Un jugador, mientras su carrera se encuentra en activo, se ve definido por el presente. Una mala racha, y la perspectiva, la opinión, que tiene el pueblo llano de ti varía de forma drástica. Carmelo, Durant… son ejemplos de lo que puede pasar por una simple acción. Pero cuando te retiras, cruzas una barrera en la que ya no te define tu partido del sábado, el inicio de la temporada, o los fallos del mes anterior. Te define tu legado. Y esto es lo que veremos con el partido de los 81 puntos de Kobe Bryant. Aunque primero viene una pequeña introducción.
Muchas veces, el legado de un jugador se ve reducido a un momento. Wilt, y sus 100 puntos (no tener estadísticas oficiales ensalza más la leyenda). LeBron y sus 45 puntos y 15 rebotes en aquel Game 6 contra los Celtics. Michael Jordan y «The Shot» (aunque el «Flu Game» también valga). Y una lista innumerable que continuaría y que, en su época más reciente, tiene a Stephen Curry con su encuentro contra Oklahoma hace 2 años. Y aunque Kobe no es ninguna excepción, confirma la regla.
Escucha nuestra podcast más triste y emotivo. Hasta siempre, Kobe. Y gracias.
Los 81 puntos de Kobe Bryant ante Toronto
Tras el «Threepeat» entre 2000 y 2002, los Lakers dominaban la NBA por completo. No había equipo que se le resistiera en todo el continente americano. Y tras 3 años querían revalidar el título y hacer lo que los Bulls de Jordan y Pippen no habían podido conseguir; ganar 4 campeonatos consecutivos. Pero entonces, de la forma menos esperada, una lesión de Shaq se puso en su camino. Lograron quedar bien clasificados, pero cayeron en Semifinales de Conferencia contra los que serían a la postre campeones, los San Antonio Spurs.
Entonces, fueron a por todas, y en un movimiento relámpago, consiguieron a Gary Payton y a Karl Malone para volver a hacerse con el anillo. No surtió efecto. Los Pistons les derrotaron en 5 partidos, sorprendiendo al mundo, y uno de los mejores equipos de la historia se rompió. Y esto dejó a Kobe como único líder del barco que quedaba a medio flotar en el puerto de Los Ángeles.
Y aunque la primera temporada no fue nada bien, el curso 2005-06 fue una de las temporadas individuales más espectaculares que se recuerdan de la historia moderna de la NBA. Se preparó ese verano para demostrar al mundo de lo que era capaz. Y para muestra, un botón. Rasheed Hazzard, que en aquel momento era scout y ayudante de los Lakers, dio un testimonio a ESPN de la preparación de Kobe Bryant para aquella temporada, y el hambre de éxito que tenía.
Declaraciones de pretemporada
«Recibo una llamada de un número privado. Son las 11 de la noche, y es el Día del Trabajo (3 de septiembre). Me pregunta si le echo una mano a las 5 y media de la mañana. Le digo que sí, y voy a y 20, pensando que llego pronto. Pero no. Había contratado un especialista para realizar diversas formas de calentamiento, por lo que estaba ya sudando 10 minutos antes de la hora a la que se suponía que íbamos a empezar. Ahí me di cuenta que con Kobe las 5 y media significaban las 4:45. Al acabar, iba a correr, tenía entrenamiento grupal, y entonces quedábamos a la noche para continuar haciendo tiros y más entrenamiento. No había visto nunca a nadie entrenar así. Su hambre para ser el mejor era incomparable.»
Cuando empezó la temporada ya iba a un ritmo frenético. En sus primeros 5 partidos su media estuvo en 35 puntos, y en enero explotó con 43 tantos por noche. Pero para entender por completo cómo se dio lo que sucedió hay que ir un poco antes. Al partido que de verdad se considera el mejor encuentro del que, entonces, llevaba el «8» a la espalda.
