5 jugadores conflictivos malogrados

Dinero, fama, vida nocturna, mujeres… son características comunes entre los jugadores conflictivos de fútbol. A veces demasiadas tentaciones se involucran en la vida de los jugadores de fútbol y le impiden disfrutar de una trayectoria tan fructífera como la que apuntaban en sus inicios.

5 jugadores conflictivos de fútbol

Son muchos los casos de futbolistas que se apartan de una vida disciplinada centrada en el fútbol y ven su carrera desplomarse. Os presentamos nuestro top de 5 jugadores conflictivos malogrados.

5. Adriano Leite

El menos extremo de las historias que os presentamos en este ránking de jugadores malogrados. El delantero brasileño fue en su momento una estrella del fútbol, pero una llamada cambió el curso de su carrera. Cuando vivía su mejor momento como jugador recibió una noticia de las que nadie quiere oír. Su padre había muerto.

“Le vi llorar, tiró el teléfono y comenzó a gritar que no era posible. Desde esa llamada no volvió a ser el mismo. No le sacamos de la depresión”, recuerda Javier Zanetti, compañero por aquel entonces en el Ínter de Milán.

Formado en el Flamengo, era apodado ‘El Emperador’ y con los neroazzurros conquistó 3 Serie A, 2 Copas y 3 Supercopas de Italia. También era internacional con Brasil: fue mejor jugador y máximo goleador de la Copa América 2004 y otra vez mejor artillero de la Copa Confederaciones 2005. Anotó 77 goles en la Serie A italiana, 14 tantos en la Champions, y 27 con la canarinha. Casi nada.

La historia de Adriano Leite Ribeiro

Pero después de aquella llamada nada fue igual. Tuvo problemas de disciplina y con el alcohol. El Ínter incluso le brindó ayuda psicológica, pero nada funcionó. Terminó volviendo a Flamengo, donde mejoró sus cifras y le valió el pase a la Roma. Pero ya no despuntaba como antes. Corinthians, unos meses sin equipo, Flamengo y Atlético Paranaense fueron sus siguientes pasos, hasta que en 2016 recaló en el Miami United F.C. de la cuarta división del fútbol de Estados Unidos. Incluso compró acciones del club, pero allí vivió sus últimos días sobre el césped. Hoy en día vive en Brasil y suele colgar fotografías en Instagram junto a familia y amigos.

4. Samir Nasri

El prometedor centrocampista marsellés se dio a conocer en el equipo de su ciudad, desde donde saltó a la Premier League. Pasó por Arsenal y Manchester City, donde su indiscutible talento no terminó de cuajar. Durante sus cinco años de sky blue ya se le recuerdan algunas polémicas, como cuando Deschamps le dejó fuera del Mundial 2014.

«¡Que se joda Francia y que se joda Deschamps!», escribió su novia en redes sociales.

Eso desembocó en su retirada de la selección a sus 27 años.

Durante la temporada 2016-2017 el Manchester City se lo cedió al Sevilla. El francés reveló recientemente en redes sociales cómo lo convenció el entonces preparador Sampaoli: «Me quería tanto que me dijo: ‘Ven a nuestro equipo, puedes beber, ir a discotecas, hacer lo que quieras y te cubriré la espalda. Todo lo que te pido es que juegues bien en el campo el fin de semana’”. Lo cierto es que su primera vuelta de temporada fue fantástica, pero entonces se conoció que se había sometido a un tratamiento intravenoso en Los Ángeles que le acabó costando una sanción de 18 meses por dopaje. «Era legal, era una inyección de vitaminas y tenía una receta, pero la clínica me inyectó una cantidad mayor de lo que esperaba (…) El fútbol había terminado para mí”. Entonces se convirtió en uno de nuestros jugadores conflictivos de fútbol malogrados.

