Tras hablar de los inicios en los banquillo de Guti y Xabi Alonso, hoy es el turno de otra leyenda de nuestro fútbol: Raúl González y sus inicios como entrenador. Otro de nuestros ídolos de la infancia que ha decidido emprender su nueva vida como técnico. El ex capitán madridista no necesita presentación. 741 partidos con la camiseta blanca, 323 goles, 102 internacionalidades con 44 dianas, 6 ligas, 3 Champions League… Un sin fin de títulos y reconocimiento individuales en sus más de 20 años como profesional.
Aunque todos relacionamos a Raúl con la camiseta madridista, sus inicios en el fútbol fueron en el vecino de la capital, el Atlético de Madrid. A principios de los 90 un joven y tímido delantero destacaba por encima del resto en los campos de la Comunidad de Madrid. Todo el que le veía jugar afirmaba que tendría un futuro prometedor. En medio de todo esto, desde el Atleti deciden acabar con toda su cantera para abaratar gastos. Esta controvertida decisión deja a esta promesa sin equipo y el Real Madrid no duda en firmarlo. Desde este momento empieza el idilio Raúl – Real Madrid con una ascensión meteórica hasta ser el capitán del primer equipo durante 7 temporadas.
En 1994, Jorge Valdano da la alternativa a un joven de 17 años que venía echando la puerta abajo. Una semana más tarde Raúl repite en el once debutando en el Bernabéu y marcando su primer gol como profesional, precisamente frente al Atlético de Madrid. Serían 16 temporadas en el primer equipo del Madrid plagas de éxitos y triunfos. En 2010 abandona España para jugar 2 años en el Schalke 04, y tras 2 temporadas en Qatar y otra en EEUU, cuelga las botas en 2015.
La carrera del Raúl González futbolista
Los números de Raúl hablan por sí solos de una carrera fantástica, infinidad de estadísticas que confirman su legado. El madrileño era un delantero tremendamente inteligente con un don para estar en el momento oportuno. Se ha desenvuelto en todas las posiciones de la zona de ataque. En sus inicios acostumbraba a arrancar un poco más alejado del área, aunque sus llegadas a la portería eran continuas. Con el paso de los años se fue consagrando como punta de lanza o acompañando a otro nueve. Suker, Mijatovic, Morientes, Ronaldo o Van Nistelrooy fueron algunos de sus socios en ataque, casi nada.
A pesar de todo ello, la principal virtud de su juego era la garra y su pelea, atributo por el que enamoró al Bernabéu. Aunque técnicamente no era el mejor, su constante lucha hacía de él un jugador inagotable que contagiaba de su raza a todo el equipo. No daba un balón por perdido ni un partido por acabado, un gen ganador que formaba un matrimonio soñado por su afición. Goleador de área que anotó más de 400 goles como profesional entre club y selección. Su registro de cara a puerta es muy variado, ha marcado goles de todo tipo y algunos de ellos de tremenda belleza.
Fue internacional absoluto desde 1996 hasta 2006 anotando 44 goles y siendo el máximo goleador histórico durante un tiempo. Con La Roja disputó 3 Mundiales, 2 Eurocopas y los JJOO del 96. A pesar de los goles y haber sido capitán, a nivel colectivo no fue una buena época en la selección. En 2010 decide emprender una nueva aventura en Alemania, su próxima parada sería el Schalke 04. Aunque solo fueron dos años, Raúl se convirtió en un ídolo. 98 partidos, 40 goles, 1 Copa Alemana, 1 Supercopa y unas meritorias semifinales de Champions que fueron las primeras en la historia del club alemán. El madrileño apura su carrera dos años Al-Sadd y otro en el New York Cosmos.
La carrera del Raúl González entrenador
Veremos si su carrera como entrenador es tan meteórica como lo fue la de jugador. Su ascensión en la cantera madridista le ha llevado este verano a hacerse cargo del Castilla. Tras pasar por el Alevín y el Juvenil este año le ha llegado la gran oportunidad de hacerse cargo del segundo equipo.
Los equipos de Raúl despliegan un juego de posesión, con buen trato de balón, llevando la pelota de lado a lado con paciencia hasta que aparezca la oportunidad. La intensidad es otro de los puntos en los que insiste Raúl, no podía ser de otra manera conociendo su manera de entender el fútbol. Desde el banquillo transmite su mentalidad ganador y luchadora a sus pupilos, la competitividad es innegociable para él.
A sus 42 años esto es solo el inicio y todavía le quedan mucho camino por recorrer, aunque todos seguiremos de cerca sus avances como entrenador. Una leyenda en el campo que seguro dentro de poco veremos en un banquillo de primer nivel.