Adiós a otra leyenda: el rubio de oro

Otra leyenda del fútbol se despide, es el caso de Bastian Schweinsteiger quien con 35 años ha decidido parar.  El apodado «Dios del fútbol» entre la afición alemana, ha ganado todo lo posible e inimaginable, su polivalencia le hizo triunfar. Sin duda, un centrocampista de los que este deporte echará en falta. Tan solo ha jugado en el Bayern de Munich, en el Manchester United y en el Chicago Fire, pero allá donde ha ido ha dejado huella. Repasemos lo que ha sido la carrera de un campeón total.

Los inicios en Baviera de Bastian Schweinsteiger

El 1 de julio de 1998, y con tan solo 13 años, firmó con el Bayern de Munich juvenil. Sus entrenadores quedaron impresionados y las categorías inferiores se le quedaban pequeñas a Bastian. Y en noviembre de 2002, tras apenas unos días de entrenamiento, debutó ante el RC Lens en un partido de Champions League de la mano de Ottmar Hitzfeld. Todos quedaron boquiabiertos con el joven centrocampista. Tan solo un mes después, firmó su primer contrato profesional, todo ocurrió muy rápido. Con 18 años jugó 14 partidos ayudando a su equipo a lograr el doblete nacional (2002-2003).

Características del juego de Bastian Schweinsteiger

Bastian empezó jugando de interior derecho, hasta que Louis Van Gaal lo colocó de volante de contención y dio un salto en su rendimiento. Destacaba por su gran control de balón y pase largo, le definía una gran visión, que le convertía en letal a balón parado, además de ser un mediocentro potente.

En defensa poseía una gran intercepción de balón y agresividad. Su disparo lejano también era una especialidad por su dureza. En definitiva, un centrocampista completísimo debido a su versatilidad en las posiciones del campo, por los grandes entrenadores que tuvo, en especial Van Gaal.

Bastian Schweinsteiger es una leyenda del Bayern de Munich.
Imagen de Doha Stadium Plus Qatar.

El asentamiento y éxito de Schweinsteiger en el Bayern de Munich

De la 2005-2006 a la 2007-2008, salvo el inicio de la primera, obtuvo un gran protagonismo con 135 apariciones y 10 goles, ya era un habitual en los onces. Entonces llegó el técnico holandés, el héroe del Ajax y característico por su osadía. Pues nada más aterrizar vio en Bastian un buen mediocentro defensivo, lo que le aportó otra visión del campo y de sus facultades. En su primera temporada, la 2009-2010, el equipo llegó a la final de la Champions, aunque sin éxito por culpa del Inter de Mourinho. Aunque el alemán se antojó clave junto con los Robben, Ribery, Lahm, Van Bommel o Klose, un auténtico equipazo. Sin embargo, un año después el holandés fue cesado, pero no sin antes dejar huella en Schweinsteiger.

De la temporada 11-12 a la 12-13 el mediocentro dio lo mejor de sí en el equipo, más responsabilidad en el campo y pieza clave ya de la Alemania de Low. Pues Jupp Heynckes llevó al equipo a lo más alto, a dos finales de Champions exactamente, levantando una y consiguiendo un triplete histórico. Bastian fue el encargado de anotar el último penalti de la tanda ante el Real Madrid en semifinales. Sin embargo, en la final le pegó al poste y acabaría marcando Drogba para darle la «Orejona» a los de Di Matteo.

https://youtu.be/jovBEBwUf14

Pero sin duda el clímax del medio alemán con su equipo llegaría en 2013. Tras una campaña brillante acabaría ganando el triplete, la final europea contra el Dortmund, aquello era el delirio. Aquel año recibió el trofeo a mejor jugador alemán. Fue descrito por su entrenador como «El mejor centrocampista del mundo» e incluso se le postuló para el Balón de Oro.

A Guardiola no tardó en convencerle, con su trabajo, su ritmo, sus pases y su potente disparo. Formó junto a Javi Martínez un centro del campo eficaz y con control de balón, como el gusta al técnico catalán. Tras dos temporadas a los mandos de Pep, tras 500 partidos, 75 goles, 80 asistencias y 21 títulos, un 23 de mayo de 2015 decidió cerrar su etapa en Alemania.

