Real Madrid vs Barcelona Basket: dos caminos y una lucha entre colosos

Hoy vengo a hablar del Real Madrid y del FC Barcelona de baloncesto, dos de los equipos más grandes del país y los dos cocos que apuntan a disputar una batalla sin cuartel por cualquier título de la temporada. Con proyectos, eso sí, muy distintos.

Porque ambos equipos llegan a su posición de claros favoritos al título desde dos estilos, dos formas de gestionar un proyecto y dos maneras de conjuntar una plantilla para aspirar a todo.

En “la Casa Blanca” viven en una de las mejores épocas que se recuerdan en la selección de las canastas del club madrileño y que sigue envuelta en ese ciclo que se inició con la llegada de Pablo Laso Biurrun hace ya 8 temporadas, en aquel lejano verano de 2011.

Y en ‘Can Barsa’ llegan a esta temporada tras bajar a los infiernos y firmar un ciclo en el que la falta de competitividad, el desorden y la mala gestión desde la gerencia, eran los males de un equipo que venía de acostumbrar a su parroquia con éxitos en las distintas competiciones bajo el mando de Xavi Pascual. Pero todo cambió con la llegada de un viejo rockero de los banquillos como Svetislav Pesic.

Barça Basket: viaje al pasado para dominarlos a todos

Bartzokas, Sito Alonso y, por fin, Pesic. La llegada del serbio al Palau fue un cambio total respecto a lo visto en los dos proyectos ‘post Xavi Pascual’. En su primera semana al frente, ya consiguió su primer título. Además, empezó a germinar el gen de un equipo aguerrido, infernal en defensa cuando todas las piezas funcionaban a su nivel y con un ataque que, quizás no era (ni es) el más moderno y divertido de ver en la actualidad, pero que funcionaba y que, por fin, competía hasta el final contra los mejores equipos.

Terminada su primera temporada, Svetislav Pesic (ya con mando en plaza) empezó a buscar las piezas necesarias para seguir desarrollando el proyecto. Singleton, Kuric y Pangos llegaron para reforzar el proyecto. Y aunque la pasada temporada no se cerró más que con otra Copa del Rey, el avance fue considerable. Playoffs en Euroliga, cayendo en el quinto partido ante Anadolu Efes, subcampeón de España tras plantar muchísima guerra al Real Madrid y, como ya hemos dicho, campeón de Copa del Rey. La confianza depositada en él por parte de Nacho Fernández empezaba a cobrar peso y esperanzas de cara al futuro. Tocaba dar el paso definitivo.

Con una base ya establecida y hecha al ‘estilo Pesic’, había que doblar la apuesta. Y de qué manera. De golpe, en un verano, han llegado a la disciplina azulgrana: Brandon Davies, Cory Higgins, Nikola Mirotic, Alex Abrines y Malcom Delaney. Demasiado talento junto. Vayamos por partes y uno a uno.

Talonario del Barça Basket para ganar la Euroliga

Brandon Davies ha llegado desde Zalgiris a Barcelona para dotar al juego interior de un perfil completamente diferente a Tomic. Más garra, más talento y mayor movilidad. Un perfil único y que no se veía enfundado en una camiseta blaugrana desde Pete Mickael. Su final en la SuperCopa Endesa es una demostración de todo lo que puede aportar.

Además, también venido desde la VTB League rusa ha llegado Cory Higgins. Campeón de la Euroleague y posiblemente el mejor ‘two-way player’ de Europa. Defensa, talento y liderazgo en momentos difíciles.

Y por si no fuera poco con ambos dos, la traca final llega con firma NBA. De Abrines queda por ver cómo es su regreso tras sufrir una depresión, pero de seguro que cuando coja nivel y ritmo será fundamental.

Nikola Mirotic es un jugador diferencial y posiblemente el mejor jugador de Europa ahora mismo. Llega en plena madurez y tan solo motivos personales y familiares le han llevado a abandonar la NBA, donde estaba en su máximo nivel y era una gran pieza.

Para cerrar, Malcom Delaney. El último en llegar y por la lesión de Heurtel. Sustituir al francés con Delaney es exagerado. Otro jugadorazo más.

Así, en Barcelona han montado un quinteto nuevo de un nivel aún mayor al de la temporada pasada y han relegado a la base que firmó el título de Copa del Rey, playoffs en Euroleague y fue subcampeón de España a la rotación. Delaney en el base, Abrines en el dos, Higgins de alero, Mirotic de ala-pivot y Davies de ‘5’. Con Heurtel, Pangos, Claver, Kuric, Hanga, Oriola o Tomic en el banquillo. Una plantilla para dominarlos a todos. Su objetivo es el máximo en cualquier competición.