«(Sampaoli) me quería tanto que me dijo: ‘Ven a nuestro equipo, puedes beber, ir a discotecas, hacer lo que quieras y te cubriré la espalda. Todo lo que te pido es que juegues bien en el campo el fin de semana’”

Sus aventuras en el Antalyaspor turco y el West Ham inglés no fructificaron, y el pasado verano firmó por el Anderletch belga. En las últimas semanas ha sido noticia por haber desaparecido durante el confinamiento, pero reapareció en Instagram desde Dubai:

«Se ha dicho que no estaba entrenando y no es verdad. Hablo con el médico jefe y Vincent Kompany todos los días. Me pidieron que entrenara durante dos días y luego tuviera un día libre. Estoy siguiendo el programa que me envían. Tengo la playa para entrenar», se defendía.

3. Royston Drenthe

En nuestro top de jugadores conflictivos malogrados no podía faltar el ex del Real Madrid. El neerlandés llegó al equipo blanco tras haber sido nombrado mejor jugador del Europeo sub-21 de 2007, pero pronto su carrera se torció.

«Madrid es una ciudad muy guapa, hay muchos restaurantes, hay mucha fiesta, chicas muy bonitas… Y tú eres joven, jugador del Madrid… Son muchas las tentaciones que te ponen delante», reconoció en una entrevista a Marca.

En Madrid tuvo un accidente a las 4:30 de la madrugada contra un coche de Policía y pidió a su entrenador Juande Ramos no jugar porque le silbaban. El propio Drenthe admite su vida nocturna:

«Salía, sí. No todas las noches, como se decía. Pero sí muchas noches, bastante. Íbamos al Buddha y allí lo pasábamos bien».

En 2010 se fue cedido al Hércules, tuvo problemas de cobro, se negó a entrenar y se ganó la enemistad de compañeros y afición. En el Everton inglés solicitó a su míster David Moyes no jugar en Navidad. Fue titular en esas fechas y luego se cayó de las alineaciones. Incluso estuvo un tiempo sin equipo. Durante los años siguientes pasó por equipos tan variopintos como Alaniya Vladikavkaz, Reading, Sheffield, Kayseri y Bani Yas.

«Jugué en Inglaterra, Rusia, Turquía… Pero empezaron los problemas con los representantes y yo no estaba únicamente centrado en el fútbol por este problema. Dejé de cobrar muchas cosas y empezaron los problemas», recordó.

Durante esa época participó en un ‘realty show’ y también se vio implicado en una reyerta en una discoteca madrileña. En 2016, harto, se retiró del fútbol.

Royston Drenthe Real Madrid

“Me gusta el fútbol, pero si me pone triste… ¿para qué jugar? En un sitio no te pagaban, en otros… Bah, una mierda”, explicó a As.

Entonces se dedicó a otra de sus pasiones, la música, concretamente el rap. No obstante, regresó al fútbol en 2018 fichando por el Sparta de Roterdam, de la segunda división neerlandesa, mientras que el verano pasado firmó por el Kozakken Boys de tercera división. Es el duodécimo equipo de su carrera. Casi nada. Lo compaginará con su papel como actor en una serie de mafia en su país.

2. Nicklas Bendtner

El delantero danés, que pasó por el Arsenal, Juventus y Wolsburgo, publicó el pasado mes de noviembre una autobiografía que no tiene desperdicio. En sentido cronológico, con 16 años confiesa haber sido víctima de abusos sexuales por parte de un amigo. Poco después se marchó al Arsenal desde el Copenhague. Su primera cesión fue al Birmingham, donde admite que su casa se convirtió «en una mansión de PlayBoy». En el primer equipo del Arsenal estuvo cuatro años, en los que tuvo alguna discusión con Henry.

Entonces se ganó la titularidad como delantero de Dinamarca. Cuatro días antes de su primer partido con la selección, con 18 años, nuestro protagonista de jugadores de fútbol conflictivos reconoce haberse emborrachado y quedarse inconsciente en una fiesta:

«Estaba tan fuera de mí que me cagué en los pantalones y vomité por todos lados».

