La era del baloncesto iba a cambiar en 2009. Un joven Stephen Curry entraba en la NBA dispuesto a hacerse un nombre en el baloncesto. 9 años después, es una leyenda en la mejor liga del mundo.
El estilo de Stephen Curry no tiene precedentes en la liga. Jugadores versátiles con alto grado de efectividad en el tiro exterior, siendo su arma principal. Pese al potencial del jugador de Akron, no todo fue un camino de rosas para él. La falta de confianza y las lesiones pusieron en duda su trayectoria.
La etapa en High School de Stephen Curry
Stephen Curry estuvo en la Charlotte Cristian School durante su etapa en el instituto. Su padre, Dell Curry, es recordado en la NBA por ser uno de los mejores tiradores de la liga. Todo un ejemplo para sus hijos. Stephen quería ser como su padre, y ser una leyenda del baloncesto con un estilo similar. Por ello entró en el equipo de su instituto, comenzando su andadura en el baloncesto.
Sin embargo, su entrenador tenía pocas esperanzas puestas en él. Era un jugador bajito (1.70 metros en aquel momento), sin cualidades defensivas y con limitaciones físicas. Al terminar su etapa en el instituto, su padre le dijo:
«Para llegar lejos en la NBA, deberás tener una mecánica de tiro por encima de la cabeza, ya que te enfrentarás a jugadores más grandes».
Su hermano, Seth Curry, jugador de los Dallas Mavericks, confiesa en una entrevista que Stephen volvía llorando de los entrenos con su padre. Tiraba al menos 500 tiros para perfeccionar su mecánica, aunque le fallasen las fuerzas. Tenía que conseguirlo.
Universidad de Davidson
Curry soñaba con jugar en una universidad prestigiosa con fama de la que salían estrellas de la NBA. Después de los impedimentos físicos, Stephen quería ir a la universidad adecuada. Donde confiaran en sus posibilidades y en la que aportara al equipo todo lo posible. Los Wildcats de Davidson apostaron por él. En su segundo año de universidad, creció hasta el 1.90 m. y su entrenador de la universidad, Bob McKillop,confió en él. Las grandes universidades no le reclutaron porque le veían un base del montón, sin fuerza y que no defendía bien. Pero Bob vio algo brillante en Stephen Curry, y le transmitió confianza. Podían hacer grandes cosas juntos, y así fue.
En su primer partido universitario ante East Michigan, Steph llevaba 9 pérdidas y perdían por 18 al descanso. A raíz de ponerle de titular en la segunda mitad, ganaron el partido. Al siguiente choque metió 32 puntos. Las cosas empezaban a surgir. En el March Madness de 2008 metió 70 puntos en 2 partidos, y el mundo estaba empezando a escuchar y conocer el nombre de Stephen Curry. Y entonces llegó su último año de universidad. En este, promedió 29 puntos por partido, fue el líder en anotación de la liga, y se declaró elegible para el draft.
El salto a la NBA de Stephen Curry
Stephen estaba nervioso por la transición que conlleva ir a la NBA. Las críticas sobre él le incomodaban, pero trabajó para que desapareciesen. Entonces, llegó el Draft, y los Golden State Warriors le eligieron en la séptima posición de 2009. En 2010, fue segundo en las votaciones a Rookie Of the Year, por detrás de Tyreke Evans.
Los problemas comenzaron a llegar en las dos próximas temporadas, donde los problemas en el tobillo derecho le obligaron a perderse un total de 48 partidos. Tras diversas operaciones, las preguntas que rondaban al base de los Warriors eran acerca de su tobillo. Sobre si le va a limitar para mostrar su máximo nivel en la NBA. ¿Sería otra historia de jugador más al que las lesiones le impiden triunfar en la liga? Pero Curry es un jugador muy competitivo y determinante, y nada iba a impedirle disfrutar del baloncesto. Tras seis meses de rehabilitación, en 2012 volvió en su cuarta temporada en la NBA, y estableció un nuevo récord de triples anotados en una única temporada (272).
Junto a su compañero Klay Thompson se van labrando un camino en la NBA, siendo bautizados como los «Splash brothers». Su facilidad de anotación exterior se estaba haciendo eco en la liga, siendo un juego muy vistoso para el espectador, y cada vez a más gente le gustaba el juego de los Warriors.
Comienzo de la dinastía Warrior’
La temporada 2014/15 iba a suponer el comienzo del legado de los Golden State Warriors en la NBA. Todo empezó con la contratación de Steve Kerr como Head Coach de la franquicia. El ex-jugador de la NBA implementó un nuevo estilo de juego más rápido, que girara en torno a Stephen Curry, para crearle espacios y ocasiones para tirar. En aquella temporada, Curry fue el más votado para el All-Star y ganó el concurso de triples, además de superar su propio récord de más triples en una temporada (286).
Liderando a su equipo en PlayOffs, consiguieron llegar a la final de la NBA frente a los Cleveland Cavaliers de LeBron James, después de superar varios récords de triples en post-temporada. Los Warriors vencieron en 6 partidos, con 26 puntos y 6.3 asistencias por partido de Steph, y llevó a los de la Bahía a conseguir su primer anillo en 40 años.
La temporada 2015/16 será recordada por consolidarse como MVP unánime en la NBA, un hito histórico en la liga. Después de remontar un 3-1 en la final de conferencia ante los Thunder de Kevin Durant, se dejaron remontar un 3-1 ante los Cavs en la final, pero fue un incentivo para Curry volver al mismo punto al año siguiente, reclutando en sus filas a la estrella de los Thunder.
Tras unos años históricos de la franquicia, Stephen y sus Warriors han conseguido su segundo anillo de manera consecutiva, y el tercero en cuatro años. Una auténtica dinastía.
La época de Stephen Curry
Vivimos en la era del tiro exterior. Del showtime a base de la eficiencia desde más allá del 6.75. El modo de juego del triple y fluidez ofensiva, con el tiro exterior como arma principal, ha surgido a raíz de la figura de Stephen Curry. Se ha ganado un nombre entre los mejores tiradores de toda la historia de la NBA, batiendo en varias ocasiones su récord de triples anotados en una temporada regular. Estamos viviendo un cambio de juego en la NBA, y disfrutando de uno de los equipos más laureados del baloncesto, y tenemos la suerte de disfrutar de ellos. La cara visible de la franquicia ha cambiado el baloncesto, aprovechemos la época de Stephen Curry.