“Ya no hay centrales como Maldini, Baresi o Cannavaro; la culpa, por decirlo de alguna manera, es de los técnicos que quisieron imitar el juego Guardiola sin tener los jugadores para ello. Guardiola nos ha arruinado” declaró Giorgio Chiellini en entrevista para la Gazzetta dello Sport .
Para analistas deportivos el principal factor de la eliminación de Italia de Rusia 2018 es el retrograda y conservador estilo de juego que se practica en la mayor parte de equipos del mismo país, siendo llamativo y peculiar el adornado juego del Napoli; fútbol que debería normalizarse al ser este un deporte de espectáculo y goce.
Por otra parte, para algunos aficionados el culpable fue Gian Piero Ventura y su timorato plan de juego, incapacidad táctica o un conservador fútbol, sabiendo que se jugaba el pase al Mundial contra Suecia en San Siro. Si Chiellini quiere saber quien es el culpable debería escuchar; no a los imitadores de Guardiola, sino a la opinión pública.
Chiellini afirma que fue un fracaso rotundo imitar el juego de Guardiola por parte de los entrenadores italianos. Pero, ¿no es Italia cuna de grandísimos entrenadores dotados técnicamente y con un don de liderazgo que engalanan la profesión? Ejemplos hay demasiados como Arrigo Sachi, Maurizio Sarri, Antonio Conte o Ancelotti.
Guardiola ha dirigido a excelentes zagueros como: Mascherano, Puyol, Rafael Márquez, Piqué o Hummels. Defensas con un golpeo de balón privilegiado y con una limpia salida con el esférico y eso no los convirtió en defensores blanditos, al contrario, se convirtieron en futbolistas totales y fundamentales en todos los esquemas.
Guardiola revolucionó todos los factores y variables del juego, se convirtió en la antítesis del conservadurismo y el fútbol primitivo. Guardiola es sinónimo de innovación y mejora, del prueba y error. El fútbol de antaño se niega a mutar, en consecuencia, veremos a Napoli y Manchester City campeonar mientras que, Italia se queda sin Mundial.