Pero lo más controvertido son las fiestas que dice haberse montado en las concentraciones:

«Las habitaciones están en una punta del hotel y hacemos que unas chicas traigan provisiones y reserven cuartos en la otra. Cuando Morten Olsen (seleccionador, 2000-2015) se va a dormir, nos movemos con sigilo y vamos allá. Es una tradición que ha existido durante mucho tiempo».

Nicklas Bendtner Arsenal

Titular en el Mundial 2010 y Eurocopa 2012 con su selección, en un partido celebró un gol enseñando publicidad de casas de apuestas que lucía en sus calzoncillos. Al parecer había tenido problemas con el juego, y una noche llegó a perder 270.000 euros. También se llevó una buena multa de la UEFA. Después encadenó cesiones poco fructíferas en Sunderland y Juventus. Mientras, su vida nocturna seguía pasándole factura.

En 2013 le retiraron el carné durante tres años por conducir borracho en su país. Wolsfburgo, Nottingham Forest, Rosenborg y Copenhague, donde acabó su contrato en el pasado mes de enero, fueron sus siguientes equipos. Su último escándalo ha sido una agresión a un taxista en la que le rompió la mandíbula después de haberse ido del taxi sin pagar. Condenado por la justicia, eludió la prisión, pero tuvo que llevar tobillera electrónica durante 50 días.

1. Mario Balotelli Barwuah

Ningún otro podía cerrar nuestro ránking de jugadores conflictivos. El ‘bad boy’ del mundo del fútbol. Sus escándalos han dejado de ser noticia. Ya no generan más que indiferencia. Nacido de inmigrantes ghaneses en Italia, a los tres años sus padres biológicos acudieron a los servicios sociales y finalmente su cuidado fue encomendado a Francesco y Silvia Balotelli. Ahí se encuentran las raíces de Mario Balotelli, un jugador de fútbol que pasará a la posteridad como el más polémico e incorregible de las últimas décadas.

Pasó por cuatro clubes punteros en la Serie A y la Premier League, pero en ninguno se consolidó. Jugó con Italia con Prandelli, pero los siguientes seleccionadores dejaron de contar con él. En los últimos años su carrera se ha convertido en una travesía por equipos de segunda fila donde tuvo algunas buenas rachas de goles, pero donde siempre acaba mal.

Su historial de escándalos es tan largo que resulta imposible resumir en pocas líneas. Pero mencionaré algunos. Solo con los coches tiene unos cuantos: conducir a 150 km por hora por el centro de Milán, multas millonarias, retirada de carnet, empotrar su vehículo contra el garaje de un vecino, dejarlo allí e irse a dormir… Durante una fiesta en su domicilio se le ocurrió lanzar fuegos artificiales y la vivienda terminó ardiendo.

Cuando estaba en el Ínter no escondía que era del Milan, incluso se puso la camiseta del rival ciudadano en un programa de televisión. También tiene su capítulo de arrogancia. Cuando ganó el ‘Golden Boy’ en 2010, se le ocurrió decir:

«Sólo hay un jugador que es un poco mejor que yo, Messi».

En 2016, ya con su carrera en la cuesta abajo, mantenía la esperanza:

«Me convertiré en Balón de Oro».

Me temo que no.

Víctima de insultos racistas en alguna ocasión, su respuesta tampoco era nada diplomática:

«Si alguien me lanza un plátano en la calle o sobre un terreno de juego iré a la cárcel, porque lo mataré», llegó a decir.

Tampoco falta desprecio hacia las mujeres.

«Como decía Pablo Escobar: El dinero no compra a las mujeres, pero enamora a las putas», escribió en Instagram tras un desencuentro amoroso.

En cuanto al fútbol, pasó por Ínter de Milán, Manchester City, Milan, Liverpool, Niza, Olympique de Marsella y Brescia, su club actual. En ninguno duró más de tres años. Recientemente se ha llevado otro palo en la promoción del libro autobiográfico de Chiellini, excompañero de selección:

«Balotelli es una persona negativa que no tiene ningún respeto por el grupo. En la Copa Confederaciones de 2013 no echó ninguna mano y yo le habría dado dos bofetadas, se las merecía».

Ahí queda eso.

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