Único. Con este bonito adjetivo podríamos definir al pívot serbio de 23 años de los Denver Nuggets, Nikola Jokic.
Fue elegido en segunda ronda, en el puesto 41, en el Draft de 2014, aunque no fue hasta 2015 su debut oficial con la franquicia de Colorado.
Nikola Jokic ha conseguido, en apenas 3 años en la NBA, convertirse en un pívot que cualquier franquicia desearía tener en su quinteto.
Y es que, en esta “nueva” NBA en la que está de moda el small ball (acumular jugadores de estatura media y tiradores exteriores), y el juego en la pintura se está perdiendo poco a poco, Nikola Jokic es uno de los center que mejor se ha adaptado al sistema actual.
Qué aporta Nikola Jokic
Altura, puntos, rebotes, asistencias, buenos porcentajes desde la línea de 3 y una visión de juego propia de un base. ¿Qué más podríamos pedir? La verdad es que lo tiene todo.
Sus estadísticas crecen año tras año, actualmente promedia 16.9 puntos, 10.6 rebotes, 5.9 asistencias, 1.2 robos y 0.8 tapones por partido. Números que asustan viniendo de un hombre que juega bajo el aro. Carne de triple doble.
De hecho, el 15 de febrero en Milwaukee (victoria 134-123 frente a los Bucks), Jokic firmó el triple doble más rápido de la historia en tan sólo ¡14 minutos y 33 segundos! Además se convirtió en el sexto jugador de la historia que consigue en un mismo partido al menos 30 puntos, 15 rebotes y 15 asistencias (tras Magic Johnson, Larry Bird, Oscar Robertson, Wilt Chamberlain y James Harden).
No conforme con esto, se posiciona como el único pívot que consigue al menos 17 asistencias desde la temporada 1984-85. Sencillamente espeluznante lo que este chico puede llegar a hacer.
Un protagonista habitual en las jugadas de la semana con sus asistencias imposibles: de espaldas, entre las piernas o simplemente palmeando un balón como si de un jugador de vóley se tratase.
Un jugador llamado a dominar la NBA en muy poco tiempo junto a los Embiid, Porzingis o Giannis entre otros.
Siéntense, póngase cómodos y disfruten de The Joker.
