar casi 500 goles. Ha ido ganando trofeos allá por donde ha ido, tanto colectivos como individuales. Una etapa que no debe caer en el olvido es el paso de Raúl González por el Schalke 04.
Tras 16 temporadas vistiendo de blanco, llegó el momento en que parecía ser que su edad y su físico no aguantaban el ritmo frenético de todo un Real Madrid. Sin embargo, desde Alemania le llegó una oportunidad para volver a sentirse el crack que era. El Schalke 04 hizo un hueco en su plantilla a esta leyenda, y, en tan solo dos años, consiguió lo que no se había podido en más de una década: levantar un título. Por ello, hoy repasamos esas dos temporadas de Raúl González, la estrella «retirada» que levantó a un equipo.
La amarga despedida y la gran acogida
Era duro decir adiós al club que le había visto crecer, madurar y envejecer. Su vida había sido el Real Madrid y nada más. Sin embargo, veía que su papel en el club no hacía más que ir en decadencia. Pasó de jugar 47 partidos en la temporada 2008-09, marcando 24 goles, a jugar 39, de los cuales solo fue titular en 13, y llegando a marcar tan solo 7 tantos. Era el momento de buscar un nuevo rumbo; otras exigencias y retos.
La etapa de Raúl González en el Schalke 04
El destino le llevó al Schalke 04, un equipo naturalmente de la media tabla alemana que estaba in crescendo. Había acabado en segunda posición en la anterior edición de la Bundesliga y llegó a estar muy cerca de arrebatarle el título al todopoderoso Bayern Múnich. Junto a Raúl llegaron grandes jugadores como el también ex madridista Huntelaar y el talentoso José Manuel Jurado, por aquel entonces joven promesa del fútbol español. La temporada auguraba buenos momentos para el club de Gelsenkirchen, y Raúl, a sus 33 años, capitaneaba ese proyecto.
2010-11: batacazo en la Bundesliga tocando el cielo en la Pokal
A pesar de las buenas sensaciones, el Schalke 04 se mostró en la competición liguera como un equipo muy pobre e irregular. El equipo acabó la Bundesliga en decimocuarto lugar, encadenando además una racha final de 5 partidos sin ganar. Este resultado pudo ser fruto de estar centrado en otras competiciones, pues los de Gelsenkirchen llevaban 14 años sin ganar un título, y por fin lo consiguieron.
En la Pokal (Copa de Alemania), el camino fue muy sufrido. Con grandes dificultades, fueron subiendo escalones. Los equipos «pequeños» de las primeras rondas presentaron más dificultades de las esperadas. Ya en las semifinales, tal y como ocurrió en la temporada anterior, se encontraron con el Bayern Múnich, al que, sin embargo, esta vez derrotaron con un 0 – 1, obra de Raúl, quien fue el máximo goleador de la temporada con 19 tantos.
Fue este el paso más complicado de la competición. En la final esperaba un Duisburg de Segunda División que cayó por un contundente 0 – 5. La consecución de este título dio un empujón a un equipo que llevaba mucho tiempo sin tocar un trofeo. El Schalke de Raúl González volvió a escribir un capítulo en su historia.
El sueño de la Champions
Esa misma temporada, además de llevarse la Pokal, el Schalke 04 se vio envuelto en el sueño de ganar la mismísima Champions League. Muchos recordarán aquel Schalke que se plantó en las semifinales de la máxima competición europea, eliminando a grandes equipos como el vigente campeón, el Inter Milán, a quien endosaron un marcador global de 3 – 7, de los cuales dos goles fueron del bueno de Raúl.
Finalmente, quedaron a un solo paso de llegar a la final. El Manchester United de Sir Alex Ferguson pasó por encima con un 0 – 2 en la ida y un contundente 4 – 1 en la vuelta. En la final, los ‘red devils’ fueron arrollados por un FC Barcelona invencible.
2011-12: supercampeones y vuelta a la normalidad
La temporada 2011-12 comenzó por todo lo alto. Como ganadores de la Pokal, se enfrentaban en la Supercopa de Alemania al Borussia Dortmund, campeón de la Bundesliga. En un partido muy disputado y emocionante, pasaron los 90 minutos y los 120 sin ningún gol en el marcador. La suerte de los penaltis tuvo que decidir el encuentro. Los de Gelsenkirchen no fallaron ninguno de sus disparos desde los 11 metros, mientras que los entonces jóvenes Großkreutz e Ivan Perisic fallaron los suyos. El título de supercampeones fue para el Schalke 04.
Después de esto, todo volvió a la normalidad. El club pasó del vergonzoso puesto liguero de decimocuarto a la lucha por los puestos de Champions. Quedó tercero y se garantizó una plaza en la siguiente edición. Aquella temporada, la consecución de la Pokal dio al Schalke el privilegio de poder jugar la Europa League. Fue la única competición que dio razones para soñar, pues en la Pokal no pasaron de los octavos de final.
Después de pasarlo un poco mal en la ronda previa frente al Helsinki, remontando el 2 – 0 que encajó en la ida, se metió en la Europa League. En un grupo muy asequible, se encajó en dieciseisavos sin perder un solo partido. En las eliminatorias, el Viktoria Plzen dio serios problemas en dieciseisavos. Sin embargo, algunos problemas menos dio el Twente en octavos de final.
Hasta cuartos duraron las pequeñas esperanzas de los de Gelsenkirchen, pues el Athletic Club hizo frente al doblete de Raúl y le endosó un 2 – 4 en su propia casa. Ya en San Mamés, el 2 – 2 final certificó el pase de los vascos. De nuevo, volvió a marcar un gol Raúl. No tuvo ningún valor para su equipo, pero para él fue una eliminatoria especial, además de ser la última en la máxima élite del fútbol europeo.
Despedida con posible «hasta luego»
Después de dos temporadas, Raúl González se veía ya con 35 años. El mediapunta español seguía jugando a un gran nivel, pero su físico ya no era el mismo. Por ello, decidió llevar su magia a Catar. El Schalke despidió al ‘7’ como si hubiese jugado una década en el club. Siempre será bien recordado por sus aficionados.
El Al Sadd acogió al legendario Raúl como si de un dios se tratase. Durante dos años estuvo jugando en el país árabe, a un ritmo mucho menos frenético que el europeo. Allí pudo disfrutar como el amante del fútbol que es, y, con todo, llegó a proclamarse campeón catarí. Después, recaló en el NY Cosmos de la NASL estadounidense. Allí dio sus últimos pasos como futbolista profesional y también se proclamó campeón, tanto de la fase regular como de la fase eliminatoria.
El Raúl González entrenador
Hoy en día, Raúl, con las botas colgadas, está en el intento de llegar a ser como entrenador igual de grande que como jugador. Florentino Pérez no tardó en hacerle, tras su formación, un hueco en los numerosos equipos del filial del Real Madrid. Comenzó en el Cadete B, pero pronto pasó al Juvenil B, y más tarde al Real Madrid Castilla, con el cual ha tenido que vivir una situación un tanto complicada, pero ha sabido enderezarlo con una gran autoridad y mano dura.
Tras este final de temporada prematuro, el entrenador madridista ya tiene en mente la posibilidad de dar un paso más en su carrera en los banquillos. Se ha llegado a hablar de que puede ser el sustituto de Zidane cuando este se marche, o incluso se ha hablado de volver a Gelsenkirchen para entrenar al club en el que, en tan solo dos años, consiguió dejar huella.