El pasado domingo la Juventus sentenció un nuevo Scudetto en San Paolo, el octavo consecutivo. Miralem Pjanic, pieza clave en el esquema de Allegri, volvió a ser básico en el cuadro bianconero. De hecho, ni Pjanic ni la Juventus necesitaron ofrecer su mejor versión para vencer en un partido que acabó sufriendo.
La expulsión de Pjanic, clave en el Nápoles – Juventus
Analizando el encuentro, se percibe la existencia de dos mitades claramente diferenciadas. Y no estoy hablando de las dos fracciones de 45 minutos que dividen un partido de fútbol. Hubo dos encuentros muy distintos, el primero anterior a la expulsión del bosnio, y el segundo posterior a la misma.
Datos estadísticos en mano, se puede percibir de manera objetiva el efecto de dicha expulsión sobre el choque. Durante los primeros 45 minutos, la Juventus no manifestó ansiedad por llegar a portería rival, consciente de su ventaja en el campeonato. Aun así, logró el 40% de la posesión de balón, remató 3 veces a puerta y dispuso de 4 córners.
A partir de la expulsión del mediocentro bosnio, el cuatro turinés vio frenada su maquinaria ofensiva. Obtuvo menos del 30% de la posesión, y no gozó de ningún chute a portería ni lanzamiento de córner. Además, encadenó el 70% de pases menos que el conjunto de Carlo Ancelotti.
Cabe recordar que con la roja a Miralem Pjanic, la Juventus no quedó en inferioridad numérica, ya que en el minuto 25 de partido tuvo lugar la expulsión del guardameta italiano, Alex Meret. Aun generándose un escenario de igualdad numérica a partir del minuto 47, la pérdida de Pjanic supuso una «ceguera repentina» para la Vecchia Signora. Ya sin el guía del equipo, Allegri tuvo que echar mano de todas las artes de su juego más rocoso.
Cómo juega Pjanic e importancia de Pjanic en el esquema de la Juventus
¿Cuánto de importante es su ausencia? La importancia de este jugador dentro de los esquemas de Allegri es irrevocable. Tirando de los precedentes más recientes en grandes partidos, Pjanic fue substituido en el minuto 72 en el Wanda Metropolitano. Con la ausencia del bosnio y la entrada de Emre Can, la Juve perdió el poco control sobre encuentro que tenía y llegaron los dos tantos colchoneros.
Pieza clave en la salida de balón
¿Qué papel tiene el bosnio dentro del sistema juventino? Pjanic destaca básicamente en tres aspectos, todos ellos de una relevancia capital para el buen funcionamiento del ataque italiano. En primer lugar, pieza clave en la salida de balón. Junto al guardameta y los dos centrales, dibuja un rombo que hace muy difícil la presión alta del rival. Además, en el caso de encontrar algún rival atrevido que presione al hombre en esta zona del campo, el sistema de Allegri siempre dispone de soluciones para poner dividir el balón sobre segunda y tercera línea. Hombres como Emre Can, Matuidi, Mandzukic, Cristiano Ronaldo, Khedira o Alex Sandro, son jugadores de plenas garantías en el juego aéreo.
Volviendo al rombo dibujado por Pjanic, existen equipos que centran su atención en tratar de taponar la salida del bosnio. Ante este escenario, él siempre es plenamente consciente de las dos posibilidades que le ofrece esta situación de juego. Por un lado, ante una presión muy agresiva, consciente de los peligros que supondría una pérdida, identifica al hombre libre y conecta con él en 1 o 2 contactos. Si por el contrario dispone de espacio y tiempo suficiente para girar, su siguiente acción consiste en romper alguna línea rival mediante un pase avanzado.
Apoyo de emergencia
En segundo lugar, apoyo de emergencia. A medida que el ataque avanza, nunca supera la altura del balón, siendo siempre una opción de retorno. Este es un comportamiento clave para la fluidez del ataque. Sobretodo en un equipo lleno de jugadores dinámicos, móviles y verticales. En definitiva, se puede definir a Pjanic como el hilo conductor del ataque y pieza clave para la no partición del bloque.
Lector de zonas pasivas y activas
Por último, lector de las zonas pasivas. Pjanic es un mago en la gestión de la zona activa y pasiva. La zona activa es el espacio del terreno de juego donde está el balón y la mayoría de jugadores. Es muy habitual observar como el equipo rival está a punto de recuperar la posesión, y cuando el balón llega a pies de Pjanic, el bosnio desplaza el esférico a una zona vacía de rivales. De esta forma, ofrece a sus compañeros tiempo y espacio suficiente para pensar y ejecutar las siguientes acciones. Este tipo de comportamientos tienen otra repercusión directa sobre el juego. Minar la moral de un rival que se siente, en momentos determinados, cercano a la recuperación de balón pero que termina fracasando en el intento.
Vídeo con el análisis de cómo juega Pjanic
A lo largo de este artículo se han destacado tres comportamientos clave de Pjanic. Todos ellos estarían incluidos dentro de un posible decálogo futbolístico de buena praxis. Pero entre el saber y el ejecutar está la gran diferencia que separa a los buenos jugadores de los cracks. Y Miralem Pjanic es uno de ellos, simplificando con gusto este bello juego llamado fútbol.
Estadísticas de Pjanic
- Metz: 38 partidos, 5 goles y 3 asistencias.
- Olympique Lyon: 121 partidos, 16 goles y 21 asistencias.
- Roma: 185 partidos, 30 goles y 46 asistencias.
- Juventus: 123 partidos, 19 goles y 32 asistencias.