Alemania se ha proclamado campeona del Europeo sub-21 al vencer en la final a España por un 1-0 con gol de Weiser. El título supone un reconocimiento para un país que se caracteriza por cuidar la base y cuyos éxitos ha extendido a la absoluta. No conviene olvidar que ocho jugadores seleccionables por la sub-21, entre ellos Kimmich o Goretzka, están disputando la Copa Confederaciones con la absoluta, más los lesionados Sané y Weigl. Por parte de España, la final perdida ha provocado una pequeña decepción, dada la ilusión depositada en esta excelente camada de futbolistas.
En cuanto a la final, la superioridad alemana ha sido manifiesta. En la primera parte la pequeña Mannschaft ha borrado del mapa a España. Presionó arriba para impedir una salida de balón limpia de España, y tocó con criterio en campo contrario para buscar los huecos en la zaga española. Su trabajo sin balón, rodeando a los jugadores españoles hasta ahogarlos y que acabaran perdiendo la pelota, fue admirable. Kepa no tenía otra opción que sacar en largo, pero también así el balón acababa en poder de los jugadores germanos, que ganaron la mayoría de duelos individuales.
Arnold, jugador del Wolfsburgo, ponía la jerarquía en el centro del campo, Gnabry (aunque no estuvo tan fino como en otras ocasiones), la calidad en tres cuartos, y Max Meyer, mediapunta escurridizo y muy móvil, despistaba a la defensa española con sus movimientos. Por citar solo tres de los pilares de esta selección alemana, que acabó traduciendo su gran dominio en el 1-0 de Weiser en el minuto 40. La segunda parte cambió un poco, España se fue más arriba, jugó en campo contrario y tuvo buenos tramos, pero Alemania nunca perdió la personalidad, siguió corriendo y presionando para cortar líneas de pase y tuvo buenas ocasiones a la contra. Las estrellas españolas, Saúl, Ceballos y Asensio, apenas aparecieron. España estaba maniatada y no generó grandes ocasiones de peligro.
Balance del torneo
Viendo más allá de la final, sin duda el Europeo sub-21 de Polonia ha dejado grandes destellos. Jugadores que no tardando mucho podrán dar el salto al máximo nivel. Aparte de los que ya están, casos de Asensio, Saúl o Donnarumma, se suman otros muchos que han llamado la atención. Gnabry (nuevo jugador del Bayern Munich), el lateral Toljan o Arnold en Alemania, el viola Bernardeschi y los centrales de la Juventus Rugani y Caldara en Italia, Guedes, Semedo, Bruno Fernandes o Bruma en Portugal o los ya conocidos españoles Ceballos o Kepa. Talento joven apetecible. Por cierto, el centrocampista del Betis ha sido elegido mejor jugador del torneo, para mí injustamente estando Saúl.
Finalmente la acreedora del Europeo sub-21 ha sido Alemania, una selección que acabó pasando como segunda de grupo y que se midió a todos los rivales complicados. Perdió contra Italia en el último partido de su grupo, pasó por penaltis a la final contra una Inglaterra sin sus mejores jugadores (Rashford, Delli Alli, Sterling…) y derrotó a la gran favorita, España, en la final. También hay que mencionar que el partido de semifinales contra Inglaterra mereció solventarlo antes.
Con las bajas, Alemania no era la mejor plantilla del torneo, pues en mi opinión las individualidades de España, Italia e incluso Portugal eran superiores, pero funcionó mejor como equipo. Una identidad muy clara y saber muy bien a qué juega han sido sus grandes virtudes. Eso desemboca en un estupendo engranaje colectivo, reflejado, por ejemplo, en una presión muy trabajada y coordinada.
El papel de España
La generación sub-21 de España había generado una enorme ola de ilusión. Los nombres no admitían comparación con ninguna otra selección, ni posiblemente con ninguna otra generación anterior. La plantilla de Celades estaba compuesta casi al completo por jugadores ya contrastados en primera división. A estas edades, poder contar con jugadores acostumbrados a jugar la Champions, como Asensio, Saúl o Bellerín, y tener en el banquillo a futbolistas de la talla de Gayá, Denis Suárez, Iñaki Williams, Mikel Oyarzábal, Carlos Soler, el mediocentro del Villarreal Rodri o el jugador del Dortmund Mikel Merino es todo un lujo.
Ahora voy a decir algo que va a sonar impopular. No quiero en absouto ser ventajista en la derrota: ya lo pensaba antes del partido de ayer. La selección sub-21 juega peor de lo que hacen pensar los nombres que atesora. No me pareció un equipo dominador que gobernara los partidos como la absoluta, me pareció un equipo que fue ganando partidos por los fogonazos individuales de sus estrellas, especialmente Saúl y Asensio. A menudo fue encerrada en su campo, Kepa tuvo más trabajo del que debiera y vivió mucho del contraataque gracias a la velocidad de sus atacantes. Pero no me pareció un equipo bien trabajado en el apartado colectivo.
El atlético Saúl Ñíguez fue el abrelatas y a menudo Asensio (de más a menos) y Ceballos encarrilaban los partidos. Creo que Deulofeu tiene una tendencia preocupante a obcecarse y que en muchas ocasiones Celades debió optar por un centrocampista más. Solo vi dos excepciones a este patrón, dos momentos en los que sí me gustó esta España: la segunda parte contra Italia, una exhibición antológica contra diez, y la segunda parte contra Macedonia, con el partido ya resuelto. Con todo el mundo encantado con la participación de esta selección en el Europeo sub-21 y haciendo cábalas de cuántos darán el salto a la absoluta, sé que es impopular, pero tenía que decirlo.
¿A vosotros qué os parece? ¿Os gustó España? ¿Creéis que el triunfo alemán ha sido merecido? ¿Os parece justo que Ceballos haya sido el MVP?