Bastian Schweinsteiger con la Selección de Alemania

Debutó con 20 años en el 2004 el 6 de junio, portando el prestigioso dorsal «7». No fue hasta la Confederaciones de 2005 y el Mundial de Alemania al año siguiente cuando el centrocampista empezó a ser importante. En el banquillo estaba Klinsmann, y con él la selección quedó tercera de ese Mundial. 2 goles y 3 asistencias para asentar las bases de la Alemania del futuro, la campeona. Curiosamente en ese torneo ocupó la posición de extremo izquierdo, dando más superioridad y control a su equipo.

En 2008 empezó en el banco en la Eurocopa aunque fue de menos a más, pero en la final se encontró a su bestia negra, España. Dos años más tarde ocupó la posición de Michael Ballack, capitán por aquel entonces, y su rendimiento fue notorio. Sin embargo, un cabezazo de Puyol le dejaría fuera de la final y obtuvieron de nuevo un poco satisfactorio tercer puesto. Fue elegido entre los 3 candidatos al Balón de Oro del Mundial, y bien merecido. En 2012 el rol de Schweinsteiger cambió, pues tenía más liderazgo, más experiencia, y en la Eurocopa guió a los suyos a otras semifinales de un gran torneo, pero a esta selección le faltaba un oro.

Era su tercer Mundial , y el 13 de julio de 2014 se proclamó por fin campeón del mundo en Brasil, se convertía en héroe nacional. Líder junto a los veteranos Lahm, Podolski y Klose y clave en el esquema de Joachim Low, quien diseñó un «rodillo» alemán a base de años de trabajo y persistencia. Bastian estaba en la cima de su carrera y ya lo había ganado todo.

De nuevo en semifinales en 2016 cayó en una Eurocopa, ante Francia, y además provocando un penalti por mano que supondría la derrota. Aquello fue un mal trago para el medio que vivió sus peores días en la selección. El 29 de julio de 2016 jugó su último partido con la selección y anunció su retirada junto con la de Lukas Podolski, lloró toda Alemania, y él el que más. 121 partidos, 24 goles y 36 asistencias, toda una leyenda en su país.

El reencuentro con Van Gaal en el Manchester United

En la segunda temporada del técnico holandés llegaría por petición expresa Bastian Schweinsteiger, por unos 18 millones de euros tras 17 años en Baviera. Tenía ya 31 años, pero aún podía dar lo mejor de su fútbol. En su primer curso levantó una FA Cup, pero Van Gaal duraría poco a su lado.

La etapa de Bastian Schweinsteiger en el Manchester United no fue muy positiva.
Imagen de Matt Janzer.

Fue aterrizar José Mourinho y el alemán dejó de jugar, el ostracismo era la palabra más repetida. No contaba con él y no le convocaba, en ocasiones le mandaba a entrenar con los juveniles, al menos sumó a su palmarés 3 títulos más. Su prometedor fichaje por el United quedó frustrado por una dura realidad, y no tuvo más remedio que salir.

La última etapa de Schweinsteiger, en el Chicago Fire

El centrocampista se sumó a los muchos jugadores que habían ido a probar suerte a los Estados Unidos, donde el sueldo es persuasivo y la competición mejora cada año. Aterrizó como jugador franquicia, con 33 años y con intenciones de al menos levantar el título nacional, no fue así pero mostró un gran nivel en su etapa americana. Quizás estuvo más enfocado a la retirada que otra cosa, pero completó 91 partidos anotando 9 goles y repartiendo otros 9.

De 2017 a 2019 se mantuvo en el fútbol profesional en USA, tras de sí, 626 partidos, 79 goles y 113 asistencias a nivel de club, 26 títulos. Un regalo como jugador y persona al fútbol, que siempre le recordará (como dijo Luis Aragonés) como «Aquel rubio de nombre tan raro», pero que ha triunfado en todo.

Deja un comentario