Duke: un «big three» de ensueño en manos de «Coach K»

El próximo mes de noviembre empezará una nueva temporada de la NCAA. Al igual que todos los años, uno de los factores que hará más atractiva esta competición será el rendimiento de los jugadores que apuntan a la primera ronda del Draft. Más aún cuando tres de ellos serán compañeros. Hablamos de R.J. Barrett, Zion Williamson y Cameron Reddish, que coincidirán en la universidad de Duke. Estas tres promesas, a día de hoy, están proyectadas por todas las páginas especializadas como elecciones de lotería. Puede que el hecho de compartir equipo haga bajar puestos a alguno de ellos, pero si encajan correctamente pueden aspirar al título de la liga colegial.

R.J. Barrett, Zion Williamson y Cameron Reddish, el Big-3 de Duke

El problema que encontramos con estos jóvenes jugadores es su posición. Los tres miden exactamente lo mismo. Si bien es cierto que Barrett se desenvuelve mejor como escolta, tanto Reddish como Williamson tendrían un mejor rendimiento como aleros. Aunque este último por fuerza puede jugar de ala-pívot, es demasiado pequeño para defender a los mejores en esa posición. Además, ninguno de ellos es un tirador eficiente. A lo largo de su carrera en el instituto no han logrado promediar grandes porcentajes desde la línea de tres. Esto, sumado a que son jugadores que penetran mucho a canasta, podría desembocar en múltiples casos de sobrepoblación de la zona a lo largo de sus partidos.

Puede que el hecho de ser tres jugadores casi incompatibles obligue a Mike Krzyzewski a dejar a uno de ellos en el banquillo. Esta situación podría provocar que el “sacrificado”, seguramente Cam Reddish, bajara muchos puestos en el Draft. Por otro lado, el juego del equipo podría ser mucho más fluido. Por tanto, aumentarían las posibilidades de Duke de ganar el campeonato. Pero, como es lógico, tres jugadores de primer año deben tener buenos escuderos para hacerse con el título.

La plantilla de Duke 18-19

La plantilla de los Blue Devils, a priori, no es muy extensa. Más allá de los tres freshmans, no cuentan con ningún jugador que podría ser elegido en primera ronda. En principio, su base titular será el estudiante de primer año Tre Jones. El hermano de Tyus Jones, de los Minnesota Timberwolves, no parece listo para brillar en la NCAA. El otro freshman que formará parte del equipo será el alero Joey Baker. A pesar de ser considerado uno de los mejores jugadores de instituto del país, parece ser que no dispondrá de muchos, pues comparte posición con las tres estrellas.

El último integrante del quinteto titular será, salvo sorpresa, el pívot Marques Bolden. Este jugador de tercer año no tuvo muchos minutos en sus primeras dos temporadas. Sin embargo, “Coach K” contará más con él durante el próximo curso. Si se declara elegible en el próximo Draft, puede que sea seleccionado en la segunda ronda. A pesar de poder rendir realmente bien, Bolden no es un interior dominante en ataque. No ha lanzado ningún triple durante sus dos primeras temporadas en la NCAA, por lo que no podrá ayudar a despejar la zona para grandes penetradores como Barrett o Williamson.

Un aspecto muy importante en un equipo que aspira a ganar la NCAA es la experiencia. Las tres grandes estrellas de Duke, como hemos dicho antes, son debutantes. Además, ninguno de los integrantes del equipo ha disputado más de trece minutos por encuentro durante una temporada. Este factor puede acabar resultando muy negativo para ellos, pero la experiencia la tienen en el banquillo. Por supuesto, hablamos de Mike Krzyzewski, el entrenador en activo más laureado de la competición. El exseleccionador estadounidense cuenta con cinco títulos de la liga universitaria y 38 años como entrenador de Duke. Si hay alguien que puede encajar las piezas y llevar a este equipo hacia el campeonato, es él.

¿Podrá reinar Duke?

En definitiva, Duke será uno de los principales candidatos a alzarse con el campeonato de la NCAA. Aunque quizás falte profundidad en la plantilla, tres más que posibles primeras rondas del Draft, dos de ellos seguramente top 10, formarán parte de ella. En esta universidad tienen motivos más que suficientes para soñar con el título. Porque, aunque sabemos que no son los grandes favoritos, a talento no les gana nadie. Y ya sabemos lo bien que pule Krzyzewski a sus diamantes…

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