Real Madrid Basket: identidad, estilo, proyecto consolidado y… Laso

Mientras en Barcelona montan y engrasan un gigante que apunta a triturar a los equipos rivales, en Madrid contemplan su propio gigante. Ya rodado, que se mantiene en el tiempo, que sabe como destruir a rivales (por que lo viene haciendo desde hace muchos años) y en el que no necesitan más que solo pequeños cambios y mejoras como Jordan Mickey o Nicolás Laprovittola (porque siempre se puede seguir mejorando) que encajan a la perfección en un proyecto ya rodado, con su seña de identidad, un estilo de juego consolidado, un núcleo que sigue temporada tras temporada y que han demostrado un hambre ganador como pocos. Una época dorada blanca gestada a fuego lento.

Con un cocinero en el banquillo que sigue teniendo sus detractores a pesar de demostrar una y otra vez que su trabajo al frente del equipo es casi perfecto. Sí, hablo de Pablo Laso. El arquitecto de un proyecto que se ha ido generando año a año. Siempre mejorando, con paciencia, siguiendo unas líneas marcadas en el estilo deseado de juego y siempre con un ojo en la cantera, pero sin perder el hambre competitivo.

Pablo Laso, el arquitecto de un Real Madrid de leyenda.
Pablo Laso, el arquitecto de un Real Madrid de leyenda. Imagen procedente de Vimeo.

Una forma de jugar divertida, alegre y moderna que ha devuelto a la afición blanca un sentimiento de unión e identificación con el proyecto. Algo que se había perdido en los primeros años de siglo. La era de Pablo Laso en el Madrid está amenazando y mirando a los ojos a la de Pablo Ferrándiz en años de retransmisiones en blanco y negro.

El Real Madrid mantiene un plantillón con solo 2 incorporaciones

Porque si en Barcelona han montado una bestialidad de plantilla, en Madrid tienen otra casi del mismo nivel y que mantienen al 90% de jugadores de años atrás. Los que les da un pequeño plus. Campazzo se ha convertido en uno de los mejores bases del continente y en líder del equipo a ambos lados de la pista. Ha tomado el relevo dejado por Doncic y su crecimiento ha sido exponencial.

Llull sigue siendo el corazón y alma blanca del equipo, Rudy es el trabajo sucio, la entrega y el talento, Carroll es anotación y una muñeca sin igual en Europa, Tavares es un cerrojo y el jugador que más influye en los ataques rivales. Y la lista no para: Causeur, Randolph, Thompkins, Taylor, Deck, Reyes.. etc. Otro plantillón brutal. Además, para seguir mejorando el proyecto han llegado, como decíamos anteriormente, Jordan Mickey como relevo de Ayón. Y para dar más profundidad a la rotación de base, Nicolás Laprovittola. MVP de la liga Endesa. Pequeñas piezas para seguir creciendo más.

Un proyecto que se sigue rejuveneciendo

Otro punto clave de la era Laso es el crecimiento y peso de la cantera. De unos años en que el talento se prefería traer de fuera antes de formar y dar salida al producto propio de las categorías inferiores, la llegada del vitoriano supuso un cambio radical.

Este año, dos de los mejores talentos de ‘La Fabrica’ como Usman Garuba y Mario Nakic tendrán su sitio como integrantes de la primera plantilla. Son jóvenes, cuentan con talento a raudales y empezar a integrarlos en la dinámica del primer equipo mientras crecen es la primera piedra para seguir manteniendo un proyecto en el paso de los años.

Dos colosos frente a frente en una guerra sin igual

Y así, hemos llegado hasta el curso baloncestístico europeo 2019/20. Ambos equipos han seguido caminos diferentes. De la bajada de los blaugranas al infierno hasta emergerse como un coloso con la capacidad para optar a todo y contra todos en esta temporada. A la apuesta continuista, sosegada y trabajada a lo largo del tiempo reforzada por la confianza y tranquilidad que dan los éxitos para saber que las líneas marcadas y la forma de llevarlas a cabo son las correctas y que, por qué no, iban a dejar de serlo en este nuevo año que recién comienza.

Dos estilos, dos formas de gestionar un proyecto que desembocará en una batalla a cuchillo y sin igual vista en los años anteriores entre ambos por derrotar al otro y alzarse con los títulos. Además, sin dejar de lado la batalla de los banquillos, personalizadas en dos hombres que han devuelto, a su llegada al equipo, la ilusión y el hambre por alzar títulos y volver a hacer felices a sus aficiones.

Ambos empezaron sus proyectos con la Copa del Rey como primer título. Pablo Laso en 2012. Svetislav Pesic en 2018. Dos coroneles con dos planes y hojas de ruta distintas para llevar a sus respectivos ejércitos hasta la gloria. ¿Quién saldrá campeón? El tiempo lo dirá. El goce de esta temporada se quedará para lo aficionados y amantes de este deporte. Bienvenidos a una batalla entre colosos.

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