El martes 25 de septiembre, el Liverpool jugó con el PSG en Champions League. Anfield estaba abarrotado. Como todas las noches europeas de nivel. La primera mitad fue de los locales que se pusieron dos a cero en treinta y seis minutos. El equipo ‘red’ pudo aumentar la diferencia en varias ocasiones pero perdonó, y lo acabó pagando. El equipo parisino consiguió empatar a falta de diez minutos para el final. Y entonces, apareció Roberto Firmino.
El brasileño había salido en el 71’ por Sturridge. Minuto 91, Firmino recibió la pelota en el pico del área, se zafó de Marquinhos y cruzó el esférico para darle la ventaja a su equipo. Su celebración se hizo viral. Se tapó el ojo izquierdo con motivo de haber recibido en la jornada anterior de liga un manotazo por parte de Vertonghen. Y eso le llevó a abandonar el terreno de juego en aquel partido.
‘Bobby’ – así lo apoda la afición ‘red’ – es una persona carismática. El típico que sería líder en un grupo de personas mediocres. Pero este no es el caso del equipo ´red´. En Merseyside convive con Mané y Salah. El egipcio es la estrella de Anfield. El que se lleva la mayor cantidad de elogios y cumplidos, junto al senegalés Sadio Mané. Roberto Firmino hace el trabajo que no se ve. Ese esfuerzo que el aficionado medio no suele apreciar, pero es igual de imprescindible (o más) en el equipo de Klopp.
Trayectoria de Roberto Firmino
Con tan solo 18 años se marchó al Hoffenheim, procedente del Figueirense. Y en su primera temporada en la Bundesliga, jugó 11 partidos y metió 3 goles. Poco a poco fue adquiriendo más minutos y progresando. En la temporada 2013/14 disputó 37 partidos y anotó 22 tantos en total. Se convirtió en la estrella del club alemán.
Y tras cinco temporadas en el Hoffenheim, tomó la decisión de marcharse al Liverpool. Ese mismo verano había llegado Klopp. Jürgen lo conocía bien de haberse enfrentado en liga alemana con el Borussia Dortmund. El entrenador nacido en Stuttgart le dio total confianza y el jugador brasileño disputó un total de cincuenta partidos, pese a no haber rendido a un gran nivel.
La gran evolución de Firmino ha llegado en estas dos últimas temporadas. Ese cambio que le ha llevado al Olimpo de los mejores “delanteros” del mundo. El curso pasado marcó 28 goles (10 en Champions League) y dio 17 asistencias en 58 partidos.
Cómo juega Roberto Firmino
Pero no todo son datos y estadísticas. En él campo, es muy parecido a Benzema. Pero con comportamientos muy diferentes. Y como el francés, el juego y la calidad del jugador ‘red’ no se ven reflejados ahí. Quizás en estos últimos años ha recibido muchas críticas por su, ya pasada, falta de gol. Pero, en mi opinión, sin Roberto Firmino, los aclamados Salah y Mané no serían lo que son hoy. Ejerce de enlace entre medio campo y ambas estrellas de una manera espléndida. No cabe duda de que llegará más lejos aún el hombre de moda.