Antecedentes plausibles de los 81 puntos de Kobe Bryant
El 20 de diciembre los Lakers se enfrentaban a los Mavericks, que por aquel entonces eran los Campeones de la Conferencia Oeste. Cuando acaba el tercer cuarto, el equipo californiano se encuentra 95 a 61 arriba. Y aunque esto sea ya algo digno de destacar, lo interesante viene ahora. Los 61 puntos de los Mavs podían verse contrarrestados únicamente con los de Kobe Bryant. Tras 33 minutos de juego llevaba ya 62 puntos en su cuenta particular. Y como es habitual hoy en día, tras tal exhibición descansó el último cuarto por completo.
Pero lo curioso lo contaba Brian Shaw, asistente de Phil por aquel entonces. En un tiempo muerto, el «maestro Zen» le pidió que le preguntara a Kobe si quería estar unos minutos más y pasar la barrera de los 70. Bryant respondió con «No, ya llegaré otro día». Shaw, molesto, le apremió a hacerlo diciéndole que «cuánta gente tiene la oportunidad de anotar 70 puntos». Y Kobe, con la mayor lucidez del mundo, le respondió. «Lo haré cuando de verdad lo necesitemos, cuando de verdad importe».
Más tarde le preguntarían cuantos puntos podría haber logrado aquel día, a lo que él se limitó a encogerse de hombros y decir que probablemente habría llegado a 80, estaba en muy buena forma.
Y entonces llegó el partido de los 81 puntos de Kobe Bryant, un 22 de enero de 2006, contra Toronto Raptors. Se jugaba en Los Ángeles, pero no había ni mucha gente ni muchos trabajadores. Era un partido entre un equipo de PO y un equipo malo. Además, se jugaba al mismo tiempo que la Superbowl. No había muchos focos de interés al Staples Center aquella noche.
Magia, dentro y fuera de la pista
Y empezó el partido. Una de sus primeras posesiones acaba en una bandeja fácil, sin oposición, y ahí él se da cuenta de algo. El marcaje en zona que están intentando hacer no funciona, rotan muy lento y con varios botes puede irse fácil de sus defensores, por lo que si consigue mantener el ritmo todo el partido podría ser una gran noche. Y el punto de inflexión llega en el descanso. Lleva 26 puntos, pero su equipo se encuentra 63 a 49 abajo. Y cuando empieza la segunda parte, la distancia aumenta a casi 20 de diferencia. Pero Kobe Bryant, con las pilas puestas, anotará 21 de los 24 puntos de su equipo y acabará el tercer cuarto con 53. Y aunque este ya sea un primer paso importante, la magia llegará en el último asalto.
Porque anotará 28 puntos, 22 seguidos para cerrar el partido, con un acierto de un 64%. Porque Toronto únicamente logrará 19 puntos en los 12 minutos de cuarto. Y porque el resultado final estuvo a una decisión de ser muy diferente. Cuando llevaba 77 puntos, Phil Jackson meditó la posibilidad de cambiarlo. Ganaban de manera abultada, y la posibilidad de dejarle descansar unos minutos le rondaba la cabeza. Pero tras consultarlo con sus asistentes, y darse cuenta de los problemas que habría si no dejaba que anotara cuanto quisiera, permaneció en el campo. Tras 2 faltas, anotó 4 puntos más, y tras sus dos últimos tiros libres los gritos de «MVP» del Staples eran ensordecedores.
Phil Jackson diría al término de la exhibición: «Esto ha sido algo para admirar. Ha sido otro nivel. He visto algunos partidos extraordinarios, pero no había visto algo así nunca antes.»
El toque emotivo a los 81 puntos de Kobe Bryant
Y para añadirle todavía más grandeza a los 81 puntos de Kobe Bryant, de sus 1346 partidos disputados, este fue el primer y único que su abuela ha presenciado en directo. El día de sus 81 puntos, y el día del cumpleaños de su abuelo, que había fallecido. Como si hubiese sido escogido por el destino.