El fútbol nos ha vuelto a confirmar una vez más que los sueños se cumplen. Basta luchar y siempre estar conscientes de que sacrificio más sacrificio es igual a beneficio. No hablamos de una potencia Mundial o de una selección dotada de súper estrellas, hablamos de la selección dirigida por Şenol Güneş, un entrenador mítico que sigue conquistando la gloria otomana. Turquía, clasificada para la Eurocopa 2020.
Las claves de Turquía
Tras varios fracasos, hablando directamente de la pésima fase de grupos de la pasada Euro en 2016, donde solo se consiguió una victoria en la última fecha ante República Checa, los dirigentes querían un cambio total.
Pocos futbolistas destacados, de hecho de aquella selección solo 4 jugadores han repetido la clasificación al mayor torneo continental. Ozan Tufan, Burak Yilmaz, Cenk Tosun y Hakan Çalhanoğlu han sido los elegidos. El elegido para darle un vuelco a la situación sería Mircea Lucescu. Era un entrenador con experiencia y no parecía ser una mala elección. Eso lo tuvimos que deducir después de 17 partidos, donde acumuló 4 victorias y 6 empates como datos positivos, sumando 7 pésimas derrotas. La imagen no cambiaba y la mejor elección era volver a traer un viejo conocido.
In 2002, Senol Gunes famously led 🇹🇷@MilliTakimlar to third place at the #WorldCup 🥉🙌
Now, 1⃣7⃣ years on, he's back at the helm of a Turkey side edging their way up the #FIFARanking 📈
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— FIFA World Cup (@FIFAWorldCup) May 30, 2019
En marzo del 2019 se anunciaba que Şenol Güneş asumiría el mando de la selección. Sería su segunda etapa en el combinado mayor. Empezó como «interino», compaginando el trabajo que realizaba en el Beşiktaş (a quien llevó a la gloria) con el de la selección. Esa fue la clave principal de la selección. El punto de inflexión necesario para sustituir a toda una generación que no había logrado mucho para colocar a 11 hombres que tenían mucho que ofrecer.
La renovación de Turquía para la Eurocopa 2020
Como bien les comentaba Güneş tendría un trabajo durísimo por delante. La selección necesitaba ser renovada en varias facetas, sobretodo la defensa, donde desde hacía mucho no había una generación tan dorada. No hay dudas de que también Turquía tuvo cierta suerte, y es que en el año de la clasificación europea se empezaron a consolidar talentos como Çağlar Söyüncü, Ozan Kabak, Merih Demiral, Kaan Ayhan o recientemente Mert Çetin.
La pareja siempre ha estado alternando. Y es que si bien el nivel de Söyüncü-Demiral ha sido increíble (sobretodo en las 4 últimas fechas), el de Ayhan no se queda atrás. El jugador del Fortuna Düsseldorf ha sabido ser además goleador, situándose como segundo máximo anotador del equipo y dos de estos siendo contra la campeona del mundo Francia.
En total, Turquía ha propiciado unas 7 porterías en cero. Contando con la defensa gran parte de esto también se debe a Mert Günok, quien en 9 partidos participó en todas las porterías en blanco, acumulando unas 2.7 paradas por partido, con acierto del 89%. Una barbaridad de rendimiento en portería.
Esa es sin duda la mayor virtud del combinado otomano. Sin dejar de lado los 5 goles de Cenk Tosun, quien ha sido el máximo exponente para Güneş, pese a que solo ha podido participar en 6 partidos. O la combinación en el centro del campo de Irfan Can Kahveci, Mahmut Tekdemir, Ozan Tufan, Emre Belözoğlu, Okay Yokuslu o Yusuf Yazıcı.
Las aspiraciones de la nueva Turquía
Se presentan a la Euro 2020 con una selección muy mezclada entre talentos jóvenes y futbolistas en su madurez futbolística. Además de ser unas de las mejores defensas del continente.
Las aspiraciones deberían ser pasar la fase de grupos e intentar ser un hueso muy duro para cualquiera en octavos, viendo si paso a paso pueden seguir sorprendiendo. No será fácil, nunca lo ha sido, su garra será un punto vital en las aspiraciones turcas.